Los abogados del estudio Cleary & Gottlieb que representan a la Argentina y los de los holdouts se verán esta tarde por primera vez después de que la Corte Suprema de los Estados Unidos rechazara tratar el planteo argentino y dejara firmes los fallos de primera y segunda instancia que ordenan al país el pago en efectivo de lo que le reclaman los fondos buitre.
El juez de Nueva York Thomas Griesa citó a ambas partes a una audiencia judicial a las 14 (hora de Nueva York, las 15 de la Argentina).
La audiencia fue convocada específicamente para discutan qué hacer tras el fallo de la Corte Suprema.
Ayer, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, advirtió que el Gobierno no acatará los fallos que lo obligan a pagar el pago del 100% de lo que reclaman los holdouts por los bonos de deuda en default que mantienen en su poder. Y volvió a garantizar el pago de los u$s 900 millones de deuda reestructurada que vencen el 30 de junio, incluso con la posibilidad de cambiar de jurisdicción y pagarlos en Buenos Aires en vez de en Nueva York.
De todos modos, el Gobierno también dio señales de que espera que la Justicia estadounidense abra una ventana para llegar a un arreglo con los holdouts. "Vamos a tomar recaudos para pagar (los bonos reestructurados), pero vamos a enviar a los abogados a hablar con el juez Griesa, a ver a qué se refiere con eso de que no quiere empujar al país al default", dijo ayer Kicillof.
El 23 de febrero de 2013, el juez neoyorquino conminó al país a pagar u$s 1.330 millones en efectivo a los litigantes en efectivo y obligó a los agentes de pago, el Bank of New York y las agencias de clearing, a retener los fondos destinados a la deuda reestructurada si Argentina incumple la sentencia. Por el momento, una medida cautelar impide efectivizar el fallo.
Si esa cautelar es levantada, como reclaman los fondos buitre, la Argentina no podrá pagar en Nueva York los bonos reestructurados si no deposita los fondos para los holdouts; pero si les paga a los holdouts, enfrentará de seguro nuevos reclamos por darles a éstos mejores condiciones que las de las reestructuraciones. Por eso la idea de cambiar de jurisdicción para pagarles a los tenedores de títulos nuevos, que igual implicaría el default técnico.
Según varios analistas, el intríngulis jurídico sólo podría resolverse en una negociación con los fondos buitre, de ahí que la reunión de esta tarde -aún cuando en los mercados se espera un "reto" de Griesa a los abogados de la Argentina- genera altas expectativas.