Qué hay detrás de la polémica por las policías locales en provincia

Las policías locales de los municipios bonaerenses fueron polémicas desde su inicio, allá por 2014. El corto entrenamiento y los conflictos administrativos generaron la necesidad de replantear el sistema en pos de garantizar la seguridad de los vecinos de los propios agentes. Las soluciones son foco de debate.
La Policía Local se creó por decreto del ex gobernador Daniel Scioli en 2014. El proyecto salió a las apuradas y era la forma vistosa de ofrecer una solución al terrible problema de seguridad que afectaba a la Provincia de Buenos Aires.
La nueva fuerza desde su inicio dependió de la Provincia: a su cargo está el reclutamiento, el entrenamiento y el pago de los sueldos. Cada Municipio corre con los gastos del mantenimiento de los patrulleros y de la compra de uniformes; también están involucrados en la dirección, pero cada Policía Local responde, en última instancia, al comisario local de la Policía Bonaerense.
Además de esta complicada metodología de administración, la fuerza comenzó a mostrar problemas inmediatos: desde una mayor cantidad de egresados que la actual capacidad de incorporación al servicio, hasta problemas de formación, que surgen del rápido entrenamiento que reciben los jóvenes -una capacitación de seis meses que después se extendió a nueve-.
En este marco, el ministro de Seguridad de la provincia y la Gobernadora, Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal respectivamente, vienen avanzando en un plan de adhesión voluntaria de las fuerzas locales a la Policía Bonaerense. El objetivo es centralizar y desburocratizar el funcionamiento general.
Además, al cambiar la gestión en diciembre de 2016, se procedió a llevar a cabo un reentrenamiento de los efectivos policiales. Actualmente, de los 81 cuerpos locales que había en los distritos, sólo quedan 46.
Sin embargo, este proyecto genera reticencias en la oposición bonaerense. El diputado del Frente Renovador, Jorge D’Onofrio, fue uno de los últimos que se alzó en contra: “con la medida de eliminar las policías locales, Vidal y Ritondo decidieron abandonar el camino de brindar seguridad a los municipios”, dijo.
En la misma línea, algunos intendentes del PJ, entre ellos Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), propusieron que el manejo y los fondos de las policías locales sean trasladadas a los municipios, como sucedió en Capital Federal con las ex Metropolitana.
Resulta evidente que es necesario solucionar el problema del corto entrenamiento y la dispersión presupuestaria. La opción de incorporación a la Bonaerense parece coherente. Por otro lado, es necesario evaluar si los municipios cuentan con la capacidad para reclutar, entrenar y mantener a los efectivos, aunque cabe aclarar que este proyecto, presentado por Insaurralde, no prosperó en la Legislatura provincial, así que, de momento, no hay otra opción encaminada.
En cuanto a D’Onofrio, no es necesario estudiar una respuesta muy elaborada ya que no aportó demasiado en materia de Seguridad, sólo la chicana al oficialismo, algo no sorprendente si se sabe que, a lo largo de su trayectoria, pasó desde bloque de Unión Pro, se acercó al Kirchnerismo a través de Juanjo Álvarez, y terminó en el FR. Un ejemplo de cómo el delicado tema de las policías locales será, seguramente, utilizado con fines políticos y poco ánimo constructivo.


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