SAN VALENTIN | Amor y autoestima, enredados en tiempos virtuales Lic. María Gabriela Fernandez (MN 17735) Instituto Sincronía Especialistas en estrés, ansiedad y emociones

Se acerca el día de San Valentín y determinadas emociones parecen activarse todavía con más fuerza. La necesidad de tener una pareja, alguien con quien compartir las cosas de la vida y el lidiar con la soledad (que no siempre es elegida) parecen cobrar protagonismo en estos días en lo que todo parece apuntar al amor.

En las épocas virtuales que existen, datos muy interesantes nos hablan de cómo el amor tiene un protagonismo pronunciado en las redes sociales y los sitios para encontrar pareja. Cada vez más parejas se conocen por internet y los estudios demuestran datos interesantes. En Chicago, un estudio demostró que las que se conocen por internet se casan más rápido, 18 meses promedio, que las que se conocen por otros medios, 42 meses promedio. Los datos revelan que sufren un 25% menos de divorcios y el 94% de los casados online continuaron juntos al menos hasta 2012, en comparación con el 92% de los del grupo offline. Además, los investigadores se sorprendieron al encontrar que más de un tercio de las personas casadas, con mayor educación y poder adquisitivo, conocieron a su cónyuge haciendo uso de las redes sociales, salas de chat, sitios de citas online, blogs, entre otros.

Según publicó la Academia Nacional de Ciencias de Estado Unidos, tras analizar una encuesta del sitio de encuentros eHarmony realizada a 19.131 participantes que se casaron entre 2005 y 2012, un tercio de los matrimonios en el país comienzan a través de Internet. Curioso y no tanto, tomando en cuenta que Facebook tan solo, cuenta con 1.390 millones de usuarios mensuales (1.190 millones accediendo por sistemas móviles)  cuyo interés central es… conectarse con otro.

Los sitios virtuales que nacieron a la sombra del prejuicio de que eran para los “solterones”, van adquiriendo un protagonismo inusitado en todas las edades, específicamente en la etapa que antecede al amor, que es el del conocimiento.  Así, en encuestas realizadas, el 80% de los varones y el 63% de las mujeres respondieron que los sitios de encuentro facilitan las conquistas.  Datos que surgen de un estudio a cargo de la consultora Livra indican también una mayor tendencia a la concreción de parejas por el medio virtual. La encuesta en  Argentina fue realizada sobre un total de 400 personas de entre 24 y 55 años en distintos puntos del país.  El 79,7% de los hombres y el 63,8% de las mujeres de entre 34 y 44 años consideran que los sitios de encuentro facilitan las posibilidades de conquista. 

Dentro de este marco, se distingue que el 64,4% de los hombres y el 44,8% de las mujeres reconocen haber salido alguna vez con alguien que conoció a través de internet. Por otro lado el estudio revela que el 86,4%  de los hombres y el 77,6% de las mujeres consideran que se puede encontrar pareja por internet. Asimismo el 71,2% de los hombres y el 70,7% de las mujeres tienen algún amigo o conocido que encontró novio/a por esa vía. Uno de los últimos datos desprendidos de este estudio es que un buen porcentaje de hombres y mujeres consideran que la comunicación por Internet ayuda a superar la timidez, amplía el abanico de opciones y simplifica las formas de conocer a la persona "ideal". 

Y aquí nos encontramos con una gran variable en lo que hace a “la conquista”. Para conquistar a otro, tenemos que tenernos conquistados a nosotros mismos. Nos estamos refiriendo a nuestra autoestima. A cómo nos vemos a nosotros mismos, qué imagen tenemos (y transmitimos) de nosotros mismos a los demás. Nuestra autoestima es producto de toda nuestra historia personal, si fuimos confirmados en nuestros puntos fuertes por las personas significativas que acompañaron nuestro crecimiento, si hubo tolerancia para con nuestras dificultades, si éstas se tomaban como posibilidades de aprendizaje, si los errores se absorbían de una manera más natural y dramática. 

A todos nos sorprende ver a personas que carecen de los atributos físicos considerados deseables y que sin embargo son exitosas en sus estudios o trabajos y logran amar y ser amadas sin dificultades y casi sin proponérselo.  ¿Qué hace que ellos puedan lograr lo que desean, sentirse bien y ser felices y otros no? Principalmente su propia actitud. No se comparan con los demás, se agradan a sí mismos, se convencen de ser únicos, se aceptan como son y pueden adoptar una conducta que hace que los demás piensen lo mismo. Son personas que se atreven a sentirse seguras, que no tienen miedo a fracasar, que pueden reírse de si mismos y que poseen una gran tolerancia a la frustración. Comenzar a aceptarse a uno mismo tal como se es, es el primer paso para ser valorado y deseado. Ser ni más ni menos que uno mismo. Y que el crecimiento y los cambios que se busquen estén destinados a lograr también “la mejor versión de uno mismo”.

Es clave si la construcción mental que fuimos haciendo de nosotros mismos es la de alguien potente, seguro, confiado… o no. Cuándo no ocurre así, esto es fácilmente observable para el entorno. El modo de caminar de una persona, el tono débil de su voz, su postura, su inseguridad, la falta de confianza en si mismo, su carencia de convicciones, o su dificultad para defender su posición, si la tiene, revelan cómo se siente consigo mismo y lo poco que se valora a si misma. Estas personas más fácilmente suelen fracasar en el amor,  (y en otros ámbitos), a relacionarse afectivamente con personas sádicas o comprometidas que las usan. La persona con baja autoestima aceptan estos vínculos por creer que nadie más valorará sus cualidades y esto es lo mejor a lo que se puede aspirar.

Tenemos que aprender a elegir en el amor y la primera condición debería ser alguien en quien podamos confiar. Claro, para esto, es necesario que consideremos que es eso lo que nos merecemos y que está en nosotros la posibilidad de elegir también, no sólo aceptar lo que se nos presente. Un mayor autoconocimiento nos da una identidad más firme. Lo más importante para el logro de una identidad firme es el compromiso con una postura personal coherente, y la coherencia interna es el primer paso para lograr el respeto y el aprecio por uno mismo. Porque aprender a quererse y respetarse es el primer paso para la relación de pareja.


- Acerca de Instituto Sincronía:
Luego de quince años de desarrollo en el tratamiento de la ansiedad y el estrés desde Hémera, la Licenciada Mirta Dall´Occhio integra los nuevos avances en terapia de tercera generación. Al Innovar y ampliar de manera específica el abordaje sobre las emociones humanas, la mirada y los recursos crecen. Hémera evoluciona transformándose en el Instituto Sincronía, con el objetivo de seguir ayudando a las personas a recuperar el balance y la vitalidad. Restableciendo el movimiento creativo y saludable, integrando la mente, el cuerpo y el ambiente de un modo superador. Entrenando a los profesionales de manera práctica y actual, contribuyendo desempeñar su rol con excelencia.

Sabemos el impacto que el estrés tiene en la vida cotidiana. Las tensiones y preocupaciones se tornan excesivas, irrumpen interfiriendo en el desempeño de las actividades sociales, familiares, laborales y académicas. Impactan de manera negativa en la salud de la persona y su entorno. Constituyen trastornos que hacen necesario aplicar tratamientos específicos. El objetivo que proponemos está centrado en la recuperación sustentable de la persona afectada. Esto se logra mediante la comprensión cabal de las causas. Mediante la confianza en los nuevos recursos que provean cambios emocionales, corporales, mentales y de comportamiento. Recuperando la capacidad de elegir, saliendo de los automatismos limitantes. En el Instituto Sincronía somos un equipo de profesionales capacitados para evaluar y llevar a cabo tratamientos focalizados específicamente en los problemas relacionados con el estrés, la ansiedad y otras emociones desreguladas.

Los valores y la destacada formación y compromiso que compartimos en nuestro equipo de profesionales y consultores hacen posible una indicación precisa de los tratamientos. Trabajamos juntos confiando que la salud y vitalidad se educan, se pueden recuperar, y se aprenden a cuidar.