RECESIÓN DURA VS. PROTEGER RESERVAS Melconian: "Está llegando el momento decisivo"

El comunicado del Banco Central negando las evidentes diferencias entre Axel Kicillof y Juan Carlos Fábrega, responde a un pedido del vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, se supone que por un reclamo de Cristina Fernández de Kirchner. El comunicado tiene 2 problemas: la falta de credibilidad que tiene cualquier acción semejante, y en particular cuando se trata de la Administración Cristina; y la evidencia de los números: después de perder en los últimos 3 años (2011, 2012 y 2013) casi la mitad de las reservas internacionales, al Ejecutivo no le quedó otra en 2014 que avalar una devaluación con suba de la tasa de interés y retiro de pesos de la economía. Semejante filtración de reservas era claramente insostenible hacia delante, para la economía y también para la política. ¿Y cómo sigue la historia? Ahí aparecen las diferencias notorias entre Kicillof y Fábrega, que no cesarán sino que, por el contrario, se profundizarán. Aquí algunos apuntes al respecto:

Axel Kicillof acusa a Juan Carlos Fábrega de no medir las consecuencias"Desde enero, el BCRA aspiró más pesos que los que emitió: $ 55.000 millones contra $ 45.000 millones. Incluso, contando desde diciembre de 2013, el BCRA absorbió el 75% de lo emitido. La “sequía” se nota en la calle y repercute en el crédito: hace 2 meses que está completamente paralizado. Si el BCRA mantiene por unos meses más esta política, generará una implosión crediticia: la parálisis se transformaría directamente en una debacle, peor que la registrada en la crisis de 2009."
 
Juan Carlos Fábrega acusa a Axel Kicillof: "A mi me han pedido que cuide las reservas del Banco Central, cueste lo que cueste. Incluso si hay que sacrificar el nivel de actividad y el empleo. La tarea del BCRA podría aliviarse si el Tesoro Nacional reduciera su demanda de pesos bajando el gasto. Pero al faltar a su deber, deposita toda la tensión sobre la aspiradora del BCRA. Entre enero y abril la exportación también cayó porque la cosecha de cereales es mala y la inversión está parada. Sólo el gasto público sigue creciendo como si nada hubiera pasado”. 
 
En este contexto, es harto interesante un fragmento de la larga exposición de los economistas Juan Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo:
 
"(...) Está llegando el momento en que el gobierno tendrá que optar entre convalidar una recesión dura y prolongada para anestesiar la economía en pos de “proteger” las reservas. O bien, reabrir el grifo monetario y el crédito para no “matar” el consumo a riesgo de renovar las turbulencias cambiarias y el drenaje de reservas. 
 
El gran dilema es que, como no hay corrección fiscal, en el 2do. semestre del año el BCRA tendrá que emitir $ 100.000 millones para financiar las necesidades del Tesoro. No hay aspiradora de pesos capaz de absorber semejante catarata de pesos sin que repercuta negativamente en el sistema bancario y sin generar un brutal “crowding – out” crediticio del sector privado
 
Sin programa fiscal, los $ 100.000 millones de emisión son inexorables. Aun cuando la suba del gasto público se desacelere del 42% anual actual a, por ejemplo, un 35% y la recaudación aguante al 35% anual que registró en el 1er. cuatrimestre enero - abril, el Tesoro igual necesitará $ 100.000 millones de “maquinita”. El paliativo de subir la tasa de interés y absorber pesos para dejar de perder reservas chocará contra el problema de fondo de la economía: el déficit fiscal primario creciente financiado casi exclusivamente emitiendo moneda. 
 
Secar el mercado de pesos no es inocuo para el BCRA, no le sale gratis. 
 
Absorber pesos en forma masiva pagando tasas de interés elevadas, genera un endeudamiento creciente. El BCRA dejó de perder reservas pero podría endeudarse este año por alrededor de $ 130.000 millones y llegar a un stock de deuda de $ 200.000 millones / $ 220.000 millones. 
 
Perder reservas luce más traumático que “llenar de letras” el pasivo del BCRA. Pero en esencia es lo mismo. Sólo cambió dónde repercute el problema: de bajar el activo del BCRA a subir su pasivo. 
 
El nivel de actividad pasa a ser una variable política y económica crucial. La contracción económica de 2009 fue profunda pero corta, originada en la crisis mundial y la sequía en el campo. A fines de ese mismo año, la actividad ya se estaba recuperando y 2010 – 2011 fueron años de espectacular reactivación. 
 
El estancamiento iniciado a fin de 2011 fue largo, se prolongó durante siete trimestres pero fue suave. En 2014 la economía vuelve a contraerse. 
 
¿Será una contracción profunda como la de 2009 o suave como la de 2011 - 2012? ¿Será corta o larga? La peor combinación, profunda como 2009 y larga como 2011 – 2012, es uno de los escenarios posibles. 
 
(...) ¿Tocará fondo la actividad en el 2do. trimestre o seguirá cayendo? Aun si tocara fondo, implicaría variaciones negativas interanuales hasta fin de año y una contracción del PBI de más de 2% en todo el año. Si la economía no tocara fondo, la contracción sería más fuerte. (...)
 
Un factor que influirá en si la actividad toca o no fondo en el 2do. trimestre es el empuje que pueda darle el sector agrícola de la mano de la muy buena cosecha de soja. Sin embargo, es una condición necesaria pero no suficiente. Dependerá de cómo esté el resto de los sectores. (...)".
 
El mercado conoce la situación. Se ha sentado a esperar que llegue el momento en que la Administración Cristina anuncie su decisión definitiva. Son situaciones difíciles que no podrá evitar ni la reiterada mediación voluntarista del papa Francisco para que ella cumpla lo que falta de su mandato en paz.

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