En una nota de investigación los analistas de ING afirman que la política comercial global se desplaza formalmente hacia el proteccionismo.
"La decisión de Trump de imponer aranceles al acero y al aluminio, así como un paquete de aranceles sobre los productos importados de China, conduce a que el comercio mundial se haya desplazado hacia un mundo proteccionista".
"Si los países no toman represalias a las medidas iniciales de los EE.UU. los efectos económicos serán limitados. China es el mayor perdedor. Estimamos una pérdida del 0,6% del PIB en dos años.
Si bien los informes sugieren que los funcionarios estadounidenses y chinos están intentando buscar un enfoque más diplomático, la realidad de unas negociaciones comerciales infructuosas y desafiantes, significa que la perspectiva de medidas compensatorias importantes por parte de Pekín, más allá de los triviales aranceles de represalia de 3.000 millones de dólares, es bastante alta", añaden.