Moderadas caídas al cierre de las bolsas europeas, ante el sorpresivo rechazo de los acreedores internacionales a la propuesta griega, y el rechazo de los griegos a la contrapropuesta acreedora.
El Eurostoxx 50 cae un 0,37% a 3.612 puntos. Ibex 35 -0,73% a 11.318 puntos. DAX -0,71%. CAC 40 -0,15%. Mibtel -0,53%
El Eurostoxx 50 cae un 0,37% a 3.612 puntos. Ibex 35 -0,73% a 11.318 puntos. DAX -0,71%. CAC 40 -0,15%. Mibtel -0,53%
La jornada comenzó con alzas en las bolsas asiáticas que extendían el rebote de los últimos días por el optimismo sobre las negociaciones griegas. Buen comportamiento de los sectores cíclicos y de energía.
Antes de la apertura europea los inversores debían valorar por un lado las últimas declaraciones de diferentes miembros de la UE y del gobierno griego, con una línea general de optimismo aunque con cierta cautela a la espera de concretar el acuerdo, y el PIB de Francia del primer trimestre que se situaba en línea con lo esperado (+0,6%).
Los primeros movimientos en las bolsas del viejo continente registraban pocos cambios y un bajo volumen de negociación. Los gestores preferían mantenerse al margen después de las fuertes subidas de los últimos días, y a la espera de los datos del IFO alemán que se conocería una hora más tarde.
El índice de clima empresarial (IFO) en Alemania en el mes de junio descendió a 107,4 frente 108,1 esperado y 108,5 del mes anterior. Tanto su componente de situación actual como de expectativas cayeron respecto a mayo. Dato negativo pero que no tuvo impacto en los mercados más pendientes de las últimas declaraciones sobre las negociaciones griegas, y de la multitud de reuniones que se estaban produciendo (Juncker con Draghi y Lagarde, Juncker con Tsipras, altos funcionarios griegos con sus homólogos europeos...)
Todo transcurría con normalidad hasta que saltó al mercado la noticia de un comentario de Tsipras a sus socios de gobierno sobre que los acreedores del país no habrían aceptado la propuesta griega.
Las bolsas inmediatamente pasaron de moderadas ganancias a caídas por encima del punto porcentual. El volumen se incrementó de forma importante. La bolsa griega perdía más del 2%. Las primas periféricas se incrementaban y el euro caía con respecto a los principales pares.
Las noticias eran confusas. Lo que se filtraba al mercado era que los acreedores no habían aceptado la propuesta griega y en una vuelta más de tornillo realizaban una contraoferta a Grecia.
Altos funcionarios del gobierno heleno declaraban públicamente que "la postura de los acreedores demostraba que no querían llegar a un acuerdo, o que atendía a intereses específicos en Grecia". Por su parte desde Bruselas afirmaban que era Atenas la que había dado marcha atrás a partes de la propuesta ofrecida el pasado lunes.
Aunque ambas partes afirmaban que las negociaciones no se habían roto, lo cierto es que el optimismo que reinaba entre los inversores jornadas atrás se moderó de manera sensible.
Poco antes de que se publicara el PIB de EE.UU., que no registró ninguna sorpresa y se mantuvo en el primer trimestre con una caída del 0,2%, se filtraba en el mercado el rechazo de Grecia a la contrapropuesta realizada por los acreedores. A pesar de ese incierto panorama en Grecia, las caídas poco a poco se fueron reduciendo, pasando del punto porcentual a escasas décimas al cierre.
Jornada por tanto de muchos nervios, en la que el "inminente acuerdo" en Grecia que se descontaba en los dos últimos días, parece que no será tan inminente. El culebrón heleno se mantiene, y cada vez parece más difícil que se desenredará antes de que venza la deuda del Fondo Monetario Internacional el próximo 30 de junio. De cualquier forma, y como señalaba un operador de mercado minutos antes del cierre, "a pesar del ruido, los inversores siguen creyendo que en Grecia habrá acuerdo".
Los primeros movimientos en las bolsas del viejo continente registraban pocos cambios y un bajo volumen de negociación. Los gestores preferían mantenerse al margen después de las fuertes subidas de los últimos días, y a la espera de los datos del IFO alemán que se conocería una hora más tarde.
El índice de clima empresarial (IFO) en Alemania en el mes de junio descendió a 107,4 frente 108,1 esperado y 108,5 del mes anterior. Tanto su componente de situación actual como de expectativas cayeron respecto a mayo. Dato negativo pero que no tuvo impacto en los mercados más pendientes de las últimas declaraciones sobre las negociaciones griegas, y de la multitud de reuniones que se estaban produciendo (Juncker con Draghi y Lagarde, Juncker con Tsipras, altos funcionarios griegos con sus homólogos europeos...)
Todo transcurría con normalidad hasta que saltó al mercado la noticia de un comentario de Tsipras a sus socios de gobierno sobre que los acreedores del país no habrían aceptado la propuesta griega.
Las bolsas inmediatamente pasaron de moderadas ganancias a caídas por encima del punto porcentual. El volumen se incrementó de forma importante. La bolsa griega perdía más del 2%. Las primas periféricas se incrementaban y el euro caía con respecto a los principales pares.
Las noticias eran confusas. Lo que se filtraba al mercado era que los acreedores no habían aceptado la propuesta griega y en una vuelta más de tornillo realizaban una contraoferta a Grecia.
Altos funcionarios del gobierno heleno declaraban públicamente que "la postura de los acreedores demostraba que no querían llegar a un acuerdo, o que atendía a intereses específicos en Grecia". Por su parte desde Bruselas afirmaban que era Atenas la que había dado marcha atrás a partes de la propuesta ofrecida el pasado lunes.
Aunque ambas partes afirmaban que las negociaciones no se habían roto, lo cierto es que el optimismo que reinaba entre los inversores jornadas atrás se moderó de manera sensible.
Poco antes de que se publicara el PIB de EE.UU., que no registró ninguna sorpresa y se mantuvo en el primer trimestre con una caída del 0,2%, se filtraba en el mercado el rechazo de Grecia a la contrapropuesta realizada por los acreedores. A pesar de ese incierto panorama en Grecia, las caídas poco a poco se fueron reduciendo, pasando del punto porcentual a escasas décimas al cierre.
Jornada por tanto de muchos nervios, en la que el "inminente acuerdo" en Grecia que se descontaba en los dos últimos días, parece que no será tan inminente. El culebrón heleno se mantiene, y cada vez parece más difícil que se desenredará antes de que venza la deuda del Fondo Monetario Internacional el próximo 30 de junio. De cualquier forma, y como señalaba un operador de mercado minutos antes del cierre, "a pesar del ruido, los inversores siguen creyendo que en Grecia habrá acuerdo".