El combo que conjugó devaluación, aceleración del índice inflacionario y cambios en el impuestazo, significó una modificación abrupta de todos los precios de venta de los 0Km en la Argentina.
Sin importar su origen o su categoría, prácticamente no hubo modelo que no se haya vistoimpactado, lo que terminó por configurar un mercado muy complejo, con alzas y bajas.
Después de al menos dos semanas durante las cuales los concesionarios se habían quedado sin precios -lo que complicó fuertemente las operaciones de venta-, las automotrices poco a poco comenzaron a enviar sus listados “modelo 2016”, todos con importantes cambios.
La tónica en general –si bien hubo matices dentro de los portfolios de las diferentes marcas- quedó definida por las siguientes reglas:
• Los precios de los autos más económicos, conocidos como entry level -que son responsables, en definitiva, de traccionar los grandes volúmenes-, se encarecieron un 20% en promedio respecto de los niveles de diciembre.
• Los valores de los modelos de gama media, segmento en el que hay una fuerte participación de la industria nacional, se incrementaron cerca de un 15% para las versiones menos equipadas y por encima del 30% en el caso de las full.
• En tanto, los precios de los autos del segmento premium, en general, experimentaron un desplome del 35% en dólares en relación con el último tramo de 2015. Mientras que, en término de pesos, la caída fue más leve, de entre el 10% y el 20%.
Los baratos, cada vez más caros
En momentos en que se estaba definiendo el futuro del impuestazo, trascendió que en la mesa de negociaciones hubo dos corrientes contrapuestas dentro del propio Gobierno macrista.
En momentos en que se estaba definiendo el futuro del impuestazo, trascendió que en la mesa de negociaciones hubo dos corrientes contrapuestas dentro del propio Gobierno macrista.
Por un lado, estaba la línea comandada por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quien se veía dispuesto a avanzar con cambios en el tributo sólo si las automotrices respetaban unapauta de suba de precios.
Enfrente estaba el ministro de Producción, Francisco Cabrera, un funcionario pro industria que habría intentado no fijar condicionamientos a las compañías para que éstas compitan en base a oferta y demanda y acomoden sus valores para corregir los desfasajes que les generó el gravamen.
Al observar los saltos de precios que experimentaron los vehículos más económicos, está claro que la línea que se impuso fue esta última.
Pese a los pedidos de prudencia que realizaran desde el macrismo para contener la inflación, los 0Km entry level –que son los más vendidos- experimentaron subas que promediaron el20% en apenas un mes.
En el caso de Fiat, el Palio en su versión más básica exhibía un precio de $157.000 durante los primeros días de diciembre. Las nuevas listas que repartió la compañía confirmaron un valor cercano a los $187.000 para la misma unidad, lo que implicó un salto del 19%.

Volkswagen también arrancó el 2016 con ajustes en sus vehículos más económicos: el Gol Trend MT, por ejemplo, que costaba $145.000 hace un mes, hoy ya cotiza cerca de los$172.500, es decir, un alza también del orden del 19%.
La misma tasa de variación se observó en el caso de la versión más equipada del Gol Trend: laHighline iMotion, que pasó de valer $228.000 a casi $271.000.

Si se ponen en perspectiva estos valores, surge un dato que deja de manifiesto la fuerte inercia inflacionaria que golpeó al mercado automotriz en los últimos años: por el valor actual de un Gol Trend full, en 2013 –es decir, previamente a la irrupción del impuestazo y a la disparada del tipo de cambio- en la Argentina se podían adquirir casi dos Audi A1 entrada de gama, versión que cotizaba a $150.000.
O, también, se podía comprar un Audi A3 y quedarse con un "vuelto" de $40.000 en mano.
Dentro de la familia VW, el modelo más chico de la compañía, el Up!, también aumentó considerablemente: la opción más barata cuesta hoy $183.000, frente a los $154.000 a los que cotizaba a comienzos de diciembre (+19%).

Otro modelo de los tradicionalmente económicos que evidenció un salto es el Chery QQ. El pequeño city car se disparó desde los $118.500 que costaba en diciembre hasta los $166.200, lo que implicó un salto del 40%.
Claro que esta dinámica no sólo se explica por la coyuntura económica sino que también vincula con el hecho de que la compañía china introdujo la nueva generación del QQ.

Al analizar la política de precios de Renault, también se observa una coincidencia con el resto de las marcas nacionales, dado que a su modelo más popular le aplicó una tasa de ajustecercana al 19%.
Tal es el caso del Clio Mio: la versión más económica valía $139.000 hace un mes. Hoy, la marca ofrece la opción base pero a partir de los $166.300.

Otro de los vehículos populares de la compañía que sufrió un ajuste de precios fue el Sandero, aunque la corrección que le aplicaron fue menor, del orden del 13%, al pasar de los casi $179.000 a los $203.000.

Gama media, más lejos del bolsillo
Para las automotrices, lo positivo de los cambios en el impuestazo fue que, con excepciones puntuales, casi todos los vehículos de producción nacional quedaron fuera del alcance del tributo y se espera que no corran el riesgo de volver a caer dentro del gravamen en lo que resta del año.
Para las automotrices, lo positivo de los cambios en el impuestazo fue que, con excepciones puntuales, casi todos los vehículos de producción nacional quedaron fuera del alcance del tributo y se espera que no corran el riesgo de volver a caer dentro del gravamen en lo que resta del año.
Sin embargo, en el segmento de gama media, en el que justamente se especializa la industria argentina, no sólo no se observaron bajas sino que, en líneas generales, todos los vehículos se encarecieron.
Muchas versiones de marcas generalistas, que venían “aguantando” al filo del tributo, como el Renault Fluence, el Peugeot 408 o incluso los que se importan para completar los portfolios, como el caso del VW Vento, no pudieron escapar de la tendencia.
La particularidad en este segmento es que las versiones entrada de gama aumentaronmenos que las más equipadas, las cuales -aprovechando ese "plus" por más seguridad y tecnología, por unas llantas diferentes o por sumar techo solar-, pasaron a ubicarse un escalón por encima.
En el caso del Fluence, la versión base (1.6 Dynamique) pasó de $244.000 a cerca de $279.400, lo que representó un ajuste cercano al 15% en los últimos treinta días.
En tanto, la opción más equipada (2.0 Privilege CVT) saltó de los $316.000 a los $385.700(+22%).

Dentro de este mismo segmento, VW también aplicó un criterio diferenciado para la gama delGolf: la versión menos equipada, como la Trendline, hoy ya cuesta casi $326.700, un 18% más que en diciembre.
En tanto, la alternativa full (Highline DSG) se disparó un 37% y actualmente cotiza a$441.700.

Alta gama, la más beneficiada
Los autos premium, que hasta antes del cambio del impuesto sufrían el peso de la alícuota más gravosa (del 50% a nivel nominal pero del 100% en términos efectivos) terminaronbajando tanto en dólares como en pesos, convirtiéndose así en los principales beneficiariosde la “era Macri”.
Los autos premium, que hasta antes del cambio del impuesto sufrían el peso de la alícuota más gravosa (del 50% a nivel nominal pero del 100% en términos efectivos) terminaronbajando tanto en dólares como en pesos, convirtiéndose así en los principales beneficiariosde la “era Macri”.
“Se terminó viendo un abaratamiento de las unidades de alta gama. Esto va a permitir elresurgimiento de este segmento”, afirmó Gonzalo Dalmasso, analista de la consultora Abeceb.
Según el experto, esta categoría en 2016 podría experimentar un salto promedio del 40% en el nivel de patentamientos, aunque habrá marcas puntuales que directamente se espera que dupliquen sus ventas, siempre y cuando los permisos de importación y la disponibilidad de dólares acompañen el ritmo de la demanda.
En el caso de Audi, hoy se puede acceder al vehículo chico de la marca, el A1, a un precio que parte de los u$s31.700. En dólares, esto implica un 34% menos que el valor vigente hasta diciembre pasado.
En moneda local, la baja lógicamente fue menos pronunciada dado que en el medio sobrevino el salto del billete verde, que pasó de $9,80 a los $13,60 actuales. Así, si se considera el tipo de cambio oficial, esta versión hoy cotiza a $431.000, un 9% menos que a fines de 2015.

En el caso del A3, la alternativa más accesible hoy por hoy cuesta unos u$s33.700, un 34% por debajo del precio de lista de diciembre. Traducido a pesos, ese mismo vehículo hoy cotiza a$458.000, es decir, una baja equivalente al 9% en 30 días.

Otra marca emblemática del segmento premium, como BMW, también actualizó sus listas conimportantes bajas: dentro de la familia del Serie 3, el 3201i se conseguía hace un mes au$s86.300 ($845.000), mientras que ahora se promociona en los salones de venta a u$s55.100($750.000).
En este caso, la reducción fue de un 36% en dólares y de un 11% en pesos.

En lo que respecta a Mini Cooper, otra de las marcas del grupo alemán, la política comercial fue similar: la versión Countryman, por ejemplo, parte hoy desde los u$s47.100 que, al tipo de cambio actual, equivale a $640.000.
¿Cuánto costaba esta misma unidad en diciembre? Su precio de lista era de u$s74.600, unos $731.000. Así las cosas, hubo una baja del 36% y 11%, respectivamente.

En el caso de Mercedes Benz, los valores de venta al público prácticamente se retrotrajeron a los niveles de diciembre de 2013, antes de que irrumpiera el impuestazo.
Si se considera el Clase A 250 sport, su precio bajó de los u$s106.900 a los u$s63.000, lo que implicó una considerable reducción del 41%.
Traducido en moneda local, esto generó que, de sobrepasar cómodamente el millón de pesos, esta versión hoy se pueda conseguir por menos de $850.000 (-19%).

Dentro de la categoría de autos de alta gama, pero ya en el segmento de las SUV y 4x4, Jeep fue una de las que avanzó con las bajas más importantes: la Grand Cherokee SRT se comercializaba a fines del año pasado a u$s202.000, es decir que su precio arañaba los $2 millones.
Ahora, por esa misma versión, un comprador podrá desembolsar unos $361.000 menos, lo que implica un ahorro del 18% en pesos y del 41% en dólares.

Se achica la brecha
Si algo implicó este complejo juego de "alzas y bajas" fue el de un reacomodamiento de todo el negocio de los 0Km, que premitió regresar a un escenario similar al que imperaba hasta fines de 2013, antes de que la administración kirchnerista decidiera introducir el impuestazo y previamente a la aceleración que experimentó el tipo de cambio.
Si algo implicó este complejo juego de "alzas y bajas" fue el de un reacomodamiento de todo el negocio de los 0Km, que premitió regresar a un escenario similar al que imperaba hasta fines de 2013, antes de que la administración kirchnerista decidiera introducir el impuestazo y previamente a la aceleración que experimentó el tipo de cambio.
Esto llevó, además, a que la brecha entre los autos populares y los de alta gama se achicara y volviera a los niveles tradicionales.
Basta considerar la dinámica de precios para dos modelos icónicos en sus respectivas categorías, como el VW Gol Trend y el Audi A3: entre 2008 y 2012, el gap entre ambos autos se movió entre el 2,4 y el 2,8.
Sin embargo, tras las medidas tomadas por el anterior Gobierno para desalentar las importaciones de vehículos premium, la brecha se duplicó (ver cuadro).

En este 2016, luego de las modificaciones aplicadas al gravamen, la relación de precios entre ambos 0Km volvió a la "normalidad".
El problema, según marca Dalmasso, es que los valores de los autos más populares se fueron moviendo muy por encima de la actualización de los ingresos. Esto, de por sí, no permite prever un año de crecimiento en el nivel de ventas.
Por el contrario, el escenario base con el que trabaja Abeceb es el de unas 570.000 unidades patentadas en 2016, incluso por debajo del año pasado, que ya había sido difícil.
Sin embargo, en la industria rescatan el cambio de clima y la mayor previsibilidad para operar, no sólo en el aspecto tributario, sino también en los cambios en el régimen de importaciones. Por eso, consideran estos meses como de "transición". La gran apuesta es el 2017.
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