Verano gasolero: más argentinos intercambian casas para salir de vacaciones

A tres semanas del arranque de la temporada.Los trueques se organizan por Internet y hay propuestas en todo el mundo. Argentina es el destino más buscado de Latinoamérica. Las claves para saber cómo postularse.

Vivir cuatro meses en un castillo francés. Conseguir alojamiento en Londres, todo gratis. O rotar durante semanas entre diferentes ciudades de España. Las vacaciones de prestado no tienen por qué limitarse al dos ambientes que la tía tiene a quince cuadras del mar en Santa Teresita. Cambiar de destino puede ser sólo cuestión de tomarse unos minutos y encontrar el aviso adecuado.
“Necesito urgente cuidador para loro africano bebé, hamster sirio y Nemo y Memo, dos peces”, dice el anuncio que ofrece siete semanas de alojamiento en Londres a cambio de hacerse cargo de semejante batallón. El único requisito es no fumar en la casa, no cocinar carne –el dueño es vegetariano– y, como si fuera un chico, acostar al loro no más tarde de las diez de la noche. Los propietarios del castillo, en cambio, piden una pareja que no tenga problemas en cortar el pasto, cambiar las bombitas y mucho mejor si se ocupan de arreglar una ducha que anda mal.
Cuidar animales ajenos, intercambiar casas, instalarse en el sillón de un desconocido. Las variedades de opciones son muchas y se basan en la lógica más básica del mercado: el trueque. Existen una infinidad de sitios de Internet que ofrecen hacer de mediadores, algo así como un “segunda mano global” y 2.0 para conseguir vacaciones gasoleras. El fenómeno quedó registrado hace unos años en el cine: Cameron Diaz y Kate Winslet se animaron a cambiar de casa en “El Descanso”. Una vivía en Londres y la otra, en Los Angeles. Además de vacaciones gratis, consiguieron marido. Nada mal.En nuestro país, la tendencia recién empieza, pero año a año son más los que se anotan. En HomeforHome, un sitio de intercambios, Argentina aparece como el principal destino de América latina. Con sede en España, la empresa comenzó a operar en 2009 y tiene más de 40 mil viviendas anotadas.
Laurence Bresh, de TrustedHousesitters.com, un sitio que se dedica a buscar y ofrecer “caseros”, dice que esta modalidad es “todavía un nuevo concepto en Argentina pero la actividad está creciendo todo el tiempo. Nos gustaría aumentar nuestra base porque Argentina es uno destino popular”. Desde que se creó, hace cuatro años atrás, la empresa encontró más de 11.500 cuidadores y tiene unos 50 mil miembros en todo el mundo.
¿Cómo hay que hacer para acceder a una de estas vacaciones gasoleras? En general, todas las empresas se manejan de la misma manera. Para poder ofrecerse como cuidador, buscar un aviso o publicar la casa, primero hay que asociarse. Y eso, claro, tiene un costo. Los precios suelen rondar los diez dólares mensuales que se pagan con tarjeta de crédito (con los recargos, unos 115 pesos por mes). Eso, se supone, ofrece cierta seguridad a ambas partes. Pero es la única. Ya que la empresa no se hace responsable de nada porque es un contrato entre dos personas, que no involucra dinero y que, por lo general, suele ser de palabra. Sólo se ocupa (y cobra) por contactar a ambas partes en lugares remotos del mundo. Y entonces la experiencia depende de quién esté del otro lado.
Por las dudas, en “Home for home”, lo dejan en claro: “Pensemos que cuando alguien se encuentra en nuestra casa, nosotros estamos en casa de esa persona, por lo que siempre se cuida una casa como nos gustaría que la otra persona estuviera haciéndolo en la nuestra. Jamás hemos recibido ninguna queja negativa de que una persona se encontrará su casa en un estado peor de la que la dejó”. Sin garantías, hay que volver a confiar en la palabra. Es el precio por viajar gratis.

clarin.com