CGT oficialista pide que Cedin y Baade queden fuera del impuesto a la renta financiera

La CGT que dirige Antonio Caló propuso transformar el Impuesto a las Ganancias en un tributo más amplio, aplicable a los altos ingresos, y gravar la renta financiera pero exceptuando los instrumentos que promuevan la producción nacional, entre los que destaca las ON de YPF, el Baade y el Cedin.
Horacio Ghilini, dirigente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) y coordinador del equipo de economistas de la CGT oficialista consideró que "es prioritario evitar la desfinanciación del Estado", por lo que es necesario aumentar la equidad y progresividad fiscal. "Esto es factible con la creación de una 'tasa Tobin' que ya se está analizando cobrar en Europa, pero en formato nacional", aseguró en declaraciones a BAE Negocios.
Pero la tasa Tobin todavía no se aprobó en Europa porque Francia viró su postura y pidió a la Comisión Europea que el impuesto sea mejorado para no desalentar a los inversores. Mientras tanto, los veintisiete países que conforman la Unión Europea ya dieron su visto bueno para que once países del bloque avancen en la imposición de una tasa a las transacciones financieras en los bancos, de 0,1 por ciento sobre las acciones y de 0,01 por ciento sobre los derivados financieros.
El dirigente aseguró además, que "quienes intenten leer o interpretar nuestra propuesta como una demonización de la inversión privada están errados. Sí privilegiamos que tributen menos aquellos bonos que respaldan el desarrollo productivo nacional".
Con el proyecto, la Central obrera busca pasar del concepto de "impuesto al sueldo" al "impuesto a los altos ingresos", pero considerá que sólo será viable si se realiza un cambio que reduzca el impacto de quitar la aplicación del impuesto a las Ganancias al menos entre los sueldos netos de entre 10.000 y 18.000 pesos.
Mientras tanto, el Gobierno nacional buscaría que paguen Impuesto a las Ganancias por la renta financiera sólo quienes ganen más de 100.000 pesos anuales. Para eso, el oficialismo espera unificar los proyectos que tienen estado parlamentario en Diputados, y aprobar una de las reformas impositivas más reclamadas.
"Por encima de los $100.000 anuales de ingresos por renta financiera, se pagaría el impuesto a las Ganancias", sostuvo ayer Carlos Heller, diputado nacional del Frente Para la Victoria (FPV).
Entre los puntos que contendría el proyecto se encuentra el de empezar a gravar la renta anual con dividendos por acciones, títulos y otros instrumentos financieros que superen ese monto. La tasa que se les aplicaría podría llegar a ser del 7,7 por ciento.
El proyecto del oficialismo se basaría en el que habían presentado Héctor Recalde, Omar Plaini y Facundo Moyano, el 29 de junio del año pasado, y que prevé que en el caso de los resultados por compraventa de acciones, el impuesto se eleve indirectamente al 17,5 por ciento. También se gravarían los ingresos producidos por intereses generados por depósitos a plazo fijo, cajas de ahorro y Fondos Comunes de Inversión.
Con eso, el Gobierno espera poder elevar el Mínimo No Imponible del Impuesto a las Ganancias que afecta a los trabajadores en relación de dependencia. Heller explicó además, que "las rentas provenientes de ingresos financieros no pagan impuestos", aunque destacó que "de lo que se trataría es de eliminar las exenciones, pero manteniendo un piso para los pequeños inversores, de manera que no se convierta en un gravamen al ahorro familiar". 

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