El shopping de Caballito que la empresa Irsa intenta construir desde que Mauricio Macri asumió en 2007, obtuvo hoy dictamen de mayoría en la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña.
El debate fue tensionado, con insultos y hasta forcejeos entre vecinos que se oponen a la construcción del shopping en terrenos linderos al Club Ferrocarril Oeste, y algunos pocos que decidieron acercarse a apoyar la iniciativa.
Finalmente, el PRO pudo sacar adelante el proyecto en la comisión que preside Karina Spalla y esperan poder tratarlo en el recinto en la próxima sesión este jueves, o a más tardar el jueves de la semana que viene. Macri tiene 28 legisladores de 60, y para aprobarlo necesitará al menos 3 manos más.
El momento de mayor tensión fue durante las defensas del proyecto que hizo Helio Rebot y las que se oponían de Pablo Vergel y Gustavo Vera, de Bien Común, además de la intervención de Alejandro Bodart, del MST.
La oposición se despachó con tres dictámenes de minoría para expropiar el predio de la firma de Eduardo Elsztain, y crear parques o espacios verdes en el lugar.
Un buen puñado de vecinos se acercó a la Legislatura con pancartas y mensajes de rechazo a la iniciativa del PRO. Además de repudiar el proyecto en sí, se quejaban de que los manifestantes a favor del emprendimiento son funcionarios porteños que ni siquiera son del barrio.
Los argumentos de quienes estaban a favor hacían hincapié en los puestos de trabajo que las obras y el funcionamiento del shopping traerán directamente a las comunas 6 y 7. Y que además la empresa se comprometió a hacer un jardín maternal en el lugar.
Ya la empresa IRSA se había comprometido a hacer un puente sobre las vías del Sarmiento, como otra forma de destrabar el proyecto, que lleva años sin el consenso para salir en la Legislatura.
“Al PRO le interesa más defender el negocio de una corporación inmobiliaria que la calidad de vida de los porteños. Como el PRO necesita 31 votos y sólo tiene 28; espero que ningún bloque de la oposición dé su apoyo a esta barbaridad a la medida de IRSA", dijo Bodart.
Y agregó: “Si los que sostienen este proyecto dicen contar con apoyo de la mayoría de los vecinos. ¿Por qué se niegan a realizar una consulta popular para que los vecinos decidan? Quizás porque en el gobierno de Macri saben que si la gente pudiera optar elegiría más verde y menos cemento”.
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