Las diferencias en los números informados sobre la economía por el gobierno no se limita a la inflación. El crecimiento de la industria y de la economía difundidos por el Indec son otros claros ejemplos. Y las diferencias afectaron también el presupuesto nacional en los últimos años.
En 2016, por quinto año consecutivo el crecimiento real del PBI sería menor al presupuestado. Para el próximo año, el presupuesto prevé un crecimiento del 3%, mientras que la consultora Empiria prevé un aumento del PBI de apenas 0,4%.
Esta situación en la que lo previsto en el presupuesto es superior a lo real viene repitiéndose desde 2012. El presupuesto de ese año vaticinaba un crecimiento de 5,1% y el real fue de 0,2%; en 2013 se esperaba 4,4% y fue de 2,5%; para 2014 se esperaba 6,2% y cayó 1,9% y en 2015 se presupuestó un alza del 2,8% y se estima que cerrará con mejora de 0,9%.
“Para el año entrante, el presupuesto prevé un crecimiento de 3%, que luce poco probable considerando el contexto local e internacional, además de la propia política fiscal planteada en el proyecto enviado al Congreso”, destacaron desde el Banco Ciudad.
Además, la diferencia en puntos porcentuales entre lo presupuestado y lo que realmente sucedió en 2016 sería una de las más grandes en los últimos dos años. En 2016, la diferencia sería de 2,6 puntos porcentuales, mientras que en 2015 fue de 1,9 puntos porcentuales. En el 2014 se marcó la brecha más grande con una “diferencia” de 8,1 puntos.
“Son números que no tienen ningún impacto. Hace tanto que se dibujan, que el proyecto de Presupuesto no presenta información”, cuestionó Luciano Cohan, economista de la consultora Elypsis, en diálogo con Cronista.com. “Tampoco influye en las expectativas. Los números que se presentan tienen sólo intención de impacto mediático”, agregó.