Jorge Brito: "El capitalismo ya no es salvaje"

El banquero Jorge Brito participó de la reunión de la directiva de la Federación Lationamericana de Bancos (Felaban) -que se desarrolló el viernes y sábado en Punta del Este- que preside y recibió al diario El País en su chacra en La Barra.

A continuación, la entrevista publicada por el matutino uruguayo:

-Está muy entusiasmado con la inclusión financiera...

-Estamos en un mundo, no diría difícil, pero si diferente. Lo atribuyo a las comunicaciones, que son tan rápidas. La crisis financiera de 2008 se trasladó de forma rápida a todo el mundo. Pero, la profundidad que tuvo la crisis también tuvo una rápida respuesta. Todo se profundiza más rápido pero también las soluciones se encuentran más rápidamente. En todo el mundo, los banqueros nunca fuimos un sector bien visto. Fuimos un sector, generalmente, mal visto por la sociedad. Después del 2008 esto empeoró por lo que pasó con los bancos y sus accionistas. No puedo dejar que en ese banco que salvé, sus accionistas se puedan llevar mucha plata y repartirla como si nada hubiera pasado. Cuando algo pasa, tenemos que esforzarnos en transmitir un mensaje diferente a la sociedad.

-¿Los banqueros tienen que vencer cierta barrera cultural y que la gente capte los potenciales beneficios de la inclusión?

-Claramente el capitalismo ha ido cambiando. Quedó lejos el capitalismo salvaje. Creo que estamos, no sé si en un sistema perfecto, pero sí que va dando soluciones al mundo. Por lo menos hasta ahora no se encontró otro sistema mejor, esta forma de empezar a darle soluciones a la gente. Esto de la inclusión financiera es un buen negocio para los bancos, nadie va a hacer un mal negocio. Creo que es bueno para la gente y lo que es bueno para la gente también puede ser bueno para los bancos. Cuando hago un negocio con un cliente no quiero hacer un muy buen negocio, quiero hacer negocios hasta que me muera con él. Para que esto funcione, el cliente tiene que salir contento y yo también, o los dos descontentos.

-En Uruguay está en el Parlamento la norma que promueve la inclusión financiera.

-Hoy acá están estudiando esa ley que es muy beneficiosa. En Argentina existe desde 1997. En mi país cuando una empresa tiene más de 300 empleados tiene la obligatoriedad de emplear el sistema bancario. Me opuse a muerte contra el presidente del Banco Central (BCRA) de ese momento. Le decía que él no me podía obligar a dar un servicio gratis.

-¿Qué pasó?

-Un año y medio después, los bancos estábamos dando servicio gratis a la gente. Al mismo tiempo esa gente se empezó a bancarizar y a emplear los instrumentos del banco. Fue algo muy bueno y que egoístamente en 1997 me opuse. Resultó muy bueno para la gente y muy bueno para los bancos. Al hombre de campo, que tiene los dedos muy gruesos, le costaba meterlos en el teclado del cajero y hasta pusimos azafatas para ayudar a nuestros clientes. Ojo que a mí me cuesta usar el teclado de mi teléfono.

-¿Hay un tema cultural?

-Un trabajador que viene de una fábrica, le da temor de entrar a una sucursal de banco que está limpia y presentable. Por eso hay que capacitar al empleado bancario para que pueda tratar como se debe a la nueva gente que ingresa al sistema bancario.

-Hay quien dice que la inclusión financiera es como ponerle un motor de Ferrari a un Ford T, porque muchos sectores se manejan en la informalidad.

-No es así. Hay que instrumentar un sistema amigable para que la gente puede animarse a emplear los servicios financieros. Hay que hacer un esfuerzo para que ese más de 30% de gente que está en la marginalidad, hoy ese tipo es un esclavo. El día que deje de trabajar no tendrá nada. Ni seguridad social, ni salud. ¿Qué le va a pasar después de los 65 años? tenemos que hacer un gran esfuerzo. Y el que lo tiene que hacer en mayor medida es el propio Estado.

-¿Qué se debe hacer?

-El exsecretario de comercio, Guillermo Moreno, decía que se debía compatibilizar "La Saladita" con Wal-Mart. Y no es así. En la medida que se haga prosperar a "La Saladita" y se generen otros emprendimientos similares el resultado es que habrá más gente en la marginalidad. El tema es meter para adentro del sistema. No para afuera. Esas dos cosas no pueden coexistir. SÍ por un periodo. "La Saladita" hoy gana más que Wal-Mart.

-Y el Estado, ¿no deja de recaudar por implementar descuentos en el IVA pagando con tarjetas?

-No. Todo lo contrario. Vale la pena el esfuerzo. Eso es una gran mentira de los tipos que están negreando. El Estado deja de recaudar pero, ¿cuánto más recauda el estado porque esa persona está en blanco?.

La situación argentina-Hay un memorable discurso de Perón de 1953 cuando desde el balcón de la Casa Rosada le preguntó a la multitud: "¿alguno de ustedes ha visto alguna vez un dólar?". La muchedumbre le contestó que no.

-Y Perón respondió: "¡Entonces para que queremos los dólares!".

-Bueno, 60 años después los argentinos siguen con el mismo problema. ¿Qué es lo que pasa?

-Conozco al Uruguay y sé que tiene una economía dolarizada. Todos sus ahorros están en dólares. Hay que generar una moneda. el Estado debe incentivar, por ejemplo, créditos para la vivienda. Si alguien va a Brasil a pagar con 100 dólares lo miran con cara rara. El comerciante brasileño no tiene ni idea de lo que sale el dólar. Todos los países necesitan contar con su moneda y Argentina no ha sabido crearla.

-¿Qué pasa con la economía argentina? Parece como si de pronto algunas cosas empezaran a normalizarse.

-Entre octubre de 2011 y octubre de 2013 se tomaron medidas equivocadas. Muchas. Había que rectificar cinco o seis medidas de las cuales se rectificaron cuatro. Falta terminar la negociación (por la deuda en default) con el Club de París y falta arreglar con los holdouts. Y lo que es más importante: el inversor no tiene una sensación de que todo esto se está haciendo por convicción. Existe la sensación de que todo esto se hace por necesidad. Si la presidenta Cristina Fernández dice que tuvo 10 corridas bancarias y que hubo especuladores que la llevaron a devaluar, no se está transmitiendo lo correcto. ¿Cuál fue el problema? ¿Ése, o que se tenía un tipo de cambio donde un productor de manzanas de Mendoza tenía problemas? ¿Si se devaluó fue porque hubo una corrida? ¡No! Se devaluó porque existía un problema con el tipo de cambio. Hay mucha gente en la Argentina que en los dos últimos años no pudo comprar un solo dólar. Entonces, ¿la gente que percepción tiene? Que está sacando el cepo por algo gestual.

-¿Sería más de lo mismo?

-Al capital no se le puede traer por la fuerza. Para que alguien invierta en Uruguay uno puede seducir al inversor. Lo que le falta a la Argentina hoy es seducir al capital para que venga. Solucionando el Club de París, solucionado el problema de los holdouts y dándole a la gente un mensaje correcto la cosa empieza a caminar solita.

-¿Qué pasa con la inflación?

-El problema de la inflación en Argentina no son los malos empresarios que suben los precios. El problema es la emisión monetaria y el déficit fiscal que se genera. Algo que hoy se sigue negando. Se habla del modelo que yo defendí. Pero ese modelo tenía tres patas: superávit fiscal, superávit comercial y tipo de cambio competitivo. Esto fue lo que en 2003 se puso en marcha y lo que hizo crecer a la Argentina durante ocho años.

-Los expertos aseguran que el gobierno argentino pasó de la heterodoxia a la ortodoxia, pero que si no se produce un ajuste en el Estado, el país va a una recesión complicada. ¿Piensa lo mismo?

-Argentina tenía algunos problemas y empezó a solucionarlos. Si se devalúa y la expectativa de la inflación es del 35% y si los bancos pagan el 15% a sus ahorristas, claramente la cosa no camina.

-¿Qué falta?

-Hay que generar las condiciones para que ingresen dólares. Con el yacimiento de Vaca Muerta (uno de los principales de gas y petróleo a partir de esquistos) se generarían inversiones por u$s 10.000 millones hasta agosto o septiembre. Ahí entraría la cosecha de otros u$s 30.000 millones. Cuando se tiene una economía, estas inversiones de gran tamaño generan miles de actividades conexas. Ese es el gran derrame que llega a todo el país.

-Puede suceder que a este gobierno los tiempos económicos calcen con los electorales.

-Si este gobierno termina haciendo estos cambios, posiblemente tenga una caída de un punto y medio o dos puntos del PIB. Pero el año que viene tendrá un rebote y la gente se va a ver mejor. Y no solamente se verá mejor sino que va a ver mejor a su futuro.

-Entonces el cepo tiene un fin cercano.

-No tan así. Se está yendo por el camino correcto. Esperemos que siga así. Esto debe ser acompañado por un mensaje marketinero. Este gobierno desde 2003 hasta 2007 donde el país crecía, era criticado. Si uno agarraba los números argentinos y le tachaba la palabra Argentina, podía ponerlo entre los tres países donde uno podía invertir en primer lugar. Argentina tiene un mal discurso. Hay que mejorarlo.

-Algo de eso se notó en el discurso de la presidente del otro sábado.

-No hubo confrontación. Fue casi una caricia.

-¿Qué le falta a la Argentina para crecer? Tiene a Messi, la Reina de Holanda y hasta al Papa. Sus técnicos se destacan en todo el mundo. ¿Algo psicológico?

-El argentino tira papeles a la calle, no da pelota. Si a ese mismo argentino lo subís a un avión y lo mandás a Estados Unidos, cuando llega no hace nada de eso. ¿Qué pasó? ¿Lo educaron en el avión? No. Los argentinos nos cagamos (sic) en las normas. Nos falta la cultura del respeto a las instituciones, al prójimo, a todo. El argentino no es optimista. Al que le va bien patea de todas formas.