Las elecciones de octubre próximo prometen marcar un antes y un después en materia económica. Dependiendo de quien gane, el mercado ya hace estimaciones en base a las políticas de gradualismo que aplicaría el gobernador Daniel Scioli o de shock que llevaría adelante el jefe de Gobierno porteño,Mauricio Macri.
Un informe de la consultora Empiria mantiene la estimación de “un techo para el blue en los niveles actuales o, inclusive, algo por debajo del nivel actual, en torno a $15,50, en la medida que se considere que Macri será el próximo presidente”.
Sin embargo, resalta que ese techo “se eleva al rango de $18 a $20 para un escenario de Scioli presidente”, siempre en la medida que “mantenga su discurso de gradualismo y de indefinicionesen materia económica”.
“Mientras exista la actual incertidumbre respecto a si habrá segunda vuelta y quien ganaría, consideramos inevitable que la escasez en el mercado cambiario se manifieste en forma de una alta volatilidad en el mercado informal, al ritmo de las encuestas y de los cambios de política del BCRA, conforme al objetivo que prioriza en cada momento”, indica el informe.
La consultora que encabeza Hernán Lacunza advierte además que “las limitaciones en el dólar ahorro generan presiones en el mercado informal, mientras que controlar las presiones vía dólar MEP implica acentuar una sangría en las reservas que tiende a crecer”.
“Sin fuentes potenciales reales de reservas, la sangría se está tornando peligrosa. Y si los avatares políticos implican que no existan expectativas de una apertura más o menos rápida del cepo, los techos del dólar informal se van corriendo. En este marco, las autoridades parecen ir a pleno volantazo, privilegiando en ocasiones uno de los frentes a costa del otro”, subraya.
Y agrega: “Más allá de los pronunciados vaivenes en el enfoque para enfrentar los problemas que genera la manta corta, las autoridades vienen siendo del todo previsibles en lo que respecta al mercado formal, negando de manera enfática que se vaya a devaluar y de manera casi risible que exista atraso cambiario, tratan inútilmente de reducir mínimamente las fuertes ventas diarias mediante una leve aceleración del ritmo devaluatorio”.