"Si necesitábamos una excusa para bajar, ya la tenemos, Trump"

Cierre fuertemente bajista en las bolsas europeas, con una toma de beneficios generalizada a nivel sectorial, aunque mayor en aquellos que mayores beneficios han tenido los últimos meses. Sensación entre los inversores que los descensos podrían continuar en el corto plazo. Wall Street está perdiendo referencias técnicas de cierta importancia.
"Si necesitábamos una excusa para bajar, ya la tenemos, Trump", nos comentaba un operador del mercado de renta variable a media tarde.
La sesión comenzaba con descensos en los mercados asiáticos de valores tras la creciente incertidumbre política en EE.UU., la debilidad del dólar y la corrección en el crudo. Día tras día el presidente estadounidense Donald Trump genera noticias negativas. Ayer fue la confirmación que había compartido información de alto secreto con Rusia. Hoy…¿quién sabrá?
El hecho es que a día de hoy las tensiones políticas en EE.UU. parece que se ha convertido en el mayor riesgo de los mercados en el corto plazo. Como señala Link Securities, “si la nueva administración de EE.UU. sigue por el mismo camino, vemos complicado que muchas de las promesas electorales de Trump se puedan aprobar. Además, no descartamos que al final terminen por desestabilizar al Gobierno estadounidense y, por tanto, impactar en la evolución económica del país convirtiéndose en el “Cisne Negro” para los mercados del que tanto se viene hablando en los últimos meses.”
Las bolsas europeas, como anticipaban en preapertura, abrían con descensos moderados y un notable volumen de contratación. Tras las fuertes alzas de las últimas semanas, los beneficios potenciales en muchas carteras son considerables, y por tanto, el riesgo a una rápida toma de beneficios también lo es. El Eurostoxx 50 se dejaba en esos primeros minutos de contratación medio punto porcentual. Caídas similares en el Ibex 35.
La principal referencia macro del día fue la balanza comercial italiana en marzo cuyo superávit subía de forma inesperada a 5.420 millones de euros frente los 1.970 millones esperados. Poco después se publicaba la evolución del desempleo en el Reino Unido, con una subida en abril de 19.400 frente +7.500 esperados. La tasa de desempleo sin embargo caía al 4,6% frente el 4,7% anterior.
Tras las primeras dos horas de negociación, con el Eurostoxx 50 cayendo cerca del medio punto porcentual, se publicaba el IPC de la zona euro en abril que se ajustaba a las previsiones (+0,4% frente +0,4% esperado). El mercado no reaccionó ante el dato, y se mantuvo el mismo nivel de descensos y el bajo volumen de negociación hasta la apertura de Wall Street.
El mercado de valores estadounidense cotizaba con descensos ligeramente por debajo del medio punto porcentual en preapertura. Sin embargo, en la apertura ya se veía que la presión vendedora era fuerte, y las caídas se acercaban al punto porcentual. Como hemos señalado anteriormente, las últimas decisiones de Donald Trump preocupan a los inversores, y hacen que un acuerdo con los demócratas y con parte del partido republicano para sacar adelante sus medidas programáticas sea cada vez más difícil.
Ante este aumento de los descensos en EE.UU., los inversores europeos incrementaron su recogida de beneficios, y las pérdidas en promedio superaban también el punto porcentual.
Algo más tarde se publicaba el dato de los inventarios semanales de petróleo, cuya reducción se situó por debajo de las previsiones. De ahí al final de la jornada poco más que señalar.
En los últimos días estamos publicando diversos artículos que explican el mejor comportamiento de las bolsas europeas que la de EE.UU., y el flujo de fondos a los mercados del viejo continente. La pregunta que nos gustaría responder en este final del comentario de cierre de mercado, es si ese mejor comportamiento va a seguir en los próximos meses. Para ello utilizaremos un interesante análisis realizado por Javier Galán de Renta 4 Banco:
Históricamente, la correlación entre el comportamiento de los mercados y los beneficios empresariales de EEUU y de Europa ha sido altísima. En 2011, con la crisis soberana europea, se rompió esta correlación y mientras las bolsas estadounidenses se acercaban a sus máximos históricos, las bolsas europeas probaban los mínimos de 2008-2009.
El problema es que está justificado que el Stoxx 600 cotice un 30% por debajo de sus niveles máximos de 2007, y el S&P 500 cotice un 30% por encima de los máximos de 2007. Casi un 60% de diferencia de rentabilidad entre comprar empresas europeas o comprar empresas estadounidenses. La justificación no es otra que los beneficios. Las empresas que componen el S&P 500 ganan un 30% más de lo que ganaban en 2007 y las empresas que componen el Stoxx 600 un 25%... Todo dicho.
Ahora bien, ¿es razonable esperar que se cierre el gap de comportamiento en un horizonte temporal prudente? Para responder esta pregunta, tenemos que analizar los beneficios, es decir, ¿es razonable esperar que los beneficios de las empresas europeas van a recuperar el casi 60% de diferencia de crecimiento desde 2011?
Javier Galán añade que uno de los principales motivos para este diferencial de comportamiento en los beneficios empresariales, es la composición del índice. En EE.UU. las compañías tecnológicas son las más importantes de su tejido empresarial, y estas han tenido resultados excepcionales en los últimos años. Sin embargo, en Europa los sectores con peores resultados en los últimos años como el financiero, el de materias primas y el energético, son los que mayor peso tienen en los índices.
En suma, en la economía estadounidense tienen un gran peso las empresas de nueva tecnología, mientras que en Europa las tradicionales dominan. La renta variable de ambas zonas es un reflejo de ello.



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