Timerman y Moreno en Brasil por trabas a importaciones


Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, y el canciller Héctor Timerman, se reunirán hoy en Brasilia con funcionarios brasileños para intentar reducir la tensión en la relación comercial bilateral, luego de que el principal socio del Mercosur amenazó con cerrar la importación a varios productos locales.
La reunión se realizará en el palacio de Itamaraty, y Guillermo Moreno intentará explicar que la política de la Casa Rosada de proteger el mercado interno no esconde intencionalidades contra Brasil.
Además, Timerman pedirá explicaciones sobre las trabas al ingreso a Brasil de productos sensibles como manzanas, uvas, harinas, papas, quesos y vinos, que activó el Gobierno de Dilma Rousseff la semana pasada.
Antonio Patriota, canciller de Brasil, será el que encabezará la reunión por parte del país vecino. El funcionario tiene muy buena relación con Timmerman, por lo que se espera que ambos logren dejar de lado las trabas mutuas y avancen en negociaciones para coordinar medidas de protección contra las exportaciones europeas y del sudeste asiáticos, que podrían volcarse hacia los mercados de la región como consecuencia de la crisis económica internacional.
Cuando terminen el encuentro en Brasil, Moreno y Timerman viajarán a Angola para acompañar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la visita que encabezará a ese país del norte africano con más de 400 empresarios.
Brasil anunció ayer que suspenderá las licencias automáticas a una docena de productos perecederos y si bien se aplicarán a los ingresos de todos los países, la Argentina es el mayor proveedor de esos productos que tiene Brasil.
El principal socio del Mercosur anunció la medida tres meses después de que Argentina impuso restricciones a las importaciones de una serie de productos, lo que permitió reducir en un 20 por ciento las compras a Brasil.
En los últimos seis años, el déficit comercial con Brasil creció hasta alcanzar el récord de 4.800 millones de dólares. Pero esa situación comenzó a revertirse con la aplicación de Licencias No Automáticas que implementó la Casa Rosada en los últimos meses. La intención del Gobierno sería ahora discutir con Brasil un esquema de comercio bilateral que mantenga la situación actual de casi equilibrio.
En caso de que finalmente se confirme el anuncio de Rousseff, con la suspensión de las licencias automáticas podría demorarse hasta 60 días el ingreso de productos nacionales a Brasil.
El Gobierno nacional se fijó para este año una meta de superávit comercial de 10.000 millones de dólares. Para eso combinó trabas a las importaciones con restricciones a la compra de dólares.
La reunión de hoy entre funcionarios argentinos y brasileños estaba acordada desde hace semanas y forma parte de la rueda de negociaciones bilaterales que acordaron las presidentas Dilma Rousseff de Brasil y Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina.
nosis