"Al calor del dinero barato y de la deuda fácil, se ha construido un valor ficticio, exagerado, hipertrofiado"

 Fuertes alzas al cierre de las bolsas europeas, en una sesión con varios cambios de signo, moderado volumen de negociación, y pocas referencias macro de importancia.

La jornada comenzaba por un lado con un cierre mixto en las bolsas asiáticas, y por otro con alzas en la preapertura de las bolsas europeas tras la prudente decisión del BCE de la semana pasada de mantener los tipos de interés, y el buen cierre de Wall Street el pasado viernes.

A pesar de estas subidas, las fuertes caídas de los grandes valores tecnológicos ha dejado un poso de intranquilidad en el mercado que tardará tiempo en desaparecer. “Si Facebook es capaz de caer un 25% en un día porque sus previsiones para el próximo trimestre no fueron lo esperado, ¿qué valor no podría hacer lo mismo?”, nos comentaba un gestor nacional esta mañana.

En este cierre de mercado queremos resumir la opinión sobre la situación actual de Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4 Banco, que suele tener una visión clara y acertada de los mercados. Veamos que nos dice Ureta:

“Febrero ha sido recibido por las Bolsas, en particular por las americanas, de la misma forma en la que terminó enero, es decir, con una alta volatilidad, que en esta ocasión ha tenido como protagonistas a destacadas compañías tecnológicas, incluyendo, y esta es la novedad de la semana, a una de las FAANG, en concreto a Meta Platforms, la antigua Facebook, es decir la "F" del acrónimo FAANG. Una compañía que ha cambiado el nombre para decir que ahora es ya algo más que Facebook, al haber orientado su modelo de negocio hacia el metaverso.

(…) Una semana la pasada movida, pese a que una vez más la evolución semanal de los índices parecería sugerir lo contrario. Frente a esa imagen de aparente tranquilidad, los bruscos giros y reversiones en el día se han convertido en lo normal en el inicio del 2022, y subidas o bajadas de un 2% en la sesión son ya habituales, haciendo olvidar los tiempos, no tan lejanos, de bajísima volatilidad en los que todo era previsible y suave, bajo el férreo control de la Fed.

Más suben Ibex 35
Arcelormittal28,40€1,244,55%
IAG1,90€0,063,51%
Acerinox11,67€0,272,32%
Banco Sabadell0,85€0,021,82%
Banco Santander3,31€0,051,58%
Más bajan Ibex 35
Siemens Gamesa16,96€-0,57-3,22%
Grifols-A14,85€-0,31-2,01%
Iberdrola9,54€-0,16-1,61%
Endesa18,90€-0,28-1,43%
Fluidra26,90€-0,35-1,28%

Con ese telón de fondo, la novedad de la semana pasada, en lo que a la volatilidad se refiere, es doble.

En primer lugar, la nueva dimensión que la volatilidad ha adquirido en las tecnológicas. El pasado jueves veíamos, por ejemplo, cómo los futuros del Nasdaq se disparaban al alza después del cierre de la sesión, tras haber sufrido el Nasdaq en la sesión del miércoles la mayor caída en un año, en concreto un 4,2%. En empresas concretas la intensidad de los movimientos fue mucho mayor. Así, por ejemplo, Snap pasó de perder en la sesión del jueves un 23,6% a subir tras el cierre, en el mercado "after hours" más de un 60% al presentar cifras que gustaron al mercado. Amazon, que había bajado en la sesión un 7,8%, subió after hours un 15% y Pinterest, que había bajado en la sesión un 10%, subió after hours un 20%.

En segundo lugar, la volatilidad extrema no se limita a compañías de segunda fila, sino que ha llegado al núcleo duro tecnológico, es decir, a las FAANG. Esta es, como decíamos, la gran noticia de la semana. El miércoles por la noche Facebook (ahora Meta Platforms) caía after hours un 26% tras publicar malas cifras del cuarto trimestre y previsiones poco excitantes para los próximos meses. Mark Zuckerberg fue especialmente pesimista en sus predicciones para el futuro, dibujando un panorama de competencia creciente (aludió al empuje de nuevas redes sociales como TikTok) y de mayor preocupación por la privacidad, algo que podría incidir de pleno en el hasta ahora modelo de negocio de Facebook, muy basado en monetizar vía publicidad los datos de sus miembros.

Esa brusca pérdida de una cuarta parte de su valor por parte de Facebook/Meta en unas pocas horas merece sin duda una reflexión, porque sitúa el significado de la volatilidad en un nivel distinto. Un nivel que conecta con la formación del valor y de los precios en los mercados financieros.

Lo sucedido en Facebook refuerza una impresión que ya habíamos tenido al ver el comportamiento de tecnológicas como Peloton, Zoom, Paypal, Uber, Robinhood o Netflix. La sensación es que la construcción de valor de esas compañías había sido demasiado acelerada, y, tal vez por eso mismo, poco sólida. Esa duda sobre la falta de solidez en el proceso de creación de valor empezó afectando a compañías de segundo o tercer nivel, como las llamadas "meme stocks", y se extendió luego a compañías más relevantes como las antes citadas, pero ahora empieza a afectar también, con Facebook, a las mega compañías. Es decir, a las compañías sobre las que se está construyendo la infraestructura de la sociedad digital del siglo XXI. Y no hay que olvidar que las FAANGs han llegado a ser casi el 25% de la capitalización total del S&P.

En definitiva, da la impresión de que, al calor del dinero barato y de la deuda fácil se ha construido un valor que en parte es ficticio, exagerado, hipertrofiado. Las proyecciones se habían hecho pensando en un mundo exuberante, lleno de dinero abundante y barato y las proyecciones apuntaban a un horizonte claro, despejado, sin ninguna nube. Lamentablemente la realidad es otra, nada es tan lineal y fácil como parece, y el dinero abundante y barato no dura para siempre. Eso conecta con lo que algunos llaman el "cambio de régimen" monetario, o dicho de otro modo, con el fin de la era del dinero barato tras más de una década en la que el mundo se ha configurado alrededor del dinero barato.


La Fed ha anunciado un cambio hacia la normalización monetaria, subiendo los tipos y reduciendo su balance, y el Banco de Inglaterra le ha seguido, subiendo tipos el jueves pasado. El BCE no subió los tipos, pero cambió su discurso y su presidenta Christine Lagarde tuvo que admitir que a lo mejor se une a la subida de tipos este mismo año. Como hemos dicho en muchas ocasiones, en nuestra opinión ese intento de endurecimiento de las condiciones monetarias puede quedarse a medio camino, tal y como sucedió en el 2018 con el anterior intento, que tuvo que ser abortado por la Fed. Pero, aunque así sea, un pequeño cambio en los tipos o en la liquidez puede tener un efecto muy negativo en un mundo lleno de deuda y adicto a las inyecciones de liquidez permanentes. Cualquier mínimo cambio monetario puede provocar grandes impactos.

Entramos así en la segunda semana de febrero, en la que hay muchísimos resultados empresariales y la que seguirán las tensiones en torno a Ucrania. Pero los ojos estarán sobre todo en los Bancos Centrales y, en este sentido, el lunes habla Christine Lagarde ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo y el jueves se publica el IPC americano de enero que se espera suba por encima del 7% y que podría reafirmar a la Fed en su posición "dura".

Con el petróleo ligero americano (WTI) por encima de 90 dólares barril y con el tipo del bono del Tesoro (T bond) americano encaminándose hacia el 2%, lo que cabe esperar es que la volatilidad que hemos visto en enero y en los primeros días de febrero continúe esta próxima semana, dando lugar a un proceso de ajuste de valoraciones que puede aún durar un cierto tiempo y que, siendo en cierto modo inevitable, solo cabe desear que sea lo más ordenado posible.





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