Botín cobra 12 millones del dividendo del Santander y Marín elige acciones

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha optado nuevamente por recibir el dividendo que la entidad entregó la semana pasada en efectivo. El banquero cántabro ha ingresado más de 12 millones de euros brutos por el último pago que realiza la entidad, que recomienda abiertamente a sus accionistas elegir la fórmula del cobro en acciones (scrip dividend). Una opción que sí ha escogido, como ya hiciera en agosto, el consejero delegado Javier Marín.

Marín, que sustituyó a Alfredo Sáenz como número dos del banco rojo el pasado mes de abril,elevó el pasado 7 de noviembre su participación en 7.002 acciones, al pasar de 287.135 a 294.137, equivalentes al 0,003% del capital. Los títulos que están a nombre de su mujer Almudena Navarro y de sus tres hijos, Carmen, Javier y Almudena, también han sido retribuidos con nuevas acciones, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De esta forma, Marín ha vuelto a apostar por la evolución del banco en Bolsa al elegir el cobro del dividendo en acciones, como ya hizo el pasado agosto. No fue así con el pago de mayo, cuando se decantó por el efectivo. Una decisión que ya había tomado antes de ser designado consejero delegado, puesto que el nombramiento se produjo el 29 de abril, cuando ya se había cerrado el plazo para decidir sobre la fórmula de cobro del dividendo.
El Santander fue la primera entidad financiera en ofrecer la fórmula del scrip dividend en noviembre de 2009 con el objetivo de evitar la salida de caja y reforzar el capital. Se trata en definitiva de una ampliación de capital sin coste para el banco. En el último dividendo, la oferta de canje se situó en una acción nueva por cada 41 derechos de suscripción. El 89,2% de los accionistas escogió esta opción.
La apuesta de Marín –y de la mayoría de inversores- por recibir acciones en lugar de dinero, contrasta con la política habitual de su antecesor, Alfredo Sáenz, y del presidente. Botín ha elegido de nuevo el efectivo.La entidad pagó el pasado 4 de noviembre 0,153 euros por cada derecho de suscripcióncorrespondiente a la ampliación de capital. Si Botín vendió sus derechos al banco, se habrá anotado unos ingresos de 12,09 millones. No obstante, esta cantidad podría ser mayor si hubiera optado por cederlos al mercado, donde los derechos han cotizado por encima de los 0,153 ofrecidos por el banco.
Tras este dividendo, Botín reduce su peso en la entidad al 0,70%, con 79.297.349 acciones entre directas e indirectas. Entre estas últimas, sí han elegido recibir el dividendo en acciones sus hijas Paloma y Carmen Botín (4.501 y 652 nuevos títulos cada una). Así lo han hecho también sus nietos e hijos del consejero Javier Botín, Jorge, Javier y Marta Botín (327, 411 y 280, respectivamente).
El consejero Javier Botín, sin embargo, ha seguido los pasos de su padre y ha cobrado en efectivo (a excepción de las acciones que están a nombre de sus hijos). En concreto, habría recibido cerca de 2,5 millones de euros. Su participación asciende a 16.283.429 acciones, representativas del 0,144% del capital. Su hermana Ana Patricia Botín aún no ha comunicado a la CNMV su decisión respecto al dividendo, por lo que mantiene un paquete equivalente al 0,158% del banco.
Tampoco se conoce la elección de Juan Miguel Villar Mir respecto al grueso de su participación, adquirida el pasado 18 de septiembre. Entonces compró 27 millones de acciones por 158,6 millones, pero lo hizo a través de la sociedad Espacio Activos Financieros y no está obligado a declararlo públicamente. Aquella operación le convirtió en el segundo accionista particular del banco tras Emilio Botín, con un peso del 0,24%. La CNMV sí desvela la elección que el presidente de OHL tomó respecto a su paquete anterior, que apenas sumaba 1.030 acciones. En este caso, ha escogido cobrar en acciones, elevándolo a 1.056 títulos.
MATUTES Y TOCINO, POR ACCIONES
Entre el resto de consejeros, la mayoría ha optado en esta ocasión por recibir el dividendo en acciones. Es el caso de los exministros Isabel Tocino y Abel Matutes, que han elevado sus participaciones a 106.780 (0,001% del capital) y 2.841.689 acciones (0,025%), respectivamente. O de Fernando de Asúa, que suma 149.445 títulos (0,001%) y Esther Giménez-Salinas y Guillermo de la Dehesa, con paquetes muy reducidos en ambos casos.
Por su parte, Matías Rodríguez Inciarte, con 1.387.692 acciones (el 0,012%) se ha decantado mayoritariamente por el efectivo (la participación indirecta en acciones). Lo mismo ha hecho Terence Burns, que posee 57.129 títulos (el 0,001%). Mientras, Rodrigo Echenique, con 670.960 acciones (el 0,006%), ha cobrado todo el dividendo en dinero, salvo la participación de su mujer.
Como ocurre con Ana Patricia Botín, la CNMV tampoco ha comunicado los últimos cambios en las participaciones de los consejeros Vittorio Corbo, Ángel Jado y Juan Rodríguez Inciarte.

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