Nadie quiere ser el primero en vender, pero tampoco el último. Caídas cercanas al punto porcentual en Europa, ante el temor de subidas de tipos en EE.UU.

¿Llegó la corrección? Es la pregunta que se hacen muchos inversores después del cierre bajista hoy en las bolsas europeas. ¿Iniciarán los mercados de valores una toma de beneficios de mayor profundidad que las vistas en los últimos meses? 

Las preguntas anteriores podrían parecer excesivas después de una caída en los mercados de tan solo el 0,75% (Eurostoxx 50 -0,75% a 3.289 puntos, Ibex 35 -0,70% a 11.074 puntos). Sin embargo, la proximidad de importantes resistencias técnicas, así como los indicios que sugieren una postura más agresiva por parte de la Fed, generan esa inquietud entre los inversores. Los beneficios potenciales son muy elevados, y nadie quiere verse atrapado en un sell-off si se produce.

Pero vayamos por partes.

Las últimas noticias provenientes de la Reserva Federal de EE.UU. sugieren que existe una creciente confrontación entre los miembros más "dovish" de la Fed y aquellos que quieren iniciar cuanto antes la salida de la actual política monetaria ultra expansiva. Parece que el acuerdo que se está barajando es el inicio de la subida de tasas este mismo año 2014 (se preveía hace unos meses en la segunda mitad del 2015), en compensación a no reducir la hoja de balance del banco central estadounidense por el momento.

Esto, de confirmarse, indudablemente es una mala noticia para los mercados, aunque por ahora no lo estén descontando. Es probable que veamos en las próximas semanas/meses una caída en los precios de la deuda pública con la consiguiente subida en las rentabilidades para ajustarse a esta nueva situación. Unos rendimientos más elevados en la renta fija implicaría menos atractivo en la renta variable, y por tanto, aumento de la presión vendedora.

Como decíamos, aún esta situación no está descontada en el mercado, inmerso en el mundo ideal de una aparente ausencia de riesgo, baja volatilidad, y liquidez en abundancia para sostener las cotizaciones. ¿Pero es así en realidad?

Lo de ausencia de riesgo evidentemente no. A la incertidumbre de subida de tipos antes de lo esperado, habría que sumarle la creciente reducción en las estimaciones de beneficios empresariales, en la fuerte subida en los precios del petróleo (ya por encima de los 110$ barril), en la delicada situación -aunque no lo parezca- de la economía China, y la posible burbuja inmobiliaria que se está formando, en la exuberancia irracional en algunos mercados de deuda como el español, cotizando con rentabilidades menores de las de los bonos estadounidenses...y podríamos seguir.

Respecto a la baja volatilidad, esto es evidente. Ahora bien, los niveles mínimos en los que nos encontramos ahora mismo tienen un importante riesgo de potenciales subidas. Ya saben, cuando se está en el fondo solo queda subir.

Y en cuanto a la abundante liquidez que suministra apoyo a los mercados, sí, es cierto que hay liquidez para las bolsas, pero principalmente del inversor corporativo, que ha elaborado enormes programas de recompra de acciones, y que se ha posicionado fuertemente en renta variable en sus carteras propias. El resto de inversores, a excepción de algo los particulares, no están comprando bolsa, de hecho la están vendiendo.

Bien, pues este escenario es proclive a una corrección de cierta importancia, pero seamos sinceros, también lo eran un 5% más abajo.

A pesar de las caídas que hemos visto hoy, en una jornada sin referencias macro o microeconómicas de importancia, el mercado de valores europeo y estadounidense sigue siendo alcista. Aún no se han roto niveles que nos pudieran sugerir el fin de este ciclo de subidas, y el inicio de una corrección a toda la onda anterior. Ahora bien, y como decíamos ayer, aumenten las precauciones porque sabemos que hay muchos gestores con el dedo puesto en la tecla de venta ante el menor síntoma de debilidad de los mercados. No se quiere perder las enormes ganancias que se han acumulado en los últimos años. Nadie quiere ser el primero en vender, pero tampoco el último.