Hoy, a partir de las 20, en las principales centros urbanos del país, la ciudadanía volverá a salir a la calle con cacerolas para pedir cambios al gobierno nacional. Inflación, inseguridad, corrupción y la crisis del transporte, los reclamos
No alcanza con que te quedes en la cocina de tu casa, tomando mate, refunfuñando ante una realidad política y económica cada vez más complicada
No alcanza que te quejes mientras esperás el micro para luego viajar como ganado, sin las mínimas garantías de seguridad
No alcanza con lamentarte por las condiciones de los trenes, rezando de poder llegar vivo a destino dado que cada vez que te subís a una de esas formaciones te viene a la mente lo sucedido en los choques de Once y Castelar, y te das cuenta que nada cambio
No alcanza con quejarte mientras tus amigos, vecinos o conciudadanos mueren como consecuencia de la ola de inseguridad. Y, como si fuera una burla, escuchás a funcionarios o legisladores del oficialismo decir que lo que está ocurriendo “es sólo una sensación creada por los medios”
No alcanza con indignarte cada vez que te das cuenta que tu salario te alcanza cada vez para comprar menos cosas, producto de una inflación galopante (que llega al 30% anual), mientras el gobierno se te burla en la cara difundiendo informes del INDEC diciendo que se puede comer con 6 pesos diarios.
No alcanza con criticar la voracidad fiscal del Estado, que te cobra un impuesto al salario, mientras al mismo tiempo el titular de la AFIP justifica que los bancos no paguen un solo peso en concepto de renta financiera
No alcanza con cuestionar a la Presidenta, y a sus círculos de aplaudidores, por querer imponer un relato por la fuerza que nada tiene que ver con la realidad. Y para colmo hasta intentan hacer campaña con el dolor ajeno, como ayer lo quiso hacer en Rosario, mientras CFK se borró olímpicamente el año pasado cuando 51 personas murieron en la estación de Once por la corrupción de su propio gobierno
Las quejas por las quejas mismas, sin un compromiso ciudadano mayor, suelen quedar entre cuatro paredes o se las lleva el viento. Además de castigar al gobierno con el voto en las elecciones del próximo domingo, la ciudadanía cuenta con una herramienta efectiva para que el poder político empiece a dar respuestas a sus reclamos: hacer tronar la cacerola.
Hoy, desde las 20, en el Obelisco, Plaza de Mayo, en la Quinta de Olivos y en las principales ciudades del país (como La Plata), se realizará el denominado 8 A: una nueva movilización masiva para exigirle a las autoridades que dejen de hacer oídos sordos a los reclamos del pueblo.
Diariohoy.net
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