El S&P en máximos, corrección a la vista

Llega mayo y los operadores norteamericanos y europeos están con los pelos de punta. No por cuestiones políticas, económicas ni migratorias, sino por temas puramente bursátiles. La inquietud de los traders tiene que ver con que los calurosos meses del verano boreal presuntamente golpean a las acciones. 

¿Alguna vez escuchaste la frase “sell in May and go away” (que, en inglés, significa ‘vendé en mayo y huí’)?

Esta frase originalmente proviene de un viejo dicho inglés que se completa con la orden “Volvé el Día de Saint Leger”. El dicho se remonta a que antiguamente un grupo de aristócratas, comerciantes y banqueros dejaban Londres durante los calurosos meses de verano y volvían para la clásica carrera hípica que se celebra en Doncaster a mediados de septiembre. 

Inversores norteamericanos y europeos tomaron esta frase para adaptarla a una estrategia de inversión que se centra en una presunta estacionalidad de los mercados bursátiles. 

Según esta corriente, las acciones suelen subir en los meses de otoño e invierno boreal (entre octubre y mayo) y tienen una performance comparativamente baja en los meses vacacionales de verano. 

Algunos estudios corroboran la existencia de cierta estacionalidad en los precios de las acciones. Desde 1950 hasta 2013, el índice Dow Jones rindió, en promedio, un 0,3% en los meses que van de mayo a septiembre. En cambio, el retorno medio que el índice norteamericano exhibió entre octubre y abril trepó al 7,5%. La diferencia de rendimientos se debería a que los volúmenes negociados caen fuertemente durante las vacaciones de verano y se recuperan en los meses de invierno, con la vuelta al ritmo laboral.

Al mismo tiempo, encontramos evidencia que debilita esta teoría. Nombrando algunos casos puntuales, los últimos tres períodos mayo-septiembre dejaron retornos del 3%, 7% y 9%, similares a los rendimientos promedio de otoño e invierno. Y los crack bursátiles de 1929, 2000 y 2007 arrancaron en los meses de octubre, marzo y noviembre, respectivamente.

Con lo cual, la teoría no está avalada firmemente por los datos de la realidad.

Pero, volviendo al presente, ¿conviene preventivamente huir del mercado norteamericano en mayo? Todo parecía indicarnos que sí. 


Fuente: Investing
Como podemos ver en el gráfico, el S&P 500 se encuentra en niveles máximos históricos luego de la difusión de noticias espectaculares acerca de la economía norteamericana. Los mercados suelen “hacer techo” en medio de la euforia generada por excelentes datos económicos.Nada hace prever que las acciones puedan bajar. El mercado está comprado. Para seguir subiendo, necesita incorporar nuevos compradores que convaliden mayores subas de precios. Pero como el mercado está lleno de operadores comprados, se queda sin combustible para prolongar la senda alcista. Ante la caída de los movimientos, varios operadores deciden tomar ganancias y generan la presión vendedora que hace caer los precios. 

Pasemos a estudiar el gráfico desde el punto de vista del análisis técnico.

Si miramos la trayectoria del S&P 500, encontramos que el miércoles el índice rompió la formación de cuña hacia abajo. De acuerdo al análisis técnico, luego de que se produce esta ruptura en dirección contraria a la tendencia, hay una alta probabilidad de que suceda una reversión de la trayectoria. Como las acciones venían subiendo, la ruptura hacia abajo de la cuña sugiere que el S&P 500 caería en las próximas jornadas o semanas, a menos que rápidamente vuelva a ubicarse dentro de la cuña. 

En las primeras horas de la jornada del viernes se encontraba haciendo un movimiento de “confirmación” de la ruptura: volvía a los niveles que antes funcionaban de soportes de la cuña y ahora resultaban resistencias. A raíz de este tipo de movimiento (denominado pull-back en el análisis técnico), aumentan las chances de que las acciones corrijan en el corto plazo.

Otra de las señales que nos advierten acerca de una probable caída de las acciones norteamericanas es la divergencia bajista entre los valores del S&P 500 y los del indicador técnico RSI. Mientras que el índice mostró una trayectoria alcista entre febrero y mayo, con máximos y mínimos crecientes, el RSI se movió en un rango lateral-bajista con mínimos crecientes pero máximos decrecientes. Esta divergencia en las direcciones de los máximos nos transmite que la tendencia alcista se estaría debilitando y que podría venir una caída promedio de las acciones.

Por último, el índice de volatilidad implícita (VIX), también conocido como ‘el índice del miedo’, se ubica en los 12-14 puntos, un nivel relativamente bajo. Recordemos que el VIX aumenta cuando los operadores compran opciones put para protegerse de una eventual caída de las acciones. 


Fuente: Investing
Si analizamos el gráfico de arriba, vemos que el VIX hizo piso el 17 de abril en los 11 puntos. A partir de ese momento, el índice del miedo comenzó a subir hasta llegar a los 16 puntos. Una señal de que los operadores volvieron a cubrirse de una baja a pesar de que las acciones seguían subiendo. Si las acciones llegaran a bajar, el VIX se iría nuevamente hacia los 16 puntos que, en caso de superarlos, provocaría una caída aun mayor de las acciones.

En definitiva, los gráficos parecen indicarnos que es probable que se produzca una corrección de las acciones norteamericanas. Por lo cual, el “sell in May and go away” sería una oportuna sugerencia para los que invierten en acciones de Estados Unidos. 

Hasta la semana que viene,

Bruno Perinelli

Para CONTRAECONOMÍA