Estimado lector,
La tecnología en inteligencia artificial, robótica y realidad virtual creará un círculo virtuoso de inversiones ganadoras, que va a sobrepasar cualquier mercado conocido hasta el momento.
La confianza en la tecnología dentro del mercado financiero ha tomado cada vez más fuerza en los últimos 5 años, y siendo honestos, se trata de expectativas fundamentadas.
Durante los próximos años, se abrirán muchas oportunidades en innovación y nuevas tendencias, e industrias hasta ahora desconocidas.
Pero detrás de este nuevo paradigma, hay un cambio de idea fundamental. Una nueva forma de aproximarse a los modelos de negocio.
Pensar en pequeño.
Si lo piensas. El avance en la tecnología, y los cambios en la conducta humana que hemos experimentado en los últimos años guardan relación con un mundo que se vuelve más específico y nano-tecnológico.
El mejor ejemplo son los smartphones. Verdaderos computadores de bolsillo, cuyo avance se expresa siempre en la reducción de su tamaño.
Cada vez que las grandes marcas estrenan sus últimos modelos, destacan su delgadez, su peso liviano, y la relación entre su gran capacidad y su pequeño tamaño.
Al mismo tiempo, la realidad virtual gana cada vez más espacios en el mercado del entretenimiento, la medicina e incluso la preparación militar.
Su tecnología ha experimentado un salto cualitativo en los últimos años, y finalmente está ante la gran oportunidad de transformarse en un producto de consumo masivo…todo gracias a pequeños dispositivos procesadores, capaces de llevar la experiencia virtual a cualquier lugar.
En poco tiempo, instrumentos como los notebooks serán cosa del pasado. Algo similar a lo que ocurrió con los PC o computadores de escritorio, que se transformaron en arqueología tecnológica en tiempo récord.
Y todos estos giros titánicos en la industria, que nos han cambiado las prácticas de vida a todos, son posibles gracias a que hoy en día pensamos en pequeño, gracias a los micro chips.
Hoy en día, los chips son el elemento más importante de la economía mundial.
Estos aparatos consisten en semiconductores, materiales capaces de regular el flujo de electricidad a través de un dispositivo. Gracias a esta característica, los chips pueden administrar flujos de energía a varios transistores a la vez, y con diferente potencia.
Eso permite que los dispositivos de hoy en día puedan realizar múltiples tareas con muy poca energía.
Por supuesto, la clave para mejorar los dispositivos tecnológicos en un mundo orientado a pensar en pequeño es guardar cada vez más poder en menos espacio. Y por eso, la clave del mercado de la innovación hoy en día es hacer el chip más pequeño y eficiente.
El camino a esta tendencia lo abrió el fundador de Intel, Gordon Moore, en 1965.
Ese año, Moore se dio cuenta de un fenómeno curioso: advirtió que, para hacer los computadores cada vez más poderosos, necesitaría insertar más chips en su interior.
Y al mismo tiempo, notó que el costo por chip iría en alza, a medida que el mercado se expandiera.
Entonces, se decidió a encontrar una solución económica para obtener más chips por menos dinero. Allí encontró el Silicio (Silicon), un elemento químico capaz de conducir la electricidad con mayor fuerza que cualquier otro material.
Este descubrimiento le permitió a Moore insertar más chips en menos espacio y mucho menor precio. Las consecuencias de esto fueron inmediatas: mejores dispositivos, a menor precio, y de un tamaño más pequeño, ideales para la vida ajetreada de un mundo cada vez más inmediato y corporativo.
Intel transformó para siempre la industria manufacturera de tecnología, y ostentó el trono como el gran ídolo del mercado tecnológico por muchos años, hasta la llegada de Google.
Pero los aportes realizados por Intel no sólo ayudaron a las finanzas de la propia compañía.
Toda la industria tomó nota de su innovación, e incluso otros rubros, como la medicina, incorporaron la tecnología del micro chip de Silicio a sus operaciones diarias.
Hoy en día, existen nano chips capaces de controlar marcapasos cardíacos, prótesis de brazos y piernas, e incluso corregir deficiencias cerebrales específicas.
También el rubro de la energía ha ocupado la nano-tecnología a su favor.
Gracias a la precisión que los chips le dan a la maquinaria extractiva de crudo, las grandes petroleras ahorran miles de millones de dólares en gastos operaciones…¿La consecuencia directa? Combustible más barato para tu auto.
Ahora bien,
Los micro chips son fundamentales para la tecnología actual, eso está claro.
Pero ¿Cómo puede ayudar esto al ahorrista individual?
La respuesta obvia a la pregunta sería que, gracias a la nano-tecnología, hoy existe Silicon Valley: Apple, Google, Amazon y muchos otros, que han transformado Wall Street en el siglo XXI, y han entregado grandes retornos a los inversores.
Sin embargo, la respuesta no tan obvia es la que verdaderamente nos conviene.
La mayoría de los inversores ponen su dinero en las compañías tecnológicas más famosas, aquellas que cada año presentan productos atractivos al mercado.
Pero muy pocos eligen realizar una inversión ganadora en las desconocidas empresas que fabrican nano-chips.
Estas compañías no tienen el glamour de los gigantes de Silicon Valley, pero controlan la industria completa desde las sombras. Y es su innovación la que mueve los hilos del mercado tecnológico mundial.
Y mientras los gigantes acaparan las portadas con sus inestables resultados financieros, los desarrolladores de micro chips han incrementado sus ganancias en un 60% sólo desde comienzos de año…el doble que las acciones del mercado tecnológico.
Y su ascenso financiero sólo está comenzando.
La única opción posible es que los desarrolladores de microchips se conviertan en las compañías más exitosas de los próximos años, porque cualquier innovación tecnológica, sea cual sea, empieza obligatoriamente con ellos.
Lo más astuto para los inversores, entonces, es poner su atención en las empresas desarrolladoras de micro chips, los proveedores universales que están construyendo el futuro de la humanidad.
En mi columna de la próxima semana, te revelaré una de estas empresas, desconocida para muchos, que puede traerte ganancias extraordinarias en el mediano plazo.
Estate atento.
Hasta la próxima.
Jose Vilchez-Azcona
para El Inversor Diario