Las acciones más caras son en realidad las más baratas

Hace años volví a jugar al fútbol con mis amigos. Nunca fui muy bueno para los deportes, pero siempre me gusta hacer algún tipo de actividad física… 

Bueno, después de varios años sin jugar, ya no tenía botines y tuve que comprarme unos nuevos. Como no sabía cuánto iba a durarme este rebrote deportista, en ese momento decidí comprarme unos botines comunes en lugar de alguno de una marca reconocida. La diferencia de precio era importante, los de la marca de “la pipa” y las “3 rayitas” salían 5 veces más que los que me compré. 

Estaba convencido de que había sido un buen ahorro. Pero no fue así. 

A los 3 meses se me rompieron estos botines que me había comprado y tuve que salir a comprarme unos de marca que, hasta el día de hoy, casi 10 años después, sigo teniendo. 

Los botines más caros eran, en realidad, los más baratos si los comparaba con los 40 pares (1 cada 3 meses) que me hubiera tenido que comprar de los otros durante los diez años siguientes. 

Esta historia de que comprar barato sale caro, todos la vivimos. Sin embargo, seguimos cayendo en esos espejismos matemáticos. Pensamos que vamos a encontrar un tesoro oculto en algo barato y, en la gran mayoría de los casos, sencillamente recibimos lo que pagamos. 

Esto que me pasó a mí con los botines no quiero que te pasé a vos con tus acciones. 

Es por eso que en la columna de hoy te quiero mostrar cómo, muchas veces, las acciones que parecen más caras pueden ser en realidad las más baratas. 


Indicadores para valuar una empresa
A la hora de determinar el valor de una empresa, existen distintos indicadores. 

Veamos algunos de los más utilizados. 

El ratio Precio-Ganancias (P/E; Price Earnings, en inglés) es un indicador que muestra cuántos años de ganancias son necesarios para cubrir el precio de la acción. Por ejemplo, una acción que vale $10 y gana $1 por año, necesitará de 10 años para cubrir la inversión de entrada. En términos relativos, al compararla con otras acciones similares, nos dice si está “barata” o “cara” en relación con su competencia, independientemente de su precio de mercado. Si la empresa “A” tiene un ratio Precio/Ganancias de 10 y la empresa “B” uno de 12, entonces “A” es más barata que “B”, por más que en términos nominales sus acciones coticen más alto. 

Atención: Esta comparación sólo debe hacerse con empresas similares y del mismo rubro.

El ratio Precio-Valor Libro (P/BV; Price to Book Value, en inglés) es un ratio que compara el precio actual de la acción con el valor contable de su patrimonio. Números debajo de 1 (uno) indican que el precio en el mercado es menor al valor de su patrimonio y representan un indicio de que la acción está subvaluada. En cambio, números superiores a 1 nos dicen que el mercado está pagando por la empresa un precio mayor a lo que reflejan sus libros contables. 

El último indicador de valuación que veremos hoy (existen muchos más, pero estos son los tres más utilizados) es el de Precio-Ventas(P/S; Price to Sales, en inglés). Este indicador surge de dividir el precio de todas las acciones de la empresa por sus ventas, por lo que nos da una aproximación de cuántos años de ingresos de la compañía se necesitarían para recuperar nuestra inversión. 


Claves a mirar para elegir una empresa en la que invertir
No tenés que quedarte sólo con la valuación de la empresa, porque la mayoría de los indicadores hablan del pasado y lo que uno debe mirar para invertir son las perspectivas futuras. 

Por ejemplo, el indicador precio-ganancias se basa en las ganancias actuales, pero si la compañía tiene un ritmo rápido de crecimiento, el número de este año podría ser alto y, el del año siguiente, bajo. 

Mirá por ejemplo la impresionante tasa de crecimiento de Netflix desde 2015: 



Si hubieses considerado máximos y mínimos de 2015, 2016 y principios de 2017, hubieses considerado que la acción estaba cara. Hubieses esperado una caída, cuando ahora podemos ver, en el largo plazo, que estaba recorriendo una tendencia brutalmente alcista. 

Los principales factores a mirar al momento de invertir en una acción es que se trate de una empresa con un buen management, en una industria que genere y siga generando ganancias, con una estructura de endeudamiento sana y con ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. 

Así que ya sabés, la próxima vez que veas las acciones de una empresa que reúna estas características, hacé oídos sordos a los gurús que te digan que están carísimas y poné una parte de tu cartera de inversiones en ellas. 

Cuidar tu capital es respetarlo, y siempre recordá que lo barato sale caro. 

Hasta la próxima. 

Equipo de INVERSOR GLOBAL