"Nos esperan meses muy difíciles en el frente financiero hasta quese resuelvan las elecciones", sentencia en una entrevista coniProfesional el economista Esteban Domecq, presidente de laconsultora Invecq desde hace siete años.
El también integrante del comité de la agrupación empresariaIDEA y director general de la ExpoEFI (Exposición Argentina deEconomía), que ostenta los títulos de Magister en Economía yFinanzas como respaldo, concluye que en caso que no avance eltratamiento de los temas estructurales que tiene el país se puede irhacia "un estancamiento definitivo".
En cuanto al panorama electoral, sostiene que la economía reciénse podrá encauzar después de que se defina quién será el próximoPresidente de la Nación, y en el mientras tanto no se observará unamejora sustancial de la actividad.
Por lo pronto, proyecta una inflación de entre 2% a 2,5% mensualen el próximo semestre, y un acumulado de 40% para todo el año.
-Los números de la actividad no son muy alentadores, ¿cómo ve la economía del país?
-La economía se encuentra transitando una nueva fase recesivadesde el segundo trimestre del 2018, como consecuencia de lasequía y de la posterior corrida cambiaria (crisis de balanza depagos mediante). Dicha crisis expuso los desequilibrios, fiscal yexterno, que esta economía arrastra desde hace años. Al cortarse elfinanciamiento producto de la crisis, el gradualismo económicoderivó en la intervención del FMI, y se vio forzado a empezar acorregir algunos problemas más aceleradamente.
-¿Y qué es lo que se puede esperar para los próximos meses?
-En base a los últimos saltos, ¿cómo ve a la inflación y al dólar para este año?-Con una mirada de más largo plazo, esta nueva fase implicaclaramente una agudización del ciclo de estanflación en el cualestamos desde el año 2011. En tanto, si me focalizo en el cortoplazo, ya desde fines del año pasado la economía encontró unnuevo piso en el nivel de actividad, y desde entonces está tratandode entrar en una nueva fase de recuperación. Los datos dediciembre, enero y febrero mostraron subas en la comparaciónmensual sin estacionalidad que confirman esa lectura. Pero enmarzo volvimos a retroceder. Lo que estamos viendo es unescenario muy condicionado por lo contractivo de la política fiscaly monetaria del programa de estabilización, y por la inestabilidadque genera la incertidumbre electoral en el frente financiero.
-Creo que ya sin el estímulo monetario desde octubre del añopasado, y con los últimos cambios en cuando a la políticacambiaria del Banco Central, la inflación debería ir desacelerandoen los próximos meses, hasta converger a un valor promedio de 2% o 2,5% mensual en el próximo semestre. La pulseada va a estar enel mercado de cambios. En la medida que el BCRA logre mantenerel dólar estable, deberíamos esperar terminar con una inflación alo largo del año de 40% y un tipo de cambio dentro de la zona dereferencia.
-¿Puede haber una nueva corrida cambiaria en la previa a las elecciones?
-Sin dudas, nos esperan meses muy difíciles en el frente financierode acá hasta que se resuelvan las elecciones presidenciales. Creo, en ese sentido, que la corrida cambiaria será permanente. Lo queirá variando es el nivel de tensión de la misma a lo largo de estosmeses. Con las recientes modificaciones, el Banco Central cuenta, desde mi punto de vista, con los instrumentos adecuados parahacer frente a una situación de disrupción cambiaria. Pero es muydifícil predecir lo que sucederá finalmente, sobre todo teniendo encuenta el grado de vulnerabilidad de nuestra economía, laincertidumbre electoral y lo que puede suceder en el frenteexterno, que está muy complejo.
-El elevado déficit público es uno de los cuestionamientos al Gobierno, ¿considera que se está haciendo todo lo posible para bajarlo?
-Creo que hay que conjugar las acciones en función de lascircunstancias. La corrección de desequilibrios fiscales está muysupeditada a la posibilidad de obtención de financiamiento, por unlado, y a lo que sea socialmente tolerable por el otro. La herenciaen materia fiscal era muy pesada por el nivel de déficit, perotambién por dinámica indexatoria del gasto público. Con losmercados súper líquidos se optó por un gradualismo demasiadolento durante los dos primeros años de gestión. Una vez que seperdió el financiamiento producto de la crisis del año pasado, elesquema tuvo que virar hacia algo más agresivo. La política tieneque lograr un equilibrio entre la restricción presupuestaria y la pazsocial. Esto nunca es fácil.
-Sin lugar a duda, un programa económico de corrección fiscalcomo el que se está encarando genera una gran dicotomía entre loque necesita la política, o se necesita electoralmente, y lo que sepuede dar económicamente. La política fiscal y monetariacontractiva restará votos de cara a las elecciones para el oficialismoya que tendremos una economía que llegará a octubre sin grandesnúmeros para mostrar. Este es el gran desafío para el Gobierno.-¿Atenta lograr a que esto ocurra en lo inmediato por la focalización de los políticos en las elecciones presidenciales?
-¿Qué estrategia económica cree que sería la mejor para salir de la crisis?
-Hoy el escenario político marca la cancha de lo que se puedehacer en materia económica. El escenario recesivo tiene uncomponente de incertidumbre política muy importante que no seresuelve hasta que los argentinos vayamos a las urnas y definamoscómo queremos continuar a partir del 10 de diciembre. En estesentido, de acá hasta octubre no se puede esperar mucho más entérminos económicos que transitar la recesión y esperar una tenuerecuperación. Lamentablemente, los tiempos de la economía noson los tiempos de la política. Cuando inicie el próximo mandatoempezaremos de nuevo.
-¿Cómo el país puede ser competitivo y qué sectores deberían encabezar este crecimiento al país?
-Hablar de competitividad en serio implica hablar de reformasestructurales de fondo que cambien el sistema económico de raíz. Las reformas deberían comprender al gasto público (tamaño yasignación), al sistema tributario (cantidad de impuestos, burocracia, simplificación y reducción de presión impositiva), unareforma del sistema previsional (hoy deficitario), reforma delmercado laboral acorde a los mercados del nuevo siglo y unverdadero desarrollo del mercado financiero, hoy uno de los máschicos en términos relativos del mundo.
-¿Si no se avanza en estos temas necesarios qué ocurriría?
-¿Qué ocurriría con la gran cantidad de sectores que hoy no lucen competitivos?-En un mundo hiper globalizado, no avanzar en los temasestructurales puede implicar un estancamiento definitivo deArgentina. En esta transformación los sectores que deberíanencarar este crecimiento deberían ser la agroindustria, la energía, la minería, el turismo, actividades empresariales, economía delconocimiento y muchos sectores relacionados con el sectorterciario de servicios, que son las áreas que tienen mayorpotencialidad de generar valor agregado.
-En economía todo se transforma. De la misma manera quemuchos oficios van quedando obsoletos y desaparecen, constantemente surgen otros nuevos. Lo mismo sucede a nivelsectorial. Y los recursos asignados a sectores no competitivosdeberán realocarse en otros más dinámicos. En algún momentodeberemos dejar ir lo viejo para darle paso a lo nuevo. Implica unimportante cambio cultural para una sociedad que está tanaferrada al pasado y que le cuesta tanto avanzar.
-¿Cómo puede evolucionar la economía si gana el oficialismo?
-Al margen de los partidos políticos y los nombres propios, creoque las alternativas económicamente hablando están en función desi avanzamos o no en cuanto a terminar de normalizar la macro ycorregir los problemas. En la medida que el resultado electoral seafavorable en pos de concluir con la normalización y avanzar con laagenda estructural, la economía podría encausar una nueva fase decrecimiento sostenido próximamente. En la medida que nohagamos lo tenemos que hacer, la situación puede complicarsemucho más. Depende de todos nosotros.
-La gran pregunta tras el acuerdo con el FMI es qué poder de flexibilidad tendrá el próximo Gobierno, dadala cantidad de vencimientos que comienzan en 2020...
-Creo que el horizonte financiero se va a despejar una vez que sedespeje el escenario político. Hoy Argentina enfrente un problemade liquidez producto de la crisis cambiaria del año pasado y de quese cerraron los mercados producto de la importante incertidumbreque genera la situación política respecto a quién va a gobernar laArgentina los próximos cuatro años y qué es lo que hará con laeconomía. Creo que un buen desenlace político puede hacer que serestablezca la confianza en el país, y eso ayudará mucho paraenfrentar los vencimientos de deuda que tenemos en los próximosaños.-
iprofesional