Escrito por Miguel Angel Boggiano

La semana pasada escribí la nota titulada “Los 20 países que más veces fueron al default”.
En el caso de Argentina, a través de las diferentes fuentes citadas que
había consultado, llegaba a la cuenta de siete situaciones de default.
Sin embargo, decidí ver cada uno de esos y otros casos para ver en más
detalle la validez de calificar cada uno de esos eventos como un
default. Mi conclusión es que eventos que efectivamente representaron
una situación de default/reestructuración fueron cuatro. Y a la vez, hay
otros cuatro eventos de gran significancia que algunos han decidido
contabilizar pero que no deberían computar. Veamos cada uno de ellos.
Los cuatro momentos de Default de la historia de Argentina.
El primer episodio data del año 1827.
La Argentina había tenido una presencia activa en los mercados
internacionales de capital luego de la independencia en 1816. Fue
justamente en medio de un boom de préstamos ocasionado por el fin de las
guerras napoleónicas que Argentina y otros países de América Latina
consiguieron emitir bonos en Londres para financiar sus guerras de
independencia. Este boom crediticio terminó en 1825 cuando el Banco de
Inglaterra subió su tasa de descuento para frenar su caída de reservas.
Este ajuste monetario derivó en un crash bursátil, problemas bancarios y
recesión en Inglaterra y Europa Continental. En pocos meses, la crisis
se expandió a América Latina. Argentina entró en default en 1827 y
recién reinició sus pagos en 1857.
El segundo episodio de default se conoce como el Pánico de 1890.
La principal causa fue la bancarrota a la cual casi llega la banca
Baring Brothers debido al exceso de crédito que le había otorgado a la
Argentina. El destino del crédito, tomado principalmente en la época de
Julio Roca, se destinó a la construcción de ferrocarriles y a la
modernización de Buenos Aires para transformarla en la “Paris de
Sudamérica”, construyendo amplias avenidas, parques y un puerto moderno.
En 1880 la nación había crecido de manera sorprendente con el modelo
agroexportador. Las políticas liberales del gobierno del Presidente
Miguel Juárez Celman (1886-1890) llevaron a un período de especulación
financiera que creó una burbuja. En 1888 quiebra el Banco Constructor de
La Plata y estalla la crisis. El estado Argentino ingresa entonces en
cesación de pagos por cuatro años. La crisis ocasionó la quiebra del
Banco Nacional y en la renuncia del Presidente. El vicepresidente Carlos
Pellegrini asume el cargo hasta 1892. Bajo su gestión se creó el actual
Banco Nación. En el plano internacional, un consorcio liderado por el
Banco de Inglaterra rescató a la Baring y evitó lo que podría haber sido
una catástrofe de la banca londinense. El cuadro “Sin pan y sin
trabajo” (de Ernesto de la Cárcova) es una obra maestra de la pintura
argentina que refleja la situación de los obreros en 1890. Aquí el
cuadro:
Para tener una idea de la dimensión del
endeudamiento, cabe destacar que en ese momento Argentina llegó a ser el
quinto país más endeudado del mundo. Absorbió el 11% de todas las
emisiones de bonos en Londres desde 1884 a 1880 y entre el 40% y el 50%
de todas las emisiones de deuda realizadas fuera del Reino Unido.
Estados Unidos en ese momento tenía entonces 20 veces más población que
Argentina y sólo una fracción de su deuda. Es correcto decir que en la
década de 1880 se vió un flujo de capitales sin precedentes en la
historia hacia un mercado emergente como el argentino. La exuberancia
del momento queda a la vista: el déficit de cuenta corriente era de 20%
del PBI. El default de Argentina fue en una deuda de ₤ 48 millones, lo
que constituyó cerca del 60% de la deuda mundial defaulteada en 1890.
El tercer episodio de default se dio en 1982.
Esta crisis de deuda fue, después de la de 1930, la de mayor alcance
del Siglo XX. Decenas de países de América Latina y África cayeron en
default. A diferencia de defaults sobre bonos, fue sobre préstamos
bancarios. Argentina tardó hasta 1992 en regularizar su situación a
través del Plan Brady. El régimen militar de 1976 a 1983 abusó del boom
de liquidez mundial de los petrodólares. Por primera vez desde 1930
había crédito internacional para países emergentes. Argentina pasó de
una deuda externa de U$S 7.000 millones en 1976 a una de U$S 45.000 en
1983, mientras el PBI se mantuvo estancado. La chispa que inició la
crisis fue una fuerte suba de tasas de interés en Estados Unidos que
terminó empujando a México el 16 de agosto de 1982 a declararse
imposibilitado de pagar los intereses en su deuda en dólares de U$S
80.000 millones. Para octubre de 1983, 27 países que debían U$S 239.000
millones estaban en vías de reestructurar su deuda. De esos países, 16
eran de América Latina, y entre México, Brasil, Venezuela y Argentina,
sumaban el 74% de la deuda en reestructuración. Aproximadamente U$S
37.000 millones se le debía a los ocho bancos más grandes de EEUU, lo
que representaba el 147% de sus reservas de capital de aquel entonces.
El cuarto episodio de la Argentina fue en el 2002.
Adolfo Rodriguez Saa anuncia en diciembre de 2001 que Argentina
suspendería sus pagos a la deuda externa y fue aplaudido en el Congreso
Nacional. Sólo tres años después del Plan Brady (que implicó diferentes
reducciones para la deuda), la deuda Argentina volvía a niveles previos a
este acuerdo. Nueve años luego del Plan Brady, la deuda llegaba a más
del doble. Como porcentaje del PBI, la deuda pasó del 50% en los ‘90s al
200% en el 2001. El alto nivel de endeudamiento tuvo una gran
influencia en la recesión que empezó en 1998 y en la caída libre de la
actividad económica en 2001. Se ha acusado al FMI de haber sido
responsable de permitir esta crecida de la deuda, pero la
responsabilidad última fue de la clase política argentina.
(Rodriguez Saa en el Congreso de la Nación Argentina – Diciembre 2001)
Hay otros cuatro eventos que se nombran en ocasiones como default de Argentina, pero que no lo han sido. Paso a nombrarlos:
- Default sólo a nivel provincial en 1915.
- Default sólo a nivel provincial en 1930. Es para destacar que Argentina fue uno de los pocos países que cumplió con sus obligaciones financieras. Otros 9 países de América Latina cayeron en default y 4 sólo pagaron parcialmente sus intereses. Argentina fue el caso excepcional entre los deudores de América Latina en 1930, así como Colombia los sería en 1982.
- Acuerdo con el Club de Paris en 1956. Fue para
evitar un default y no hubo reestructuración. A diez años de la creación
del FMI y del Banco Mundial en Bretton Woods, fue la primera reunión de
este grupo. ¿El objetivo? Ayudar a la Argentina a renegociar su deuda
para evitar que entrara en default.
En ese momento, se registraban vencimientos con Estados Unidos a lo que el presidente de la «Revolución Libertadora», Eugenio Aramburu, sumó nuevas obligaciones con la intención de restablecer el comercio, por u$s 700 millones, que no pudo pagar. Fue el ministro de Finanzas francés de ese año, quien invitó a 11 países acreedores de la Argentina a reunirse en París para analizar la refinanciación de la deuda externa, entre el 14 y el 16 de mayo de 1956. - Plan Bonex 1989. Ante el fracaso del denominado “Plan BB” (Bunge & Born), Menem designa al frente de la cartera de economía a Antonio Erman Gonzalez. La situación económica con la que se encontró el Doctor E. González era la de una persistente acumulación de deuda interna. Para diciembre de 1989 los depósitos a plazo fijo a 30 días se pactaban con tasas por encima del 400%. Ante esta realidad, el 28 de diciembre de ese año, el gobierno concretó un canje compulsivo de todos los plazos fijos que superaban el millón de australes, a cambio de bonos (denominados Bonex 89) que vencían en 1999 mediante el dictado del Decreto 36/90. Se estima que la confiscación alcanzó al 60% de la base monetaria, lo que provocó una fuerte recesión. A los efectos prácticos este evento tuvo todas las características de un default de deuda interna.
Fuentes:
“La deuda argentina: historia, default y
reestructuración” – Mario Damill, Roberto Frenkel y Martín Rapetti.
CEDES, Buenos Aires 2005.
“This Time is Different”, Carmen M. Reinhart & Kenneth S. Rogoff, Princeton University Press © 2009
“Debt Default and Lessons from a Decade of Crisis”, Federico Sturzenegger & Jeronim Settelmeyer, MIT Press© 2006
“The Baring Crisis and the Great Latin
American Meltdown of the 1890s”, Kris James Mitchener and Marc D.
Weidenmier, Mayo 2007 NBER Papers
“The forgotten history of domestic debt”, Carmen M. Reinhart & Kenneth S. Rogoff, NBER Working Paper, Abril 2008
Ideas concretas de Trading:
La semana pasada fue mayormente neutra
para la bolsa de los Estados Unidos. El Dow Jones cerró con una caída
del 0,83%, el S&P500 cerró neutro y el Nasdaq100 tuvo una mejora del
0,64%. Es para destacar que el día miércoles, tanto S&P500 como
Nasdaq100 marcaron nuevos máximos. Para el S&P500 fue un nuevo
máximo histórico y para el Nasdaq100, máximo de los últimos 12 años.
La tendencia se mantiene claramente
alcista. Y ya en la temporada de balances, empezamos a ver fuertes
oscilaciones en algunas empresas en particular. Lo más destacado de la
semana fue la fuerte caída de Amazon el día viernes (del orden del 10%) y
la suba de Facebook el jueves (del orden del 5%). Apple por su parte
parece decidida a volver a su máximo histórico. Recordemos que Apple
hizo un Split de 7 a 1, con lo cual aquel máximo de 705, hoy es de
100,75. Apple cerró el viernes en 97,67.
Las acciones de nuestro sistema de Alertas Premium continúan con un gran desempeño:
Ahora si, veamos las posiciones sugeridas gratuitamente a través de nuestra cuenta de Twitter @cartafinanciera:
VipShop Holdings (VIPS). El
miércoles 21 de mayo anunciamos la compra de VIPS en 168,80. “Esta
acción está lista para tener una gran aceleración alcista”, decíamos la
semana pasada. Y estamos justamente en ese proceso. STRONG BUY. Último: 213,49. Saldo: +26,47%.
Avis Budget (CAR). El
miércoles 21 de mayo anunciamos la compra de CAR en 55,48. No me gustó
lo que hizo esta acción el jueves y viernes. Vamos a mantener y poner un
STOP en 48. HOLD. Último: 59,14. Saldo: +6,59%.
Akorn (AKRX). El
miércoles 21 de mayo anunciamos la compra de AKRX en 27,23. Bien por
esta acción que logró revertir la caída post-balance. En caso de ponerse
por sobre el nivel de 36, va a acelerar con fuerza. STRONG BUY. Último: 34,48. Saldo: +26,62%.
Salix Pharma (SLXP). El viernes 23 de mayo anunciamos la compra de SLXP en 113,22. Otra semana prácticamente sin cambios. Seguimos alcistas. STRONG BUY. Último: 132,22. Saldo: +16,78%.
Energy Transfer Equity (ETE). El
viernes 23 de mayo anunciamos la compra de ETE en 51. Me encantó el
comportamiento de esta acción con aceleración alcista. Creo que son
inminentes mayores subas. STRONG BUY. Último: 59,78. Saldo: +17,21%.
Avago Technologies (AVGO). El
viernes 23 de mayo anunciamos la compra de AVGO en 69,20. Muy mala
semana para esta acción. Vamos a poner un STOP en 69. Sólo mantener. HOLD. Último: 69,91. Saldo: +1,04%.
US Silica (SLCA). El
miércoles 4 de junio anunciamos la compra de SLCA en 53,14. Muy bien
esta acción que consigue marcar máximo histórico el día jueves. BUY. Último: 60,45. Saldo: +13,75%.
(En el servicio de Alertas Premium estamos comprados desde 49,12)
NRG Yield (NYLD). El miércoles 4 de junio anunciamos la compra de NYLD en 48,72. Gran semana para esta acción que está a punto de despegar. STRONG BUY. Último: 53,96. Saldo: +10,75%.
(En el servicio de Alertas Premium estamos comprados desde 47,08).
Transportadora Gas del Sur(TGS). El
jueves 5 de junio anunciamos la compra de TGS en 3. Mal esta acción y
toda la bolsa argentina. A vender en la apertura del lunes. SELL. Último: 2,86. Saldo: -4,66%.
Tesla Motors (TSLA). El
lunes 23 de junio anunciamos la compra de TSLA en 235,38. Una semana
tímidamente positiva. Todavía mantenemos con STOP en 210. HOLD. Último: 223,57. Saldo: -5,01%.
Por último, les dejo acá la performance de la Cartera Administrada de Carta Financiera: