El que fuera un desconocido promotor inmobiliario que llegó a ser todo un magnate del rubro afronta un nuevo desafío, su primer proyecto en Brasil: una faraónica obra consistente en un complejo de oficinas que requerirá una inversión de 2.500 millones de dólares, según informa The Wall Street Journal.
La localidad de Río de Janeiro ha sido la elegida por el empresario estadounidense para desarrollar su nuevo proyecto. Mientras la ciudad se apresura para engalanarse para los Juegos Olímpicos de 2016, un constructor ansia poner la primera piedra del proyecto, pero, si el motor de crecimiento brasileño continúa a esta velocidad, el mercado de oficinas podría no cooperar.
El complejo estará formado por cinco torres y recibirá el nombre de Trump Tower Rio. Para el año 2016 se esperá que los 450.000 metros cuadrados sobre los que se ha diseñado cumplan su objetivo: ser la mayor propiedad comercial de Río de Janeiro. Justo "cuando todo el mundo estará mirando a Río", sostiene Stefan Ivanov, presidente de la constructora MRP International que ha obtenido la licencia de construcción.
Las expectativas son positivas, pero se enfrentan a algunas complicaciones. El mercado de inmuebles comerciales se ha enfriado últimamente, con más de 15.000 metros cuadrados en"absorción negativa".
Pese a ello "todo depende de la reactivación de la economía", afirma el director de la oficina de CBRE en Río de Janeiro, Alberto Robalinho. "Puede que veamos un aumento en el espacio desocupado" si la economía no repunta, sostiene.
Debido a ello el inicio de las obras se han retrasado hasta "el primer trimestre del año 2014"debido a los retrasos para obtener algunos de los permisos de construcción, ha afirmado Ivanov, que no se muestra preocupado por la reciente tendencia del mercado.
La clave de todo podría estar en el apellido del multimillonario. Se trata de una conexión que le da ventaja a este proyecto, la marca Trump tiene "mucho peso" en América Latina, asegura.
Las cinco torres de 38 pisos, de las que aún no se ha comenzado a promocionar la venta de espacios, se construirán en Porto Maravilha, una zona cercana a los muelles que está siendo revitalizada. La ciudad planea invertir 10.000 millones de dólares en mejoras, que incluyen un nuevo servicio de tren.
Río de Janeiro se recupera ahora de un bajón que comenzó a comienzos del siglo pasado, mientras veía cómo São Paulo se expandía como el principal centro de negocios del país.
Junto al resto del país, se ha beneficiado de los descubrimientos petroleros en la costa de Brasil, así como de su designación como sede de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol en 2014.