Banco de Inglaterra ratificó política monetaria

El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra ratificó hoy en 0,5 por ciento anual la tasa de interés referencial, mínimo histórico fijado en marzo de 2009 en medio de la crisis global.
Tras su habitual reunión de dos días, el Comité de Política Monetaria de la entidad también ratificó el llamado programa de "alivio cuantitativo" para inyectar dinero en la economía, que desde julio de 2012 involucra 375.000 millones de libras (unos 540.000 millones de dólares al cambio actual).
Mediante ese esquema, el organismo rector adquiere activos financieros sobre todo públicos, como bonos del Estado, o privados, a fin de inyectar dinero a la economía por medio de un mayor nivel de crédito.
En el lapso de doce meses terminado en enero, la inflación del Reino Unido fue de 0,3 por ciento, bien lejos de la tasa objetivo de 2 por ciento, en gran medida derivado de los menores costos energéticos a raíz de la fuerte caída de los precios del petróleo.
El comunicado del comité monetario agregó que espera una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las economías emergentes y pocos cambios en los desempeños de los principales socios comerciales del Reino Unido.
En contraposición, la entidad advirtió una mayor incertidumbre de cara al referéndum de mitad de año sobre la permanencia de la isla en la Unión Europea, situación que en el corto plazo podría afectar los gastos y el crecimiento de la demanda agregada en el corto plazo.
En ese escenario, los nueve miembros del Comité votaron por sostener la actual política monetaria y reafirmaron que cuando decida aplicar un aumento al costo del dinero será a un ritmo gradual y más bajo en los últimos ciclos. Tras aclarar que ello es una "expectativa" y no "una promesa", el comunicado repitió que el sendero que la tasa de interés básica seguirá en los próximos años "dependerá de las circunstancias económicas".
A principios de año, en medio de las turbulencias en China y las continuas bajas en las materias primas, el gobernador del banco central del Reino Unido, el canadiense Mark Carney, había advertido que no era el momento de aplicar subas de tasas. Y puntualizó que al momento de decidir un ajuste a su política monetaria tendrá en cuenta tanto un mayor crecimiento económico del Reino Unido y mejoras salariales como una inflación más alta.
Ayer, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) también mostró su cautela respecto el escenario global y mantuvo la tasa básica de interés en el rango de 0,25 a 0,5 por ciento que estableció a fines del año pasado, cuando aplicó el primer incremento al costo del dinero tras la crisis de 2008.
Una semana atrás, en otro intento por repotenciar el crecimiento de la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) ejecutó una generalizada baja de sus tasas de interés de referencia, junto con un aumento en 20.000 millones de euros a su programa de compra de deuda pública y privada, que a partir del mes próximo volcará al mercado hasta 80.000 millones de euros.