Smart city, la ciudad que te conecta con el futuro 🚀

 

1.¿Qué es la Smart City?

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Es la ciudad inteligente, es decir, conectada. Conectada para mejorar el desarrollo sostenible económico, ambiental y social de quienes habitan en ella, aumentar su bienestar y asegurar el bienestar de las futuras generaciones.  

La #smartcity busca aprovechar todo el potencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación para crear espacios más sanos, seguros, eficientes e inclusivos, en los que el desarrollo de las personas y las empresas no ponga en riesgo el futuro de los recursos naturales.

Además, las también llamadas ciudades 4.0 permiten la conexión de aquellos elementos estratégicos para mejorar la eficiencia de los servicios y una mejor gestión de los recursos.

La #digitalización, base de la ciudad inteligente

La Smart City se construye sobre las redes de internet móvil, especialmente la red de última generación #5G. Esta red es más sostenible que las anteriores, ya que necesita menos energía para conectar cada vez a más personas y dispositivos.

La implantación de las redes 5G, están impulsando el uso de otras tecnologías como el Internet de las Cosas (#IoT) y el #bigdata

La conectividad de los dispositivos cobra una gran importancia ya que permite la comunicación entre sí y la emisión y recepción de datos. Esa información se ordena, clasifica y analiza gracias al Big Data, que es capaz de estudiar grandes volúmenes de datos en tiempo real, para obtener tendencias y adelantar soluciones, para que los responsables de los servicios públicos puedan tomar decisiones acertadas.  

Gracias a estas herramientas es posible optimizar la movilidad a través de la gestión del tráfico en función del estado de las vías, mejorar la gestión de los recursos, o una mayor accesibilidad a los servicios, como los sanitarios o educativos.  

Si quieres saber más: Smart City, qué es una ciudad inteligente y sostenible

2. ¿Cuáles son los objetivos y características de un desarrollo urbano inteligente y sostenible? 

Los objetivos de la sostenibilidad urbana marcan las áreas de impacto en las que se busca tener una mayor influencia.

  • Medioambiental: Un barrio sostenible busca generar el mínimo impacto sobre el medio ambiente y sobre el territorio. Se trata de ser capaz de autoabastecerse en la medida de lo posible, sin depender de otros entornos, consumiendo el mínimo de recursos posibles y también reduciendo emisiones y residuos.
  • Económico: Para que el desarrollo urbano sostenible sea plausible, este debe ser económicamente viable para quienes lo planifican, pero también para quienes van a vivir en él. 
  • Social: La calidad de vida de la población es imprescindible para que una ciudad o barrio cubra con las necesidades sociales. Esto se ejemplifica en la ‘ciudad de los quince minutos’, que a su vez también tiene un impacto positivo en la productividad de los habitantes y la sostenibilidad del medio ambiente. El concepto de este ideal de ciudad fue acuñado por Carlos Moreno, experto en Smart City, quien apunta a la necesidad de rediseñar las ciudades para que sus habitantes tengan todos los servicios accesibles a menos de quince minutos a pie o en bicicleta (centros educativos, trabajo, ocio, alimentación, sanidad…).

 ¿Qué caracteriza el urbanismo inteligente y sostenible?

  1. Uso de energías renovables
  2. Fomento de la economía circular
  3. Implantación de jardines urbanos
  4. Desarrollo de una red eficiente de calles
  5. Dinamización de la economía del barrio
  6. Opciones de movilidad sostenible
  7. Inclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones

Si quieres saber más: Urbanismo sostenible, la creación de ciudades de forma inteligente

3.¿Cómo influye la digitalización de los servicios públicos en la Smart City y cuáles son sus beneficios? 

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La ciudad inteligente pone el foco en cuatro aspectos fundamentales: medioambiente, economía, movilidad y ciudadanía. Sobre estos cuatro pilares se desarrollan puntos tan importantes como la gestión eficiente de suministros de agua y electricidad, el manejo adecuado de los residuos o el control de la climatización en los edificios inteligentes.

Gracias a la incorporación de tecnología en distintas áreas urbanas se consigue mejorar el uso de los recursos públicos y gestionar de una forma más eficaz los servicios estatales:  

  • Alumbrado público. Una de las acciones para construir una ciudad tecnológica es incorporar alumbrado público inteligente, como las luminarias LED, este tipo de lámparas generan ahorros que rondan el 60%. Además, si se añade un sistema inteligente de gestión, el ahorro se multiplica, ya que permite la creación de un mapa con los puntos de luz que con aplicaciones de IoT controlan de forma remota las luminarias.
  •  Aparcamientos disuasorios, que forman parte de la movilidad urbana multimodal e inteligente, tienen como objetivo principal ofrecer a los conductores un plan alternativo para no entrar con su vehículo al centro urbano y fomentar el uso del transporte público. Cuentan con alta tecnología que facilita el día a día del usuario, impulsando la autogestión del espacio. Utilizan cámaras de lectura infrarroja, focos LED inteligentes y software para detectar las matrículas y vincularlas a un estacionamiento. Así como la instalación de sensores para detectar la ocupación de una plaza. 
  • El riego inteligente de parques y jardines, supone cerca del 60% del consumo de agua de las ciudades en climas áridos y semiáridos. Ante el incremento de las necesidades hídricas, cada vez más ciudades optan por instalar sistemas de riego inteligentes, que tienen como objetivo minimizar las necesidades de las plantas, a través de sensores que miden parámetros como la temperatura, la radiación solar, la dirección del viento, la tasa de precipitación y la presión atmosférica. Además, garantizan una racionalización del uso del agua y el cuidado del medio ambiente.
  • Control de calidad del aire. Más de tres millones y medio de personas fallecen cada año en el mundo a causa de la contaminación atmosférica. Los niveles de contaminación en los núcleos urbanos hiperpoblados, son un 80% superior a los recomendados por la OMS.

La #InteligenciaArtificial, el análisis de datos y el internet de las cosas implantados en #smartcities, abren nuevas posibilidades para conseguir monitorizar y reducir los niveles de contaminación. La instalación de herramientas digitales y sensores inteligentes permiten conocer en tiempo real los datos ambientales y analizar la calidad del aire.

Además, cámaras, escáneres 3D para medir el tráfico, y sensores ambientales ayudan a controlar el nivel de ruido o la contaminación.

Si quieres saber más: Digitalización de los servicios públicos en las smart cities

4. Las 10 ciudades más inteligentes en el mundo

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El IMD (International Institute for Management Development), institución académica independiente para líderes empresariales elabora cada año el IMD Smart City Index, el ránking más importante a nivel mundial para clasificar qué ciudades están adoptando un modelo de futuro sostenible, eficiente e interconectado para el beneficio de sus habitantes.

Según este índice, estas son las 10 mejores Smart Cities del mundo:

  1. Singapur. En 2019 era la economía más competitiva del mundo. Además, gracias a las medidas establecidas para atraer Inversión Extranjera Directa, incentivos fiscales y ser el único país asiático con calificación crediticia AAA, aumenta su atractivo para el comercio. En 2020 se destinaron 19 mil millones de dólares de fondos públicos para I+D. Desde 2008 Singapur estableció leyes para que las construcciones fuesen sostenibles. reducida o enfermedades crónicas. También han desarrollado sistemas de seguridad inteligente, que han logrado reducir los delitos en los últimos años.
  2. Zúrich. ha tenido en cuenta desde hace muchísimos años lo importante de los puntos verdes para la calidad de vida de sus ciudadanos: una ley de hace 125 años establecía que, al menos, el 30 % de sus bosques debían conservarse intactos. En 1990, la ciudad suiza firmó junto a Ámsterdam ‘The Great Compromise’ con iniciativas para mejorar la movilidad, como limitar el número de coches en el casco urbano, invertir en el uso de bicicletas, construcción de calles 100% peatonales… El aumento en energías renovables, concienciar a los ciudadanos en buenas prácticas que ayuden al ecosistema o el fomento del transporte público sostenible. Desde 2015 se han instaurado circuitos interconectados de electricidad, refrigeración y calefacción controlados por un sistema de gestión inteligente en varios edificios, reduciéndose significativamente las emisiones de CO2.
  3. Oslo. El agua es el protagonista indiscutible para que Oslo tenga el tercer puesto del ránking. La capital noruega está rodeada por el bosque de Marka y por el fiordo de Oslo. Ambas localizaciones están conectadas por vías de agua, pero esto no ha sido siempre así. De hecho, en la década de los noventa, estaban cubiertas y encerradas en tuberías subterráneas, y durante la última década se han reabierto tres kilómetros de estas vías. Además, el 56% de los transportes se basan en fuentes de energía renovables, los camiones de la basura funcionan con biogás y cuenta con cientos de kilómetros de carril bici.
  4. Taipéi. La capital de Taiwán fue la sede del Smart City Summit & Expo 2022, ejemplo y modelo de smart city, que ha conseguido gracias al Big Data (recopilación en tiempo real de usos y costumbres de los ciudadanos para el desarrollo de herramientas que eleven la calidad de vida), y el acercamiento entre el mundo urbano y rural a través de la innovación tecnológica. Además, el Gobierno ha desarrollado una aplicación para ofrecer al ciudadano una extensa variedad de servicios públicos, a los que pueden acceder desde cualquier lugar.
  5. Lausana. Exhibe músculo en distintas áreas como educación, salud, reciclaje y espacios verdes. Además, también se ha valorado su sistema de salud, la infraestructura digital o la cultura tecnológica. Esta ciudad, además, fue pionera en el concepto de ecocomunidad: se trata de edificios en los que se ha tenido en cuenta la sostenibilidad desde el plano hasta la construcción definitiva.
  6. Helsinki. Finlandia fue uno de los primeros países del mundo en colocar medidores remotos para registrar el consumo de electricidad de sus ciudadanos por hora, lo que facilitó enormemente la gestión de energía. Y en relación con la entrega de información sobre usos y costumbres, los ciudadanos de Helsinki no dudan en proporcionar datos para mejorar su calidad de vida. Un ejemplo ha sido el desarrollo de una app GPS que ayuda a personas invidentes a poder caminar por las calles. Además, el gobierno está preocupado por estrechar la brecha entre ciudades y pueblos gracias a las nuevas tecnologías, y se están probando drones para llevar recursos de manera sencilla, como suministros médicos, a aldeas remotas. Asimismo, elementos como la impresión 3D están ayudando a aumentar la vegetación en la ciudad.
  7. Copenhague. Uno de los puntos más favorables para el desarrollo de las ciudades inteligentes es la cooperación entre los servicios públicos y privados. Esto, junto a una filosofía de investigación en nuevas tecnologías, han propiciado que la capital danesa ocupe un séptimo puesto. Entre sus máximas aspiraciones, se encuentra la de ser la primera capital neutral en carbono para 2025. Para lograrlo, se está produciendo energía a partir de desechos urbanos y está en construcción una gran planta energética alimentada con astillas de madera, reemplazando así a una planta de carbón que generaba 600 MW. Como en otras ciudades inteligentes, el acceso a los datos de usos del ciudadano ha sido clave para el desarrollo sostenible de la ciudad. Otra de las claves, fue la creación del Energy Norddvhan, un laboratorio de tecnologías sostenibles que ha desarrolla proyectos eficientes para reducir la huella de carbono.
  8. Ginebra. Tercera ciudad suiza en aparecer en el ránking. Alberga 36 organizaciones internacionales y el 20 % de la superficie lo ocupan parques y zonas verdes; entre 2010 y 2017 el consumo general de energía en los edificios bajó hasta un 10 %; las emisiones de CO₂, un 30 %, esto debido gracias a paneles fotovoltaicos en los edificios públicos.Además, en ocho años (2009-2017) el consumo de energía por habitante cayó un 25 %; la ciudad evita el empleo de productos fitosanitarios para la vegetación, habiendo llegado a eliminarlos por completo. También se ha fomentado el uso del transporte público y los carriles bici llegaron a los 150 km en 2020.
  9. Auckland. Gracias a la cooperación entre el servicio de telecomunicaciones local y la empresa de transportes se ha construido una infraestructura IOT que posibilita atenuar las luces de los edificios de forma remota; bancos inteligentes que funcionan con energía solar con puertos de carga para móviles, bicicletas y patinetes eléctricos; sensores de estacionamiento y contenedores de basura inteligentes que avisan cuando necesitan mantenimiento…
  10. Bilbao. La capital de Vizcaya, es la única ciudad española en el ránking de las diez mejores ciudades inteligentes del mundo. Lo ha conseguido gracias a una gran nota en áreas como el transporte público, los espacios verdes, la prestación de servicios médicos… En 2019 un proyecto municipal unía los edificios municipales con fibra de alta velocidad, base de un sistema de red wifi pública que evoluciona rápidamente con la puesta en marcha de múltiples servicios.

Si quieres saber más: Las 10 ciudades más inteligentes en el mundo

Las ciudades consumen más del 60% de la energía producida en el planeta, pero además producen también el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por tanto son ellas, las que pueden proporcionar el 70% de las oportunidades rentables para la reducción de CO2. Así que tenemos en nuestra mano las soluciones inteligentes que permitirán mejorar la vida de las ciudades.