El economista Miguel Kiguel analizó hoy que “la urgencia del Gobierno” es evitar que la inflación siga subiendo y que “devaluando y subiendo tarifas, a largo plazo funciona” para bajar el IPC.
“Claramente ha habido un cambio” en el Gobierno, “el nuevo IPC es fundamental para sincerar los números y hacer un esfuerzo para recuperar financiamiento que en este momento Argentina necesita y a gritos”, dijo el titular de Econviews a FM Identidad.
“Por el lado monetario se están haciendo cosas, la cantidad de dinero está creciendo menos y eso es positivo. Los acuerdos de precios tienen patas cortas, ayudan un poco pero el tema central es que hay que mostrar una voluntad de querer bajar la inflación y que el primer paso fue reconocerla. Segundo, la pelea por las paritarias es central, es muy importante que en el comienzo se logren con aumentos que estén por abajo del 30%. Y tercero, el objetivo para este año debería ser estabilizar la inflación: llevarla a un dígito. La urgencia es evitar que siga subiendo”, analizó Kiguel.
El economista opinó que las últimas medidas del Gobierno parecen que fueran en contra de bajar la inflación “porque se empieza devaluando, y subiendo las tarifas, pero a largo plazo funciona”, para bajar el IPC. “Hay que distinguir el efecto negativo del corto plazo, que es un costo que en algún momento había que pagarlo, del proceso inflacionario a largo plazo, que va por otro andarivel”, sostuvo. Y reiteró: “Hay veces que hay que pagar costos de corto plazo para poder mejorar las perspectivas de largo plazo y en ese sentido se va moviendo el Gobierno, pero es una pelea difícil”.
“Ahora falta la pata fiscal, pero a la gente le puede tocar el bolsillo porque subir tarifas es bajar el poder adquisitivo del salario”, advirtió.
Por último, en relación al tipo de cambio, Kiguel dijo que “el Gobierno no se puede quedar dormido y volver a dejar así el tipo de cambio, porque si no, para junio, cuando se acaben los dólares de la soja podemos tener un episodio como el de enero”. “Habría que evitar eso y volver rápidamente a la flotación administrada”, de la moneda, dijo. “Los futuros indican un dólar a fin de año a $ 10 o $ 10,50”, pronosticó.