Tremendo vacío de los intendentes peronistas a Espinoza, que descubrió Facebook

El presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, había convocado a un acto en San Vicente para celebrar el "Día del Militante Peronista". Pero en lugar de celebración, vivió un durísimo desplante: De 55 intendentes peronistas, sólo fueron dos.
Una señal demoledora para su fracasado intento de conducir al peronismo de la provincia en el proceso electoral que viene.
Las únicas presentes fueron las intendentas de La Matanza, Verónica Magario y de Cañuelas, Marisa Fassi. Ni siquiera se acercó Daniel Scioli que cultiva su relación con el jefe político de Magario casi como su único capital político.
Espinoza imaginaba que el acto iba a ser además su partida de nacimiento del ingreso al mundo de las "redes sociales", un tardío descubrimiento del ex intendente que un poco bochornosamente copió la estética del PRO y las charlas TED de carteles gigantes con letras volumétricas, apoyados en el piso. Fue parte de la nueva estética del PJ bonaerense, pensada para atraer "a la juventud".
Pero el faltazo masivo no pareció mellar el ánimo de Espinoza, que hizo una insólita lectura en su discurso, en el que festejó que el peronismo provincial este dando "muestras de unidad" para "defender los derechos de los trabajadores y la clase media". Lo acompañaban apenas un puñado de dirigentes más cerca del retiro que del futuro electoral, como el ex intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto; los diputados ultracristinistas Cristina Álvarez Rodríguez, Karina Nazábal y Carlos Kunkel; el senador provincial Darío Díaz Pérez; y el ex jefe comunal de San Vicente, Daniel Di Sabatino.
El evento dijo más por las significativas ausencias que por la lista de asistentes. No hubo en San Vicente ningún representante del Grupo Esmeralda, ni de otros grupos. La mayoría prefirió refugiarse en actos chicos en sus municipios. Sin unidad: un reflejo del estado de situación que atraviesa el peronismo.
La lectura del "desplante" a Espinoza arrastra rispideces que vienen desde la última elección. Es que los intendentes afirman en privado que el PJ bonaerense debe asumir "responsabilidad" por la derrota ante Cambiemos. Y, en ese marco, creen que Espinoza en el cierre de listas pasado jugó en contra de los intendentes en función de sus propios intereses.
Este acto se lleva a cabo días después de la reunión casi secreta que llevaron adelante intendentes peronistas para definir un rediseño de la mesa de apoderados, con el objetivo de recuperar el poder al momento del cierre de las nóminas. Según la idea predominante entre los intendentes del interior, la intención no es reemplazar a los actuales apoderados (los diputados nacionales Jorge Landau y Eduardo De Pedro), sino sumar a uno para cada sección electoral, con el objetivo de que "defienda los intereses de la sección". Este pedido será elevado a Espinoza, que no tendrá margen para negarse.
Como sea, los intendentes peronistas volverán a verse las caras el martes próximo en Tres de Febrero, en la "continuidad" de la reunión que realizaron en Lobos, para fijar una postura en torno al Presupuesto 2017 del gobierno de María Eugenia Vidal, que también les está costando consensuar.