El titular de la AFIP, Alberto Abad, defendió las medidas tributarias que se aplicaron en las últimas semanas y sostuvo que desde el gobierno nacional "se está haciendo lo mejor que se puede, en un país que heredó una situación desastrosa, y se está poniendo de pie de a poco".
En declaraciones a Radio Mitre, el funcionario admitió que "las decisiones van por un desfiladero y no por una autopista" –como le gustaría al Gobierno– y responsabilizó al kirchnerismo por la critica situación que atraviesa el país.
Abad admitió que "la presión tributaria en la Argentina es muy alta (más del 36%)" y que esto junto al "gigantesco déficit fiscal, la baja formalización de la economía y la inflación son los principales factores que "condicionan el accionar del Gobierno", que recordó, asumió hace poco más de 2 meses.
"El incumplimiento ha sido una especie de metástasis social; tenemos incumplimiento en trabajo en negro 33%, incumplimiento en el IVA, evasión de impuestos y todo esto complica las decisiones que se tiene que tomar en materia tributaria", ejemplificó.
El titular de la AFIP planteó así una dicotomía: "¿Cómo hago para bajar la presión tributaria, si los ingresos fiscales son menores que los gastos? Así el Gobierno tomó una serie de pasos, que están orientados hacia un objetivo final que son bajar la inflación y mejorar la productividad".
Abad explicó que la baja de las retenciones al sector agropecuario tuvo como objetivo central "que las economías regionales se puedan volver a poner en pie, generar trabajo y poder generar dólares, que a su vez bajar la emisión y reducir la inflación".
Recordó que otra de las medidas que se anunciaron en este marco, fue la baja en la presión tributaria a los Bienes Personales y también la devolución de impuestos (IVA) para las personas de los sectores más necesitados que compren alimentos y vestimenta. "Si uno lo mira desde arriba, es muy ponderable que con el déficit fiscal se esté bajando la presión tributaria", enfatizó.
"Ninguna política pública va a satisfacer a toda la sociedad en conjunto. Al que beneficia por un lado otro se siente perjudicado y esto es la democracia. Lo que necesitamos es que la calidad de las políticas públicas vayan aumentando de manera que los satisfechos sean cada vez más", agregó el funcionario.
Para agregar a su defensa, Abad sostuvo que "estas medidas tributarias funcionan para países que tiene tasas de inflación del 1 o 2% anual y no tiene el impacto querido en países con tasa del 25 o el 30%".
Impuesto a las Ganancias
Abad recordó que el costo fiscal de la reforma son 50 mil millones de pesos y explicó que "una persona que hoy tiene una remuneración neta de 26 mil pesos, si el sistema seguía como hasta ahora iba a pagar 4.899 pesos. Ahora va a pagar 181 pesos, es decir un 96% menos de impuestos".
Además, aclaró que en el caso de un trabajador con una remuneración mensual de 38 mil pesos, antes si no se hubiera hecho la modificación iba a pagar 8.675 pesos, y ahora 3.200, es decir un 62% menos de impuestos. "Estos dos niveles de salarios implican el 75% de todas las personas que pagan impuestos", añadió.
Para finalizar, Abad indicó para quienes ganan 26 mil pesos, esto significa un aumento de bolsillo de 22% y en el segundo caso, la mejora en el salario es de un 19%. "Hay gente que considera que esto no es completo, que no es satisfactorio, y que después de las paritarias va a tener un efecto adicional, pero si todo seguía como antes, todas las personas de la 4° categoría iba a pagar 50 mil millones de pesos más", concluyó.
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