Las 224 personas que viajaban a bordo del avión ruso Airbus A321, siniestrado el pasado 31/10 en la península de Sinái, en Egipto, perdieron sus vidas a consecuencia de un atentado terrorista perpetrado en pleno vuelo. Con esta dramática conclusión se pone fin a la investigación de una tragedia aérea que estremeció al mundo. En la agencia de inteligencia rusa FSB ya se trabaja para identificar a los responsables del atentado y ha pedido ayuda a nivel internacional para localizarles. En este sentido, el FSB ha ofrecido una recompensa de US$ 50 millones dpor información que permita la detención de los autores.