Deuda: nuevo canje y reemplazo de títulos con pago local

Para evitar eventuales embargos en futuros pagos de deuda reestructurada, el Gobierno Nacional anunció una nueva reapertura de canje de títulos que aún permanecen en default y para dar una garantía adicional, también abrirá la posibilidad de que los inversores que participaron en las operaciones de 2005 y 2010 reemplacen sus títulos por unos nuevos en la misma moneda, monto, plazo y tasa, pero que se abonarán en Buenos Aires.
Los anuncios fueron en respuesta a la decisión de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que el viernes último ratificó el fallo del juez de primera instancia Thomas Griesa, que dispuso el pago en efectivo y de una sola vez del total reclamado por los "fondos buitre" NML Capital Ltd y Aurelius Capital Management, más otros 13 bonistas argentinos. Aunque dejó en suspenso la ejecución del fallo hasta que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos decida si acepta o no la apelación del Gobierno argentino.
"La decisión que hemos tomado es pedirle a Dios que ilumine a la Corte Suprema de Estados Unidos porque estaríamos ante un caso que no sólo tiraría abajo una de las reestructuraciones de deuda más importantes de las que se tenga memoria, sino que también invalidaría otras reestructuraciones de deuda", aseguró la presidenta Cristina Fernández al anunciar anoche por cadena nacional la tercera reapertura del canje y la posibilidad de cambiar el lugar de pago de los títulos reestructurados.
Agregó que "no podemos tener como país una 'espada de Damocles' sobre nuestro cuello y esperar a que en cualquier momento alguien tome una decisión y se caigan los canjes de 2005 y 2010 y el país vuelva al 2001. Esto es lo único que no vamos a permitir. No por lo menos mientras yo sea presidenta".
Tras recordar que el 12 de septiembre próximo se cancelarán 2.000 millones de dólares por el vencimiento final del Bonar VII, la mandataria sostuvo que a partir de ese momento la deuda en moneda extranjera pasará a representar el 8,3 por ciento del PBI. Y en ese marco resaltó que "así como fuimos el país que entró en el (libro de récords) Guinness por ser la deuda soberana más importante que se ha defaulteado, creo que también debemos estar en el Guinness de los países que más han pagado", en referencia a que entre 2003 y 2013 se aplicaron 173.733 millones de dólares para cancelar compromisos financieros.
La Presidenta recordó que los que no aceptaron los canjes son el 7 por ciento del total de la deuda en default de 2002 (81.836 millones de dólares), pero los que obtuvieron el fallo a favor en el juzgado de Griesa equivalen al 0,45 por ciento. También dijo que los fondos especulativos adquirieron los títulos impagos en 2008 "a precio de remate" y que "si se hace lugar a lo que ellos pretenden, la ganancia en dólares que obtendrían sería de algo más del 1.300 por ciento".
Además, Cristina Fernández subrayó que en caso de que el fallo adverso sea ratificado por la Corte estadounidense, no sólo se afectará la reestructuración que concretó Argentina sino que se dificultarán las futuras reestructuraciones de deuda a nivel mundial. "No en vano se han presentado ante el tribunal numerosos 'amicus curiae', que no son precisamente amigos de Argentina. Basta recordar a la ex directora del FMI, Anne Krueger", recordó.
En cuanto a la reapertura del canje, la consultora Econométrica estimó que si el 7 por ciento que no ingresó antes lo hiciera ahora, los 11.200 millones de dólares que reclaman por títulos impagos se reducirían a 4.200 millones, con una quita del 63 por ciento.
La otra medida, la posibilidad de cambiar bonos con legislación extranjera por otros en las mismas condiciones con legislación local, busca poner a disposición de una cifra cercana al 30 por ciento de los acreedores que sí reestructuraron sus títulos una garantía de pago adicional.
A fines de 2012, la deuda reestructurada con legislación extranjera sumaba unos 28.000 millones de dólares: 11.700 millones en títulos bajo ley estadounidense, otros 15.500 millones de acuerdo a la ley británica y 400 millones con normativa japonesa. Los servicios de estos bonos quedaron comprometidos después que la Cámara de Apelaciones neoyorquina ratificada el fallo de primera instancia del juez Griesa.
Si la sentencia quedara firme, los pagos canalizados hasta ahora por Bank of New York podrían ser objeto de embargo. Por ello el Gobierno ofrecerá a sus tenedores la posibilidad de acceder a nuevos títulos con idénticas características que los actuales pero con pagos que serán canalizados a través de Caja de Valores.

nosis