El techo no importa: si el ruido político empuja al dólar, el BCRA lo frenará dentro de la banda

Por estas horas, si hay una certeza que comparten todos losanalistas y operadores es que, en la medida en que avance lacampaña electoral y la economía siga dando malas noticias, las posibilidades de que el dólar recupere velocidad son cada vez másaltas.

No es algo que ocurriría en el cortísimo plazo. De hecho, la divisaha estado en los últimos días por debajo del piso, en la zona dondeel Central compra en vez de vender.

Sin embargo, conforme se acerquen los comicios, nadie descartaun eventual salto. En ese caso, la mayoría de los analistas coincideen que el Banco Central debería frenar a la divisa antes de quellegue al techo de la banda cambiaria.

Por eso las preguntas que empiezan a plantearse  ahora son cuándoy cómo intervenir, y si la entidad monetaria tendrá la fuerzasuficiente como para controlar a un mercado nervioso.

La polémica sobre si el techo de la banda cambiaria es demasiadoalto -y sobre si el Banco Central debería hacer lobby ante el FMIpara bajarlo- está dejando paso a otro debate en torno al dólar. 

Por lo pronto, sin poder intervenir directamente con ventas, lasherramientas con las que cuenta el BCRA son dos: la tasa de interésy las operaciones en el mercado de futuro.

En el primer caso, como bajo este esquema la tasa se define demanera endógena, el Central podría inducir un alza en elrendimiento de las Leliqs.

En el segundo, si bien rige un límite del Fondo MonetarioInternacional (FMI) a las ventas a futuro, hoy tiene un saldoprácticamente neutro, con lo cual tiene municiones por casiu$s3.000 millones.

Claro que hay otro as bajo la manga y lo tiene Hacienda, con másde u$s10.000 millones que puede vender para saldar compromisosen pesos.

La amplitud de casi un 30% entre el piso y el techo que delimitan lazona de no intervención fue criticada en las últimas semanas porvarios economistas, entre ellos el exministro Domingo Cavallo. Yhasta trascendió que el Gobierno estaba negociando con el Fondopara poder acotarla, si bien desde el Banco Central desmintieronque en las reuniones se haya hablado de la posibilidad dereducirla. 

De cualquier manera, los expertos advierten sobre los riesgos dedejar que la divisa estadounidense escale rápidamente. Tal es elcaso de Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment: "Nopueden dejar que el dólar vaya del piso al techo de la banda, esoestá clarísimo", señala.

Para luego agregar: "Una disparada del dólar hace saltar lainflación y tendrían que subir muchísimo las tasas".


El propio vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, en la últimapresentación del Informe de Política Monetaria (IPOM), el 23 deenero, dio la respuesta oficial sobre la posibilidad de achicar labanda cambiaria y apuntó a una mayor flotación.Según el BCRA, cada vez flotará más

"Tenemos un esquema que de por sí entendía que teníamos quetener una zona de no intervención que fuese amplia. La idea es irconvergiendo de a poco a la flotación y no todo lo contrario", dijoCañonero.

Lo que no se está claro en el mercado es si ese es el pensamientooficial o el que imponen las autoridades del FMI, que abiertamentese muestran a favor de una divisa que flote.

"El Gobierno y el Banco Central están encorsetados por el esquemaque el FMI les planteó. La caja de herramientas que tienen, en elcorto plazo, es hacer subir indirectamente la tasa", destaca AmilcarCollante, economista de Cesur.

"En la licitación de Leliq podría salir de manera agresiva aabsorber muchos pesos, y así hace saltar la tasa para que frene unpoco el drenaje al dólar", explica.

Otra de las herramientas, agrega Collante, es intervenir con ventasen el mercado de futuros.

"Las posiciones en diciembre del BCRA cerraron en cero y hoy elprecio está muy alineado con lo que es la banda inferior. En uneventual escenario de incertidumbre creciente y con una alta tasade devaluación esperada, esa es otra arma que pueden usar y está avalada por el Fondo", asegura el economista de Cesur.

Si bien en el Central prefieren no dar detalles sobre su posiciónactual en contratos a futuro, en el mercado especulan con que enlas últimas semanas hubo compras del organismo para hacer subirlevemente el precio en los vencimientos más cortos.

"A fin de diciembre estábamos en cero", se limitan a decir en elBCRA al ser consultados sobre su posición.

Según el acuerdo con el FMI, el BCRA no tiene un límite concretopara intervenir en futuros, aunque sí está acotado a la emisión quegeneren esas operaciones, ya que debe cumplir con la meta decrecimiento cero de la Base Monetaria.

Fuentes del organismo calculan que hasta septiembre puedenvender como límite unos u$s3.000 millones en la rueda del Rofex, el mercado por donde se concentran las operaciones a futuro.


En caso contrario, agrega el experto, "lo mejor es que el BCRArespete las dos puntas diarias de no intervención"."Desde Balanz únicamente vemos positiva una intervención delBCRA en este mercado en un escenario de varios días consecutivosde subas muy fuertes, aun estando dentro de la zona de nointervención", sostiene Martín Saud, senior trader de Balanz.


Para Federico Furiase, director del Estudio Eco Go, ante un fuertesalto del billete verde o un movimiento disruptivo, "la primeraseñal la veríamos en la tasa o en uso de la posición vendedora enlos mercados de futuros".

La tercera carta que tiene el Gobierno sería la venta de las divisasque tiene el Tesoro que, según adelantó el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, suman alrededor de u$s10.000 millones.

Un arma de doble filo
"Si el Tesoro usa su poder de fuego para calmar presión cambiaria,estaríamos ante un arma de doble filo", advierte Furiase.

"Es que estaría escondiendo una debilidad por el lado delrefinanciamiento de las Lecaps y del programa financiero. Esesería el verdadero costo de la venta de dólares del Tesoro", explica.

La visión de Furiase es que, en un escenario de presión cambiaria, si el organismo se desprende de las divisas que el FMI le dio parapagar deuda, esto revelaría que es más difícil la renovación de lasLecap, al tiempo que dejaría menos excedente para el programafinanciero del 2020.

"El ratio de refinanciamiento de Lecaps y la evolución de losdepósitos juegan en esa decisión de cuándo dar alguna señal", agrega.

Para Collante, "el primero que debería salir a hacer punta ante unademanda fuerte es el Tesoro, que seguramente esperaría algúnmovimiento disruptivo para intervenir en el mercado".

Más allá de las advertencias, desde Portfolio Personal Inversiones(PPI) señalan que en ninguno de los escenarios que manejanprevén un salto del dólar en los meses preelectorales.

"No es lo que estamos viendo. Si uno analiza el mercado cambiario,sobran dólares y faltan pesos, salvo que el escenario político secomplique demasiado", explica Sabrina Corujo, jefa de research dePPI.


Para Corujo, una de las armas que usará el Central para evitarpresión sobre el tipo de cambio es seguir limitando la cantidad depesos en la economía. "El BCRA va a mantener la estrategia delapretón monetario que viene haciendo desde octubre", destaca lajefa de research de PPI."Estamos ante un escenario en el que el tipo de cambio semantiene cerca del piso de la banda, con algún tipo de volatilidadpor el clima político, pero ni cerca de la mitad de la banda", sostiene Corujo y agrega que la tasa de interés tendería a caer másgradualmente para que sea atractiva, siga siendo positiva y nogenere presión adicional hacia el mercado cambiario.


El director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, prefiere no darpor sentado que en los meses previos a las elecciones seguirá elesquema de bandas, aunque sí sabe que el Central defenderá untecho para el tipo de cambio.

"Todavía no sabemos si en el tramo previo a las elecciones va ahaber banda, porque está garantizada hasta mediados de año, perono es seguro después", razona.

Según Kalos, el régimen de bandas es más para una salida de unacrisis, más allá de que le viene rindiendo al Gobierno en cuanto ala estabilidad cambiaria.

"Lo llamativo es que es un régimen muy parecido al que se teníacuando la crisis de 2018 estalló, porque en definitiva permite unlargo tramo en la cotización del dólar en el cual el BCRA nointerviene. Eso es libre flotación", sostiene.

El salto que activa el resorte
Con respecto a cuál es el salto que gatillaría las alarmas oficiales ygeneraría la reacción del BCRA, todos coinciden en que no hay unporcentaje diario ni un valor del tipo de cambio, ya que dependedel momento y del contexto.

"Si hay una caída de monedas emergentes al mismo tiempo, delorden del 1,5% o 2% en un día y la Argentina, que tiene más beta,se deprecia 3%, no es para intervenir mucho porque se lo llevanpuesto", detalla López Alfaro.

"Pero si hay un shock local por alguna encuesta o ruidopreelectoral y la moneda empieza a subir 4 o 5%, ahí sí tendría queintervenir, advierte.

Para Furiase, lo que haría saltar las alarmas en el Gobierno"dependería más de la velocidad y la percepción de inestabilidadque de un nivel en particular de tipo de cambio".

Sea como fuera, y más allá de la estabilidad momentánea, es difícilque el ruido preelectoral no impacte sobre el valor del dólar. Elgobierno ya está trabajando en reducir esos riesgos, en gran partecon el torniquete monetario del BCRA, que reduce al mínimo laposible demanda.

Y, según dejaron trascender las autoridades del Central, si es necesario llevar la tasa a niveles altísimos para frenar una eventual corrida, no dudarían en hacerlo. El mercado también espera esa respuesta.







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