La base monetaria terminaría creciendo en torno al 36/38% en diciembre 2013. En este escenario, el tipo de cambio de cobertura cerraría el año en torno a $ 12.1 por dólar y el tipo de cambio blue difícilmente se ubique por debajo de los $ 11 por billete estadounidense. No importa lo que afirmen los ladriprogresistas que en el siglo 21 pretenden inventar la pólvora... todos los argentinos saben que la emisión de dinero que no tiene respaldo, es más inflación. Y Cristina Fernández de Kirchner ha elegido ese camino porque no puede controlar la expansión del gasto público y, entonces, ella financia el afán faraónico con más inflación. El perdedor Martín Insaurralde va a 678 y explica que el gasto no se puede bajar y que por eso, además, hay que mantener la presión del Impuesto a las Ganancias sobre salarios y jubilaciones. ¿Se lo habrán explicado sus asores en nueva comunicación? ¿Cuántos votos, aún entre los militontos, pierde Insaurralde cada vez que dice eso? En tanto, la consultora Economía & Regiones puso en negro sobre blanco los temores de que Cristina ya emite sin límite.


(Economía & Regiones). Tal como lo anticipamos, la emisión para financiar al Tesoro se acelerará en el 2do. semestre del 2013. ¿Por qué? Porque el crecimiento del gasto público se comenzará a acelerar a un ritmo creciente en lo que queda del año; más aún con el resultado electoral negativo para el oficialismo en las elecciones primarias del fin de semana
pasado.
Probablemente, el gobierno nacional utilizará el gasto y la obra pública como instrumentos para intentar mejorar su resultado electoral en las elecciones próximas de octubre. En un escenario económico con déficit fiscal y una férrea política oficial de desendeudamiento, la única forma de financiar más gasto y más obra pública es con más emisión de pesos de parte del BCRA.
El resultado fiscal del acumulado de los primeros 5 meses de 2013 muestra que la política de gasto del gobierno nacional comienza a acelerarse y el BCRA deberá emitir más pesos para financiar al Tesoro.
En este sentido, el resultado primario de los primeros 5 meses de 2013 es un 20% más bajo que el del mismo período de 2012. Paralelamente y más importante, si no se contabilizan los ingresos extraordinarios (fundamentalmente emisión del BCRA), el resultado pasa de un superávit primario de $ 58.000 millones (2012) a un déficit de casi $ 5.000 millones (2013), en el mismo período.
En este marco, es muy importante analizar detalladamente los números monetarios porque hay datos publicados hasta comienzos de agosto, es decir dos meses más que de datos fiscales.
Los datos monetarios nos permiten anticiparnos a lo que está sucediendo en la esfera fiscal y confirmar nuestras estimaciones con respecto a las cuentas del sector público.
Desde inicio del año hasta al 2 de agosto, la base monetaria creció $21.951 millones es decir un 34% menos que la expansión del mismo período de 2012 (+33.519 millones). Sin embargo, este menor crecimiento de la base monetaria no sería resultado de una decisión de política monetaria, sino que sería explicado por la menor compra de dólares netos.
Puntualmente, las compras de dólares netos del BCRA se redujeron $27.707 millones, cayendo de $34.008 millones (2012) a $6.301 millones (2013) en los primeros 7 meses del año. Se puede vislumbrar la magnitud de la sequia del mercado cambiario cuando se observa que el BCRA compra 81% menos de dólares (con emisión de pesos) que el año pasado, aún convalidando el doble de ritmo de devaluación (9% a/a ene-jul´12 contra 18% a/a ene-jul´13).
En pocas palabras, no se puede aseverar que existió prudencia monetaria en los primeros 7 meses del año. La cantidad de pesos creció menos que en el mismo período del año pasado no como resultado de una decisión de política monetaria, sino porque entraron menos dólares netos a nuestra economía.
¿Cómo puede verse que el BCRA no tiene una mayor prudencia monetaria? En julio 2013 el BCRA expandió la base monetaria a un ritmo de +28% interanual cuando su principal vehículo de inyección monetaria (la compra de dólares) se redujo un -81%.
Es decir, aún con una contracción en la emisión de $27.707 millones (-81% a/a) por menor compra de dólares, el BCRA terminó expandiendo la base monetaria +$21.951 millones (+28%).
Dada la reducida compra neta de divisas, el BCRA logra sostener su decisión de política monetaria expansiva y tasa de interés real negativa con una expansión monetaria a través de otros factores.
Financiamiento al Tesoro
En lo que va del año el BCRA le prestó al sector público $19.574 millones, es decir un 54% más que igual periodo del año anterior. Sin embargo, hay que destacar que el grueso de adelantos transitorios y préstamos financieros con emisión monetaria que el BCRA hace con el sector público (75-80%) se concentra estacionalmente entre los meses de agosto y diciembre. De hecho, esperamos que la aceleración del gasto genere un crecimiento del déficit fiscal del sector público.
Proyectando números oficiales, el déficit primario aumentaría 350%, pasando de $4.400 millones (2012) a $20.000 millones (2013). Sin maquillaje, ese déficit alcanzaría a $56.000 millones cuando en 2012 era de $31.600 millones. Por esta razón es de esperar que la emisión monetaria neta explicada por el exceso de gasto del sector público se incremente sustancialmente desde $19.574 millones actuales hasta cerca de $100.000 millones para fin de año.
Dado que no existen razones para esperar un incremento significativo de liquidación de divisas en el 2do. semestre del resto de las componentes de la balanza de pagos, es de esperar que las reservas internacionales sigan cayendo y el tipo de cambio de cobertura (base monetaria/reservas), que hoy está en $ 8.88 por dólar, se siga deteriorando.
Pases y Redescuentos al sector bancario
El BCRA utilizó pases y redescuentos para expandir la Base monetaria por un neto de $5.958 millones, cuando por el contrario en 2012 los había utilizado para absorber pesos por un neto de $2.472 millones.
Sin embargo, los pases son un instrumento de corto plazo que no puede ser utilizado como una herramienta permanente a través de la cual se puede canalizar la emisión de pesos.
Pero el BCRA recurrió a emitir pesos vía pases para compensar la anemia del mercado de cambios y la estacionalmente baja demanda de financiamiento del sector público en el 1er. semestre.
LEBACs y NOBACs
Si se compara los primeros 7 meses de 2013 con el mismo período de 2012 se aprecia que el BCRA redujo el uso de LEBACs y NOBACs por unos $2.000 millones con el objetivo de no absorber tanta base monetaria y no convalidar un alza de tasas de interés.
El descenso del rimo interanual de expansión monetaria, que se redujo de 41% (febrero 2013) a 28% (julio 2013), sería circunstancial. No obstante, aún con menor emisión la relación base monetaria / reservas (tipo de cambio de cobertura) se deterioró y el tipo de cambio de cobertura aumentó, empujando el dólar paralelo hacia la suba.
El tipo de cambio de cobertura pasó de $7.14 (diciembre’12) a $8.80 (hoy) y el dólar blue subió de $6.8 (diciembre’12) a $8.9 (hoy) por dólares.
Sin embargo, dado lo explicado anteriormente, la aparente prudencia que mostró el BCRA en los primeros 7 meses del año no muestra síntomas de que vaya a extenderse si se tiene en cuenta el avance estacional del gasto público en los últimos meses del año; más aún en espera de las elecciones de octubre. Es este marco, esperamos que la política monetaria se vuelva más expansiva en los últimos 5 meses del año.
La base monetaria terminaría creciendo en torno al 36/38% en diciembre 2013. En este escenario, el tipo de cambio de cobertura cerraría el año en torno a $ 12.1 por dólar y el tipo de cambio blue difícilmente se ubique por debajo de los $ 11 por billete estadounidense.
De esta manera, la brecha cambiaria se ampliaría, impidiendo que el nivel de actividad repunte. Además, la mayor emisión monetaria aceleraría marginalmente el aumento del nivel general de precios, que cerraría el año en torno a 24%/26%.
Del “juego” entre tipo de cambio e inflación surge la competitividad precio de la macroeconomía. En lo que va del año el tipo de cambio nominal se depreció 12.2%, pasando de $4.92 (diciembre’12) a $5.52 (hoy) por dólar. Paralelamente, la inflación minorista publicada por el INdEC asciende a 5.7% en el mismo período. Es decir, la devaluación del tipo de cambio de cambio oficial más que duplica el aumento de precios minorista oficial en lo que va del año.
A pesar que el aumento de precios minorista es menos de la mitad de la devaluación del tipo de cambio oficial, la presidente del BCRA (N. de la R.: Mercedes Marcó del Pont) acaba de declarar que “no podemos ignorar que la Argentina perdió parte del colchón cambiario y perdió margen de competitividad cambiaria ...”
En otras palabras, si la tasa de devaluación esta cerca del 30% anual y aún así se pierde competitividad cambiaria, la presidente del Banco Central finalmente está reconociendo que la inflación “real” es bastante más alta que la que publica el INdEC. Esta es una buena noticia.