A horas del blanqueo, llegó el momento de elegir.

En pocos días más, quienes entren al blanqueo deberán elegir a profesionales adecuados para que los ayuden a regularizar su situación fiscal durante la primera etapa y luego, a planificar y reordenar su patrimonio frente al mundo fiscalmente transparente que se avecina.

Pero para que la elección sea la correcta, es preciso que se tengan en cuenta dos pautas.

1) El proceso de blanqueo requiere conocimiento y especialización. Esto permitirá:  
  • Usar las técnicas apropiadas para exteriorizar los activos, las cuales asegurarán que a futuro se afronte la menor carga tributaria.
     
  • Utilizar los instrumentos financieros adecuados que permitan “amortiguar” lo más rápido posible la multa que se deberá pagar, y no precisamente utilizando las tres alternativas que brinda la ley (lea nuestro análisis al respecto) 
2) Una vez cumplido el proceso de blanqueo, el desafío consistirá en lograr los siguientes beneficios:  
  • Aprovechar las exenciones, reducciones y/o diferimientos impositivos que permite la norma para ingresos generados tanto en Argentina como en el exterior. En definitiva, que a futuro se evite seguir el camino más gravoso desde el punto de vista fiscal.
     
  • Estructurar los activos bajo vehículos legales que protejan al dueño de los bienes de estar a merced del ataque de terceras personas. Todos tienen el derecho de “blindar” su patrimonio (o parte de él) de demandas injustas y maliciosas.
     
  • Estar 100% en regla con el fisco, informándole sobre todo lo que se tiene, pero reestructurando parte del patrimonio bajo la figura de un fideicomiso (local y/o del exterior), para que la Declaración Jurada refleje sólo lo que se tiene a título personal. Esto implica comprar tranquilidad, ya que la DDJJ personal de impuestos circula por las manos de miles de personas en bancos, sociedades de bolsa, compañías de seguro, reparticiones públicas, etc., etc.
     
  • Asegurar que lo tuyo sea tuyo, siempre.  
La diferencia entre una buena o mala elección de un equipo de profesionales es simple. Se puede medir en función del dinero que se haya perdido o que se vaya ahorrando luego del blanqueo y en el transitar de este nuevo mundo fiscalmente transparente. También se podrá valorar de acuerdo al grado de tranquilidad que cada uno haya obtenido durante el transcurso de los años.