Un triunfo de Macri alteraría el mapa del FpV en Diputados

El balotaje de este domingo no sólo se juega en la Casa Rosada. Sea cual sea el resultado del 22 de noviembre, la elección del nuevo presidente de la Nación no tardará en detonar una serie de reacomodamientos en ambas cámaras, que ya comenzaron a gestarse.

Un eventual triunfo de Daniel Scioli transformaría nuevamente al bloque K en una aspiradora que sumaría, sobre todo, a representantes del Frente Renovador. Pero sería bien diferente si sucediera lo que vienen anticipando las encuestas. Un triunfo del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, generaría un cimbronazo dentro del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, donde quedaría en tela de juicio la homogeneidad que hoy manifiesta.

La bancada que hoy conduce Juliana Di Tullio pasará a tener a partir del 10 de diciembre 98 diputados, un número al que habría que sumar en principio a diputados fieles como Carlos Heller, del Partido Solidario. Sin embargo, en caso de dejar de ser oficialismo, ya no habría que sumar a sus socios habituales, como es el caso del Frente Cívico por Santiago, que respaldó hasta ahora cada una de las votaciones en la Cámara baja, e incluso goza de la vicepresidencia primera. La elección de esa fuerza no fue tan buena el 25 de octubre: el bloque retuvo tres de las cuatro bancas que ponían en juego, dado que una le fue arrebatada por el frente UNA.

Otro bloque que se abriría del Frente para la Victoria es el Frente Renovador de la Concordia de Misiones, que, con el impulso del actual gobernador Maurice Closs, hizo una buena elección -logró los cuatro escaños en disputa-. Como se recordará, meses atrás ese sector estuvo a punto de separarse del bloque FpV para formar uno independiente, aunque siempre oficialista. Según supo este medio, los misioneros esperarán a ver qué escenario se plantea a partir de este domingo, aunque ya venían marcando diferencias con el bloque kirchnerista.

La cuestión pasa por la homogeneidad de los 98 diputados que integrarán lo que se conoce como Frente para la Victoria. En caso de una derrota, es más que previsible que el peronismo entre en estado de ebullición y más temprano que tarde sobrevenga una escisión. De hecho, se podría dar a la hora de la elección de nuevas autoridades del bloque.

Sucede que no todos los peronistas estarían dispuestos a mantenerse fieles a la actual presidenta de la Nación, que aspiraría a transformarse en jefa de la oposición. Por el contrario, se afirma que al día siguiente de una derrota en el balotaje, el peronismo comenzaría a buscar su recomposición y eso comenzaría a verse a partir de lo que suceda en las dos cámaras.

En Diputados, el kirchnerismo puro quedaría conformado por algo más de 40 diputados. Allí se deben contar los 24 camporistas, tres representantes del Movimiento Evita (el bonaerense Leonardo Grosso, el cordobés Andrés Guzmán y la rionegrina Silvia Horne) y los restantes del kirchnerismo duro.

Las dudas pasan por si la división sobrevendrá de inmediato, a partir de la designación de nuevas autoridades. Di Tullio suele reiterar, cada vez que se presenta la oportunidad, que más allá del resultado electoral, Cristina Kirchner seguirá siendo “su única conductora”.

A partir de ese precepto, queda claro que buena parte del bloque seguirá respondiendo a la actual jefa de Estado, con figuras de peso como Carlos Kunkel, Héctor Recalde, Teresa García, Carlos “Cuto” Moreno, Diana Conti, Julio De Vido, Remo Carlotto y Edgardo Depetri. Estarían allí también Luis Cigogna, Araceli Ferreyra, Ramón Bernabey, Liliana Mazure, Nanci Parrilli, Nilda Garré y Adrián Grana, entre otros.

Habrá que prestar especial atención a los movimientos de los gobernadores, comenzando por el salteño Juan Manuel Urtubey, quien piensa en sí mismo como punta de lanza para una renovación. También en el sanjuanino José Luis Gioja. Ellos estarían pensando en la conformación de un espacio propio, que podría incluso recuperar la sigla PJ para el bloque hoy oficialista. Según ellos, podrían sumar casi medio centenar de legisladores, sobre todo del interior, aspirando a incluir miembros de bloques peronistas no kirchneristas y hasta del Frente Renovador.

Tan es así ese pensamiento que puertas adentro ya se está analizando cómo sería la conformación de la conducción de ese espacio.



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