La reacción de las firmas de inversión y agencias de rating internacionales a la investidura ayer martes de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España ha sido inmediata. Ya empezamos a conocer discrepancias entre aquellas entidades que, sobre todo, ya venían desconfiando en los últimos meses de un Ejecutivo de coalición formado por partidos de izquierdas.
José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets, se hace eco de las críticas de la agencia de rating S&P con el plan económico del nuevo Gobierno. “No cree que cumpla los objetivos de déficit”.
Tampoco lo tienen muy claro en el banco alemán Berenberg. El pacto con los partidos nacionalistas puede provocar “daños serios”, han resaltado estos expertos. Florian Hense, economista de la entidad, ha afirmado a CNBC que "no es muy probable" que el nuevo Gobierno dure hasta el final del mandato.
Por su parte, Alvise Lennkh, responsable de análisis soberano de Scope Ratings, afirma que “es poco probable que el Gobierno reduzca de forma significativa el déficit estructural y la deuda de España, mientras que la propuesta de derogación parcial de las anteriores reformas del mercado laboral y de las pensiones podría afectar negativamente al empleo y a la sostenibilidad del sistema de pensiones”.
Aunque el Ejecutivo de coalición ha manifestado su compromiso de asegurar la estabilidad fiscal y reducir los niveles de déficit y deuda pública (esta última actualmente se sitúa en torno al 96% del PIB), “no está claro hasta qué punto el nuevo Gobierno mejorará el déficit estructural de España, que sigue siendo el más alto de la Zona Euro, en torno al 3% del PIB”, añade Lennkh.
La actual calificación crediticia de Scope Ratings para España es A-Estable. La firma prevé revisar este rating el próximo mes de marzo.
La entidad recuerda que, aunque aún no se han dado a conocer todos los detalles, el acuerdo establece la intención de aumentar el Impuesto sobre la Renta para las personas que ganan más de 130.000 euros al año en dos puntos porcentuales, y en cuatro puntos porcentuales para aquellos que ganan más de 300.000 euros, “por lo que afectaría aproximadamente al 1% de los contribuyentes”.
Por otra parte, “el impuesto sobre las ganancias de capital también se incrementará en cuatro puntos porcentuales para las rentas que superen los 140.000 euros, hasta el 27% frente al actual 23%, y el Impuesto de Sociedades tendrá un nuevo mínimo del 15%, mientras que los bancos y las empresas de energía tendrán que pagar el 18%”, apunta Alvise Lennkh.
Sobre este último punto, José Luis Cárpatos, de Serenity Markets, también se hace eco de las opiniones de JP Morgan (NYSE:JPM) y Goldman Sachs (NYSE:GS), que coinciden en destacar el impacto de los mayores impuestos para las eléctricas.
Por su parte, en un reciente análisis sobre las perspectivas de la economía española para este año, Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras de Julius Baer (SIX:BAER) España, apunta que “la perspectiva de un Gobierno débil y poco favorable a la libertad de empresa nos ha llevado a reducir nuestro optimismo respecto de la economía española. Recientemente, hemos rebajado la proyección de crecimiento en 2020 al 1,7%”.
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