La industria cervecera cuenta con una historia centenaria en el país y acompaña el consumo de los argentinos con una gran variedad de productos. Un reciente estudio realizado por Guido Sandleris y Marcelo Celani del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella demostró la relevancia de la cerveza en la economía nacional a través de, entre otras cosas, los empleos que genera directa e indirectamente.
Según el estudio, durante el 2013 las compañías cerveceras emplearon a 7.588 personas, sin contar los cientos de emprendimientos dedicados a cerveza artesanal, y estuvo entre las seis industrias que generaron más nuevos puestos de trabajo, alcanzando un 15,6% de crecimiento de empleos para el período 2008-2013*.
Otro elemento que caracteriza la generación de empleo en la industria cervecera es la dispersión geográfica ya que tanto las cervecerías como los cultivos de cebada se extienden en distintas zonas del interior del país. Es así que el 45% de los empleos directos se encuentran de la Provincia de Buenos Aires, el 20% en CABA, 12% en Santa Fe, 5% en Tucumán, 5% en Córdoba, 5% Corrientes, 4% en Mendoza, y 4% en el resto del país.
Además, el estudio demostró que cada puesto de trabajo en una compañía cervecera soporta otros, en agricultura, comercio, servicios, manufactura, transporte y comunicaciones. Si se analiza este impacto, se obtiene que la actividad cervecera contribuye a la creación de alrededor de 128.625 puestos de trabajo indirectos adicionales a los que debe sumarse los 7.588 puestos directos. Es decir que, por cada empleado directo que contrata la industria, se generan al menos 18 empleos indirectos.
A continuación se desagrega el impacto creado en aquellas actividades vinculadas a la elaboración, embotellado, comercialización y distribución de la cerveza:
· El principal insumo de la actividad cervecera es la malta. Se estima que lo abonado por la industria por la compra de malta o por los costos de la producción de malta por la misma empresa, representa el pago anual del salario de 2.579 personas.
· Por otra parte, la actividad genera empleos indirectos en otros sectores como el energético. En 2012, por ejemplo, se destinaron $166 millones al pago de la provisión de gas y electricidad, lo que representó la remuneración total anual de 774 empleados (aproximadamente un 1% del total de trabajadores en el sector privado de esta industria).
· Otro caso interesante es el que se presenta en la industria del vidrio. En este caso, la industria cervecera abona, a través de sus compras, un monto que equivale a la remuneración total anual de 1.218 empleados. Esto representa el 17% de los puestos de trabajo generados por la producción de vidrio.
· En relación con los servicios de transporte y logística, a la cerveza se le deba atribuir el empleo de unas 8.200 personas. Esta cifra representa el 12% de la nómina total en la industria de logística de todo el país, teniendo en cuenta que el Ministerio de Trabajo informa que existen en ella unos 68.000 empleados registrados.
· En Argentina, según las estadísticas disponibles, la industria gastronómica y hotelera emplea alrededor de 325.000 personas, alcanzando aproximadamente un 2,1% del PBI del país. De acuerdo a la escala salarial obtenida por los trabajadores de este sector, las ventas de cerveza en bares y restaurantes representan, anualmente, la masa salarial de unos 18.000 empleados.
· Finalmente, otro rubro en el que se destaca el impacto de la actividad cervecera es en el de lapublicidad. De acuerdo con las cifras disponibles en los estados contables de las principales firmas de la industria, el gasto en publicidad y promoción, cuando se lo compara con el costo salarial del sector publicidad, permite estimar que representa el gasto salarial y cargas sociales de más de 2.600 empleados.
Estudio del Impacto Económico de la Industria Cervecera
Guido Sandleris y Marcelo Celani son economistas, profesores de la Escuela de Negocios y pertenecientes al Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. Desarrollaron este estudio en 2014, a pedido de la Cámara Argentina de la Cerveza quien ha financiado la elaboración del mismo. Las opiniones vertidas en el informe son de exclusiva responsabilidad de los autores.