El trastorno del estrés producto de la inseguridad. Lic. Santiago Gómez

En el último tiempo han aumentado las consultas psicológicas como consecuencia de la ola de inseguridad que se vive en los diferentes lugres de nuestro país.
  La inseguridad afecta también a muchas personas que nunca han sufrido actos de violencia, debido a que están todo el tiempo en un estado de alerta, viendo el “peligro” y esperando que en algún momento algo malo les vaya a suceder.

 Relato de una víctima de un asalto:
Marta es una mujer de 50 años que se dedica al comercio y hace menos de un mes que dos individuos armados le robaron en su negocio. Ella sintió en ese momento que la podían matar, cuenta que estaba y sigue estando horrorizada. Relata que los primeros síntomas fueron temblores, estado de inquietud, hormigueo en todo el cuerpo y estaba muy irascible. No puede volver al lugar de trabajo por miedo a pasar nuevamente por la misma situación. Tampoco puede salir sola a la calle, tiene que andar acompañada y así todo está siempre en alerta por miedo al robo. Se sobresalta fácilmente cuando está en la calle y no puede dejar de revivir las imágenes y las sensaciones que experimentó el día del robo.

 Las personas víctimas de un robo, pueden generar diferentes trastornos de ansiedad como crisis de pánico, fobias, ansiedad generalizada, estrés postraumático y estados de depresión. 
 Los diferentes estresores que aparecen como posible amenaza contra la integridad de la persona pueden generar un estado de estrés malo o distres, que ocurre cuando se supera la capacidad de resistencia y adaptación del organismo. 
 Algunas de las consecuencias que provoca el estrés son: irritación, insomnio, alteraciones del humor, pérdida del apetito, cansancio desde la mañana temprano, disminución del rendimiento psico-físico.   
 El TRAUMA es la exposición a situaciones amenazantes para la vida del sujeto, que va a generar perturbaciones emocionales como apatía, ira y pesadillas.
 El estrés postraumático es el estrés posterior al acontecimiento traumático, como robos, violencia fisca,  secuestros,  violaciones y abusos sexuales, entre otros, en donde el sujeto experimenta un intenso temor y la sensación de muerte.
 Los síntomas que caracterizan a esta problemática son:
- La re experimentación del hecho traumático: esto significa que la persona revive el suceso a través de sueños, alucinaciones y episodios disociativos.
- La evitación de estímulos asociados al hecho traumático: es decir se evita todo lo que tenga que ver con la situación traumática como, pensamientos, conversaciones, lugares, personas y todo aquello que se asocie o que le haga recordar al trauma.
- Aumento de la activación cerebral: que se manifiesta mediante la irritabilidad, problemas para la concentración, hipervigilancia, dificultad para dormir.
Síntomas que no aparecían antes del evento traumático.
 Los sucesos traumáticos influyen de manera significativa en la autoestima de la persona ya que afecta la confianza en uno mismo, con los otros y con el mundo en general. También aparecen alteraciones en el ámbito laboral, social y familiar del sujeto.
 Las investigaciones muestran que las mujeres padecen más que los varones el estrés postraumático.
 Para éste tipo de situaciones, resulta ser muy efectiva la combinación de la Terapia Cognitiva Conductual con el tratamiento farmacológico.

 Acerca de Decidir Vivir Mejor: 
Surge con el fin de poder ayudar a todas aquellas personas que en algún momento de sus vidas deciden cambiar, tratar de mejorar su calidad de vida, pero no saben cómo hacerlo. Consiste en brindar herramientas y recursos terapéuticos, desde la Psicología Cognitiva, mediante Programas online y presenciales de auto aplicación