Una
afección que tiene una importante repercusión sobre la calidad de
vida si no recibe el tratamiento adecuado
La
“hiperhidrosis”
o sudoración excesiva es una enfermedad caracterizada por una
excesiva producción de sudor de
las glándulas sudoríparas en una o varias partes del cuerpo
(axilas, palmas y plantas de los pies). Raramente es ocasionada por
una enfermedad subyacente y puede generar serias consecuencias
psicológicas, sociales, educacionales y ocupacionales.
Esta
alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y
generalmente dura toda la vida si no se realiza algún tratamiento.
Se estima que el 3% de la población padece hiperhidrosis primaria;
afecta de igual manera a hombres y mujeres y hasta el 40% de los
afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno,
por lo que es considerada una enfermedad hereditaria.
“La
hiperhidrosis tiene una repercusión importante sobre la calidad de
vida de quienes la padecen. Se puede convivir con ella, pero a menudo
puede causar estrés emocional,
dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social del
paciente, provocando a su vez que se vuelva un círculo vicioso pues
la necesidad de sentirse "seco" (sobre todo en hombres) y
la preocupación de oler mal (especialmente en mujeres) provoca más
estrés del que ya se tiene ante una situación social, y por lo
tanto mayor sudoración” agrega el Dr. Santiago Tobin, médico
endocrinólogo del IDIM (MN
123161).
Esta
enfermedad puede clasificarse según su origen en primaria
o secundaria,
y según su severidad, en severa
o moderada.
La mayoría de las personas presentan una hiperhidrosis crónica
primaria y suele afectar axila, palmas y plantas de los pies. En
menor medida puede afectar también al cuero cabelludo, cara, región
inguinal y submamaria.
La
hiperhidrosis suele ser tratada casi siempre desde una perspectiva
dermatológica. Sin embargo, sus causas basales no han podido ser
dilucidadas de manera satisfactoria. Se cree que se produce por un
sobre estímulo del sistema simpático, paralelo a la columna
vertebral dentro del tórax, independiente de la temperatura
ambiental que origina que nuestro organismo produzca más sudor del
que necesita para regular la temperatura corporal ante un stress
emocional normal. En sus formas más severas, esta enfermedad puede
provocar hongos, descamación, mal olor, irritación y pigmentación
de la piel. Si bien puede exacerbarse por calor o estímulos
emocionales, no se considera un desorden psicológico.
Las
personas que presentan “hiperhidrosis focal axilar” manchan las
ropas mientras que la “hiperhidrosis focal palmar” puede llevar
al temor al apretón de manos, sujetar papeles y pueden presentar
dificultades en trabajos o actividades recreacionales que requieren
de un agarre seco (Ej.: cirujano).
Es
importante diferenciar
la hiperhidrosis
secundaria
de la primaria,
ya que la secundaria:
obedece
a situaciones clínicas subyacentes y suele tener un patrón corporal
más generalizado. Puede aparecer en distintos momentos de la vida
del paciente en relación a la menopausia, ciertas drogas, problemas
de tiroides, tumores, intoxicaciones leves de mercurio o por utilizar
ciertos medicamentos (como pueden ser antidepresivos, antimigrañosos,
antipiréticos, entre otros) y se caracteriza por sudoración
generalizada en pacientes adultos, y pueden presentarse tanto de día
como de noche.
Existen
variedades
de tratamientos
que pueden combinarse y que serán indicados por el profesional que
trate la afección, dependiendo de cada caso en particular:
Antitranspirantes:
Consiste en la aplicación de soluciones antitranspirantes con
cloruro
de aluminio. Puede resultar efectivo sólo para hiperhidrosis
axilar, y en menor medida para hiperhidrosis palmar y plantar.
Lontoforesis:
Consiste en pasar corriente eléctrica de bajo voltaje a través de
la piel. La iontoforesis hace
que las proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen
parcialmente los conductos de las glándulas sudoríparas. Presenta
mayor eficacia para la hiperhidrosis palmo-plantar y puede entrenarse
al paciente para su auto aplicación.
Medicación
oral:
Pueden utilizarse algunos medicamentos anticolinérgicos,
como glicopirrolato y oxibutinina.
Sin embargo, estos fármacos pueden provocar efectos secundarios como
sequedad de boca y ojos, náuseas, arritmias y dolor de cabeza,
además están contraindicados en determinadas enfermedades, por lo
que solo pueden ser prescritos por el médico, valorando las
circunstancias de cada paciente. En caso de presentar exacerbación
emocional pueden ser útiles, las benzodiazepinas y los beta
bloqueantes.
Toxina
botulínica tipo A (Botox):
La toxina
botulínica sólo está permitida si se inyecta en las
axilas y debe ser inyectada cada 2 o 6 meses.
Termólisis
por microondas:
Puede utilizarse la energía por microondas para destruir glándulas
ecrinas. Es eficaz en la hiperhidrosis axilar, requiriendo nuevas
aplicaciones cada 3 a 6 meses.
Simpatectomía por videotoracoscopía:
Es una operación que se realiza con anestesia general. Para acceder
al sistema simpático se tiene que realizar un neumotórax artificial,
es decir, insuflar aire en los pulmones para que se levanten y se
despeguen de los ganglios nerviosos T. Se realiza una incisión de 1
cm. a nivel axilar, a través de la cual se introduce
un toracoscopio con
canal de trabajo. Luego, se inserta un dispositivo de
electrocoagulación por el canal, mediante el cual se secciona el
tronco simpático a un nivel u otro dependiendo de la zona a tratar.
La simpatectomía debe ser realizada por un cirujano de tórax, ya
que su especialidad permite reducir los riesgos inherentes a
cualquier operación.
Para
sobrellevar esta afección, es fundamental educar a los pacientes
para que puedan disponer de diferentes herramientas para el manejo de
los síntomas. Además, el médico de cabecera debe ser un
profesional del área de la dermatología, junto a médicos clínicos
y endocrinólogos para descartar causas secundarias, convocando la
participación de psicólogos/psiquiatras y de ser necesaria la
resolución quirúrgica, involucrar a cirujanos de tórax.
Acerca
del IDIM.
El IDIM
es una institución especializada en endocrinología. Bajo el lema
“Somos Nuestros Pacientes”, brinda servicios de salud de
excelencia, enfocados en el área general de la endocrinología y las
patologías que la especialidad abarca como ser los trastornos
tiroides, la osteoporosis, la diabetes, entre otros.
En
2015 el IDIM cumple 35
años de servicio a la comunidad.
Durante este trayecto, se caracterizó por la excelencia que
garantiza a través de la capacitación constante, la docencia y la
investigación científica, a la vez que orienta todos los aspectos
del servicio de salud a la situación de cada paciente. Desde sus
inicios en 1980, bajo la dirección del Profesor Dr. José Rubén
Zanchetta, el IDIM ha ido creciendo y alcanzando diversos logros que
refuerzan la excelencia en su servicio y el compromiso con los
pacientes.
Algunos
hitos en sus 35 años
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1986: A la vanguardia de la especialidad, incorporó el primer densitómetro del país.
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1990: Se inaugura la Sede Centro (ubicada en Libertad 836) donde incorpora los servicios de Radiología, Ecografía y Mamografía; también se crea la Fundación de Investigaciones Metabólicas (FIM)
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1993: Se inaugura la Sede Belgrano en Amenábar 1945, y un año más tarde comienza a funcionar el Departamento de Investigación Clínica (DIC).
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1998: Se crea la Cátedra de Osteología y Metabolismo Mineral, en conjunto con la Universidad Del Salvador, siendo así la primera y única maestría de la especialidad en el país y Latinoamérica.
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2005: Incorpora un equipo de Tomografía Computada Periférica de Alta Resolución (HR-pQCT), único en Sudamérica. Más tarde suma los servicios de Resonancia Magnética y de Tomografía Computada en la Sede Belgrano, y comienza a implementar un sistema digital de Historias Clínicas.
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2014: Presenta su Campus Virtual ofreciendo cursos a profesionales de la salud de Latinoamérica.
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2016: Desarrolla ENDOweb, un espacio digital pensado para los profesionales de la salud de habla hispana interesados en la Endocrinología
Además,
el IDIM es una de las instituciones con más profesionales osteólogos
certificados, y su laboratorio es pionero en la utilización de
marcadores bioquímicos, con más de 25.000 estudios metabólicos
realizados. En estos 35 años ha realizado un gran aporte
científico, con 441 publicaciones en prestigiosas revistas y ha
recibido 27 premios de diversas sociedades médicas internacionales y
nacionales.