Las turbulencias mundiales y los puntos débiles de la economía estadounidense pesaron sobre los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos cuando se reunieron en junio, preocupaciones que podrían llevarlos a esperar algo más a la hora de subir las tasas de interés en los próximos meses.
“Si bien los participantes [en el encuentro] en general consideraron que los riesgos para sus proyecciones sobre la actividad económica y el mercado laboral estaban equilibrados, dieron una serie de razones para ser cautos a la hora de evaluar las perspectivas”, según reflejan las actas de la reunión de los pasados 16 y 17 de junio que se publicaron el miércoles con su retraso habitual de tres semanas.
Según las actas, entre las preocupaciones se encontraban “la incertidumbre sobre si Grecia y sus acreedores oficiales lograran alcanzar un acuerdo y sobre el posible ritmo de crecimiento en el extranjero, especialmente en China y otras economías emergentes”. Los miembros del comité también se mostraron preocupados por el lento ritmo del gasto de los consumidores estadounidenses.
Después de esa reunión, Grecia incurrió en mora con el Fondo Monetario Internacional y la renta variable china se ha desplomado, dos hechos que seguramente intensificarán la cautela de la Fed.
Los miembros del FOMC sabían que Grecia estaba entrando en una fase crítica en el momento en que se celebró la reunión. “Muchos participantes mostraron preocupación respecto a que un fracaso en la resolución de las diferencias entre Grecia y sus acreedores pudiera resultar en alteraciones en los mercados financieros de la eurozona, con un posible efecto contagio en Estados Unidos”.
Los miembros del FOMC salieron del encuentro señalando que el primer incremento de las tasas de interés en casi una década podría estar justificado en septiembre, aunque las actas ofrecen pocas pistas concretas sobre las discusiones que mantuvieron respecto al momento de esa subida.
De acuerdo con las actas, los miembros del FOMC “necesitarían información adicional que indique que el crecimiento de la economía se está fortaleciendo, que las condiciones del mercado laboral siguen mejorando y que la inflación se dirige de nuevo al objetivo” de 2% antes de actuar.
El banco central dejó abiertas sus opciones por el momento. Aunque las perspectivas mundiales son inciertas y cambiantes, los miembros del FOMC señalaron que los indicios de progresos en la economía nacional justificarían una subida de las tasas de interés este año. Varios miembros concluyeron que ya habría dejado de haber mano de obra sin utilizar en el mercado laboral estadounidense, mientras que otros afirmaron que anticipaban que eso ocurriría a finales de año.
Además, a algunos les preocupaba que si la Fed tarda demasiado en subir las tasas de interés, podría tener que actuar abruptamente más adelante, lo que causaría inestabilidad financiera. Algunos miembros del FOMC aseguraron que consideraban que ya se daban las condiciones económicas para subir las tasas de interés o se mostraron confiados en que se darían en breve.
Desde la reunión, la Fed ha recibido noticias económicas dispares. La tasa de desempleo en EE.UU. ha seguido bajando, a 5,3% en junio, un factor importante ya que la Fed busca indicios de una reducción de la mano de obra no aprovechada en el mercado laboral. Los indicadores de salarios e inflación se han consolidado pero dan pocas muestras concluyentes de que estén subiendo a los niveles que quiere la Fed. El crecimiento económico parece haber remontado tras contraerse en el primer trimestre, pero no de forma robusta.
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