¿M. E. Vidal estará dispuesta a buscar su independencia?

El fútbol suele ser una cantera inagotable de situaciones que sirven para comparar la vida política y otros ámbitos del quehacer nacional. La pasión por el deporte más popular, que volverá a ponerse al tope la semana próxima, emana alegorías. Una de ellas, de las más conocidas, dice: “equipo que gana no se toca”.

Es lo que está sucediendo con la campaña a gobernador de Axel Kicillof quien sigue con su recorrida por la provincia de Buenos Aires con el mismo método que lo hacía cuando apenas asomada el sueño de reemplazar a Vidal. Por otro lado, en el oficialismo comenzó a suceder un clásico de los vestuarios cuando los resultados no se dan: Las críticas solapadas, al director técnico o conductor por errores que se veían, pero no se expresaban. Los resultados mandan.
Esto último es lo que acontece, por ahora en voz más baja que alta, en el equipo de María Eugenia Vidal. De las críticas abiertas a Marcos Peña, léase Mauricio Macri por la estrategia electoral, comenzaron a levantarse voces sobre el accionar o, en todo caso, la inacción de la gobernadora ante las decisiones de la Casa Rosada. “Había que plantarse”, “Nos faltó fuego sagrado”, son algunos de los conceptos que pululan por los pasillos de gobernación o en mesas políticas vinculadas al ámbito bonaerense.
El dirigente peronista Julio Bárbaro tiene una frase para explicar lo mismo: “No se puede hacer una revolución de rodillas”. La utilizó con Daniel Scioli, pero también con María Eugenia Vidal. Entiéndase bien. En algún momento para conducir hay que confrontar. La política se trata de eso. Es conflicto permanente. Lucha de intereses. La guerra es la continuidad de la política por otros métodos, según definió Carl von Clausewitz.
Las consecuencias de no haber sostenido la idea de desdoblar la elección bonaerense hoy las paga caro la gobernadora y su elenco. Casi con el gobierno propio. Pero esas críticas internas abren la puerta a otra pregunta. ¿María Eugenia Vidal, tras esta experiencia, estará dispuesta a buscar su independencia? Falta aún una elección y el posterior control de daños si no logra revertir el resultado de agosto. Más tarde se verá. Eso sí, algunas señales aparecen en la actualidad.
Como se adelantó aquí hace varias semanas, Vidal confirmó que se quedará haciendo política en la provincia de Buenos Aires. Ya se habla de una hipotética candidatura en el 2021 para sostener el voto del espacio en territorio bonaerense. Pero aquí surge una nueva incógnita. Saber si lo que vendrá será una construcción propia en favor de la actual mandataria o se constituirá en la pata bonaerense del proyecto presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, quien cuenta con las mayores posibilidades de quedarse con poder real en la ciudad de Buenos Aires y sin reelección en tierras porteñas. Nadie podrá quitarle esa ambición. Hacerse esa pregunta hoy quizá resulte apresurado. Pero creer que es sólo el periodismo quien muestra ansiedad es un error. Los mismos políticos se envuelven en especulaciones futuristas.
Por lo pronto, la mandataria bonaerense volvió a compartir escenario con Mauricio Macri en el gran Buenos Aires. Fueron a Florencio Varela, donde gobierna Andrés Watson quien se mostró muy molesto porque considera que la obra del Metrobus no era prioritaria en un distrito con las dificultades lógicas de las comunas del segundo cordón del conurbano. Mientras Macri y Vidal realizaban el acto, el jefe comunal visitaba a la familia de José Bulacio, el operario de 50 años que falleció el martes en la tragedia de aeropuerto de Ezeiza.
De Florencio Varela también es el diputado Julio Pereyra, quien gobernó la comuna desde 1993 y tiene mucho predicamento. Se lo menciona como posible ministro de Axel Kicillof. Algo de ello existe en función de quienes aseguran tener la certeza que el ex ministro de economía lo valora tanto como al alcalde de José C. Paz, Mario Ishii. La Primera sección electoral quiere tener presencia fuerte en el futuro gabinete. Es posible que se retornen a los tiempos de Eduardo Duhalde en las pujas seccionales.
SOLO CONTACTOS INFORMALES
Los contactos informales entre las huestes de Vidal y el peronismo siguen vigentes. De todas maneras, no hay ninguna transición que se haya puesto en marcha, más allá de los comentarios. Sería improcedente porque aún resta una elección. Axel Kicillof dio la orden de no avanzar en ninguno de estos temas hasta el 28 de octubre. Sigue rodeado de sus personas de confianza mientras escucha y recibe propuestas de reuniones e invitaciones a diversos actos. Se aventura un gabinete que empezó a diseñar, pero sobre todo, más allá de los nombres lo importante es qué hacer.
Restan 30 días para las elecciones que van a definir el nuevo mapa político de la provincia de Buenos Aires. Pero también podrán en primer mojón para despejar algunas dudas. Esta vez, Vidal, ¿Buscará su independencia?
Sebastián Dumont