Como las tasas de cambio para todas las criptomonedas disminuyeron este año, también lo hizo la atracción de la minería de GPU utilizando tarjetas gráficas. Como resultado, los precios de las tarjetas que se pueden usar tanto para juegos como para minería se han reducido drásticamente y se han nivelado, lo que los ha devuelto a un territorio más accesible.
Papelera
Atrás quedaron los días de las tarjetas gráficas que se arrebataron a granel a precios superiores a los precios minoristas sugeridos por el fabricante. El costo de una nueva tarjeta ahora es decenas de porcentajes más bajo de lo que estaba en su punto más alto en solo unos pocos meses, e incluso algunos se pueden encontrar por debajo del precio indicado.
Si observamos los gráficos de precios promedio en tiempo real para tarjetas representativas de doble uso en rastreadores como pcpartpicker, podemos ver que los picos del comienzo del año se han erosionado casi por completo, y los precios ahora están muy cerca de sus niveles antes de la locura . Por ejemplo, el precio promedio de Geforce GTX 1070 Ti pasó de alrededor de $ 900 en su altura a aproximadamente $ 550 en la actualidad. Y si buscas gangas, incluso puedes encontrar algunas cartas que han caído más del 50%.
Miedos de los fabricantes materializados
Si bien los jugadores pueden disfrutar de ver a los mineros finalmente deteniéndose para sacarlos del mercado, esto debe ser totalmente diferente para los fabricantes de GPU y sus accionistas. Aunque las principales compañías repetidamente intentaron asegurar a sus clientes tradicionales de juegos que siguen siendo su principal objetivo, llegando incluso a pedirles a los minoristas que limiten el número de tarjetas gráficas que venden a los mineros, los fabricantes de hardware estaban en lo alto en la ola de cifrado.
Según un informe de analistas , los tres principales productores de GPU (AMD, Nvidia e Intel) vendieron más de 3 millones de tarjetas gráficas a las mineras de criptomonedas en 2017, con ingresos que alcanzaron los $ 776 millones. Esta es una parte significativa de sus negocios, y ahora parece que tenían razón en temer que la disminución de la demanda de los mineros pueda afectar las ventas este año. Sus próximos informes de resultados trimestrales probablemente arrojarán más luz sobre el impacto.
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