Las bolsas se la juegan en las próximas tres semanas

Amanecíamos con la noticia de que el presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, abría la posibilidad a un recorte de tipos de interés en el corto plazo para “ayudar a que se alcancen los objetivos de inflación”. La reacción fue inmediata: Los fondos federales descontaban una probabilidad del 60% de rebaja de tipos en la reunión de la Fed de julio.
Esto no ayudó demasiado a los activos de riesgo europeos en la apertura de la jornada: El Ibex 35 abría con un descenso del 0,62%, mientras que el Eurostoxx 50 caía un 0,53%. El volumen de contratación era bajo.

“Todo apunta a que las principales economías del mundo se están desacelerando (…). Ahora bien, que la mencionada desaceleración vaya a terminar en una nueva recesión global sin remedio como parece que están descontando los mercados de bonos mundiales en las últimas semanas es algo que no tenemos tan claro. Creemos que todavía hay tiempo para evitarlo y en ello los bancos centrales juegan un papel determinante. Así, esperamos que en las reuniones de sus comités de política monetaria se anuncien cambios en sus estrategias”, comentaban los analistas de Link Securities en apertura.
Y es que en las próximas tres semanas se reunirán los comités de política monetaria del BCE (este jueves), de la Fed (18 y 19 de junio), del Banco de Japón (19 de junio), y del Banco de Inglaterra (20 de junio). De la decisión de estos bancos centrales, y principalmente, de sus orientaciones sobre el futuro, dependerá en gran parte la evolución de los mercados de riesgo en los próximos meses. Si los bancos centrales se muestran receptivos a un entorno peor de lo esperado, y sugieren que actuarán en consecuencia, las bolsas pararán las caídas. Si no es así, seguirán bajando.
Volviendo a la jornada de hoy, tras la primera hora de negociación los mercados de valores europeos reducían sensiblemente sus descensos, y el Ibex 35 se situaba en terreno positivo. Para ello tenía mucho que ver el buen comportamiento del sector bancario español, que como venimos advirtiendo en las últimas semanas, está viendo dinero institucional acumulando en las caídas. Buena señal para estos valores para los próximos meses.

A las 11:00 conocíamos el IPC de la zona euro en mayo con una subida del 1,2% frente el 1,3% esperado. En tasa subyacente, los precios subieron un 0,8% interanual en mayo frente un 0,9% esperado. También se publicaba la tasa de desempleo en la zona euro en abril que se situaba en el 7,6% frente el 7,7% esperado.Respecto a la guerra comercial, un poco lo de siempre. Las autoridades chinas están advirtiendo a sus ciudadanos de los peligros de viajar a EE.UU., ante el posible acoso que pueden sufrir por parte de los cuerpos de seguridad estadounidenses, y de la violencia armada, robos y otras amenazas. Un paso más en el tensionamiento de las relaciones entre ambos países.
Un dato que destacaríamos era el nuevo mínimo histórico que se alcanzó en la rentabilidad del bono a 10 años español, en línea con la caída de las rentabilidades en Europa. Alcanzaba los 0,653% a media sesión. En esos momentos las bolsas europeas subían cuatro décimas porcentuales, y el Ibex 35 subía un 0,73%. Wall Street subía en preapertura cerca del medio punto porcentual, ascensos que se situarían en las cercanías del punto porcentual en los primeros minutos de contratación de la jornada americana.
Poco después de esa apertura se publicaban los pedidos de fábrica de EE.UU. De abril, que caían en un 0,8% frente la subida del 1,9% anterior. Mal dato, aunque esperado. No tuvo efecto en los mercados.
Los inversores aún recuerdan la época de dinero para todos.
De ahí al final de la sesión se mantuvieron las alzas cercanas al punto porcentual, con el sector bancario liderando los ascensos.
En resumen, rebote de los mercados de valores tras las últimas caídas parte por un evidente cierre de cortos, y parte por la sensación entre los inversores que los bancos centrales no permitirán que la situación económica se les complique. La fe de estos inversores en los organismos de política monetaria es bíblica. Aún se recuerda en los mercados la época del “dinero para todos”, que provocó uno de los mercados alcistas más pronunciados de la historia, sobre todo en EE.UU., desde los mínimos de marzo de 2009. ¿Estará esta fe justificada? Contestaremos que en el pasado estos mismos bancos centrales no pudieron evitar las recesiones económicas cíclicas. Poco más que decir.


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