Análisis: el impacto del cambio de posición de Kicillof en la estrategia de Guzmán

A solo un día de entrar el default, el gobernador de la provincia de Buenos Aires anunció que pagará con fondos propios en vencimiento de 250 millones de dólares y se desdijo de sus afirmaciones previas respecto de que no tenía forma de pagar el BP21. De esta forma, Kicillof se midió en una pulseada con los bonistas y terminó perdiendo credibilidad. Además, puso de relieve que la coordinación con Martín Guzmán no era tal.

"El problema de la deuda en moneda extranjera requiere una solución global, que un default no hubiera ayudado a resolver sino todo lo contrario", dijo Kicillof en su cuenta de Twitter.


Precisamente por eso, en el mercado venían advirtiendo que era absurda la postura del gobernador de amenazar con ir a in default si los fondos no aceptaban postergar los vencimientos. En la teoría de las negociaciones, una amenaza no creíble equivale a un tiro por la culata. Y decir que no hay dinero para pagar y que no sea cierto, es percibido las antípodas de una negociación de buena fe.
Cabe aclarar que hay quienes como Diego Giacomini y Miguel Boggiano que consideran que la única forma de ir a una renegociación va a ser después de un default, de decir, después de haber demostrado que verdaderamente se agotó la capacidad de pago.
"La reestructuración se va a poner mas áspera, se va a extender más de lo que el Gobierno piensa; y esto va a repercutir negativamente en la macroeconomía doméstica. No puede descartarse más devaluación, más inflación y peor nivel de actividad. Menos empleo y más caída del poder adquisitivo del salario. Todo lo anterior contribuirá a generar respuestas fiscales negativas", destacó un informe de Economía y Regiones, la consultora de Giacomini.

Esta lectura no es respaldada por la mayor parte de los analistas. En  cambio, los analistas celebran que Kicillof haya cambiado su tesitura y recuerdan que esta posición fue responsable de un mes con el riesgo país arriba de los 2000 puntos básicos y ruidos en el mercado que obligaron al Banco Central a vender más de 300 millones de dólares para contener la cotización del dólar.

Indirectamente, Kicillof también revindicó que, como había señalado el equipo de Hernán Lacunza, en realidad sí había plata para afrontar los vencimientos de enero (entre los fondos en caja y los permisos de emisión) para avanzar en los meses siguientes en una reestructuración integral de la deuda.
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Por eso, analistas de mercado estiman que la pérdida de credibilidad del gobernador frente a los acreedores tendrá costos para los contribuyentes bonaerenses: "Para la reestructuración de la Provincia ya perdió credibilidad, entonces va a tener que ceder mucho más en las negociaciones", dijo a LPO el CSO de Bull Market, Ramiro Marra.

"En cambio, para la parte de Nación se puede interpretar de que metieron presión para que Axel Kicillof no complique lo que se estima que va a ser una negociación mucho más amigable y dialogada. No creo que los fondos se pongan tan duros con Nación como con Provincia por una cuestión de tiempos, hay más previsibilidad", agregó.

"Creo que si lo de hoy se complementa con una buena adhesión al canje y pago del resto del Bono dual va a generar un claro panorama de que podemos tener una negociación con gente racional que no va al conflicto como estrategia", concluyó Marra.



A su vez, como anticipó LPO, el acatamiento del pago pone de relieve que la coordinación entre las estrategias de Kicillof y la de Guzmán carecía de profundidad y era más bien una máscara de cara a los acreedores. El Ministro de Economía, que propuso un esquema menos confrontativo para la generación de consensos con los bonistas, quedó entonces como el más sensato de los dos.

"No pagar hubiera implicado abrir una Caja de Pandora con consecuencias difíciles de predecir, sobre todo para la provincia de Buenos Aires. La lección que deja: iniciar negociaciones con tiempo, sin tensar contrarreloj y sin arrancar con ‘no te pago nada', consideró el economista Martín Vauthier, director de la consultora EcoGo, al tiempo que remarcó que "el costo del default para la provincia era exponencialmente más alto que para Fidelity", el fondo al que Kicillof responsabilizó por no haber alcanzado el 75% de aceptación de su solicitud de postergación del vencimiento.

En líneas generales, el mercado recibió con optimismo la decisión de no ir a un default por 250 millones de dólares: el riesgo país se desplomó 6,2% a los 1891 puntos básicos y el bono Dual 2020 saltó 5,8% frente a la señal de pago.
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"Si bien el fallido consent provincial agregó ruido innecesario a un proceso incipiente de negociación, creemos que la decisión reafirma nuestra opinión de que el gobierno (que no descartamos haya incidido en la decisión final de la provincia) está convencido de la conveniencia de una reestructuración rápida que eluda el default. El desenlace debe ser visto como positivo para el crédito argentino, tanto por la posición fortalecida de los grandes tenedores de bonos como por la señal de que un acuerdo en el corto plazo sigue siendo un escenario factible: elevamos su probabilidad del 50% al 60%", señaló el informe de la consultora Elypsis que dirige la economista Victoria Giarrizo.