Comienza una nueva administración que debe
hacerse cargo de una pesadísima responsabilidad que es la de
afrontar un país totalmente desordenado y en virtual default
técnico, con los mercados externos de crédito cerrados y con un
déficit económico y financiero colosal. Que hoy se debate entre
la miseria, la pobreza, la desocupación, la quiebra de empresas,
una inflación incontrolada y una deuda externa que el ex Presidente
Macri contrajo irresponsablemente, que dilapido con igual
irresponsabilidad, pero para agravar la situación con un pueblo que
viene siendo defraudado y frustrado por décadas y cuya capacidad de
tolerancia esta agotada.
Para ensombrecer más el panorama en el continente
estamos asistiendo a desbordes sociales impensados, de difícil
comprensión y solución como lo que acontece en Chile o el golpe de
estado en Bolivia, sumado a la inestabilidad social, política y
económica de Colombia, Ecuador y si incursionamos en Centro
América donde las democracias y sus instituciones están en serio
peligro, todo esto pone en riesgo la institucionalidad de sus
gobiernos y finamente México que cada día se encuentra más
sometido, acosado y controlado por los cártel de la droga.
Ahora bien la administración Fernández debe
restablecer el orden dentro de tanto desorden y coordinar las
variables económicas y financieras para poder encaminar a todos los
actores económicos y sociales por la senda de la reconstrucción y
el crecimiento sostenido, para ello deberá consensuar acuerdos de
gobernabilidad con los diferentes actores políticos, laborales,
empresariales y sociales y aquí es donde debemos todos los
ciudadanos de buena fe colaborar en esta tarea de reconstrucción.
El Presidente designo un gabinete heterogéneo, en
su mayoría de probada capacidad, otros que deberán demostrarla y
otros de conocida militancia kirchnerista, esta conjunción de
funcionarios que en algunos casos quizás no tienen coincidencias
programáticas ya que algunos son dogmáticos y otros eclécticos,
requerirá del Presidente gran ductilidad y profesionalismo, que por
otra parte bien sabemos que la tiene y nos la demostró a través de
su larga experiencia en el manejo de la cosa publica, por otra parte
el presidente Alberto Fernández siempre se mostró como un político
pragmático, dialoguista y en quien prima el sentido común.
Las prioridades inmediatas son convergentes:
pobreza, desocupación y Economías Regionales y Pymes en estado
agónico. Para lograr superar esta gravísima coyuntura se requiere
que simultáneamente se active la creación de empleo, de un
inmediato salvataje de las empresas Pymes que se encuentran en
situación de virtual quiebra por deudas impositivas, provisionales y
ahogadas fincieramente por créditos contraídos con un sistema
Bancario usurero que fue protegido y avalado desde el estado, esto
las llevo a su actual y eventual estado de cuasi-desaparición.
A todo lo expuesto sumemos que se fomento desde el
gobierno el arribo de capitales financieros golondrinas tanto de
argentinos como extranjeros que lograron tasas de interés de un
nivel astronómico y que luego trasfirieron al exterior, esto fuga de
divisas fue posible gracias un Banco Central que lo permitió y
favoreció, motivo por el cual algunos de sus funcionarios deberán
dar cuenta de su gestión. Para cerrar este circulo incalificable
con sorprendente e inconsulta rapidez contrajeron un descontrolado
endeudamiento con el FMI, que con igual celeridad se fugo al
exterior, de este particular accionar de la administración Macri
solo resultaron únicos beneficiarios los Bancos y capitales
golondrinas externos.
Ahora bien para sortear esta situación y lograr
los objetivos y propósitos expuestos sugerimos que deberíamos
tratar de considerar el “Plan Brady para las Pymes “ o “Bono
Pyme” que nosotros instrumentáramos desde el IADER para la CGE
(Confederación General Económica) y que propusiéramos al
Presidente Menem, el 4 de agosto 1997, cuando el empresariado Pyme
atravesaba una grave crisis de endeudamiento.
La propuesta sintéticamente era que las Pymes
mediante la titulizacion de sus deudas impositivas, provisionales y
bancarias en un Bono y su colocación en el mercado de capitales de
inmediato restablecieran la continuidad normal de su actividad, ello
permitiría su inmediata reconversión y activaría el mercado
laboral. Por otra parte este acercamiento indirecto del empresariado
Pyme a los mercado de capitales bursátiles, les ofrecería una nueva
fuente de financiamiento más económico, amplio y variado que el
bancario, favorecerá y promoverá el desarrollo de un mercado local
de capitales más sólido y eficiente y a su vez se fomentaría el
ahorro interno a través de los diferentes instrumentos financieros
que los mismos ofrecen.
En función de lo expuesto entendemos que su
consideración y ejecución permitiría el rápido salvataje de
nuestras empresas nacionales Pymes y de las Economías Regionales hoy
devastadas, reinsertar a grandes sectores sociales hoy marginados y
excluidos, y si a ello sumamos una nueva política económica y
social encaminada a reestructurar a un estado deficitario por
obsoleto, ineficiente y gigantesco, y conjuntamente comenzamos la
reestructuración del sistema tributario anacrónico que tenemos y lo
actualizamos acorde con la realidad de nuestras necesidades, y
concretamos la tantas veces dejada de lado reforma laboral moderna y
consensuada , sin duda comenzaremos a marchar.
Nadie duda que para generar trabajo se necesita de
capital y para tener capital se requiere del ahorro, pues bien todo
este andamiaje esta sustentado en reglas de juego estables y
seguridad jurídica, pero para ello debemos contar con jueces
honestos e idóneos es decir la justicia y los jueces son la base en
la que se sustenta y desarrolla toda la estructura de una sociedad
progresista y avanzada que permite a sus habitantes gozar de
bienestar general.
En esta coyuntura como decíamos deberán jugar un
papel fundamental las Economías Regionales y las Pymes quienes son
los mayores dadores de trabajo y los mayores creadores de riqueza
interna que con su desenvolvimiento potencian y dinamizan el mercado
interno y las exportaciones. Creemos y no dudamos que el Presidente
Alberto Fernández por vocación, formación y experiencia esta
íntimamente compenetrado de estas realidades necesarias, en razón
de lo expuesto debe tener la certeza de contar con que todo el
empresariado nacional al igual que las organizaciones obreras lo
acompañaran codo a codo en la gesta que se propuso. Insisto el
Presidente solo no puede, todos juntos y unidos con su conducción si
podremos, pues entonces todos a trabajar.
Diego Lo Tártaro
Presidente de IADER