Conforme a la nueva normativa de Basilea III, la banca ya no podrá computar como core capital los activos fiscales diferidos, cantidad que supera los EUR 46.000 millones sólo en la banca cotizada. Para ello tendrán diez años, con lo que tendrán que ir restando cada año de su core capital el 10% de sus activos, comenzando en 2014.
El volumen neto de estos activos asciende a EUR 4.800 millones en SABADELL (SAB), a EUR 7.752 millones en el caso de BBVA, a EUR 16.900 millones en el de SANTANDER (SAN), a EUR 3.300 millones en POPULAR (POP), a EUR 4.500 millones en CAIXABANK (CABK), a EUR 8.900 millones en BANKIA (BKIA) ya EUR 13,9 millones en BANKINTER (BKT).
Según el diario Cinco Días, el sector negocia con el Ministerio de Hacienda una fórmula que suavice el impacto.
Según el diario Cinco Días, el sector negocia con el Ministerio de Hacienda una fórmula que suavice el impacto.
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