Un ex empleado del HSBC reclamado por Suiza por supuestamente robar datos de decenas de miles de cuentas bancarias en el país helvético compareció el lunes ante la Audiencia Nacional española para la vista de extradición, alegando que reveló secretos para luchar contra la corrupción.
Los datos causaron conmoción en 2010 cuando acabaron en manos de las autoridades francesas, italianas y españolas y de otros países europeos, que han usado los datos para perseguir miles de millones de euros en impuestos evadidos.
Suiza ha solicitado la extradición de Hervé Falciani, que tiene pasaporte italiano y francés, para afrontar una acusación de violación de las leyes de secreto bancario suizo.
Tres jueces de la Audiencia Nacional escucharon los testimonios de Falciani, además de un fiscal francés, un responsable de la Agencia Tributaria española, y un representante de la fiscalía española, antes de aplazar la vista hasta que se tome una decisión sobre la extradición.
En la vista no hubo testimonios de Suiza o del HSBC, y la Fiscalía española se mostró contraria a la extradición de Falciani. No fue posible contactar con las autoridades suizas o de HSBC.
"Cuando estamos diciendo a los sujetos que colaboren (con la justicia) y si no colaboran se establecen sanciones, no podemos castigar o incriminar a aquellos que observando conductas delictivas en aquellos espacios en los que trabajan las denuncian y las ponen de manifiesto ante las autoridades competentes", declaró la fiscal Dolores Delgado al tribunal.
Falciani declaró que filtró la información para luchar contra un sistema no transparente en el banco que facilitaba la comisión de delitos.
"Quiero reiterar mi disposición a colaborar íntegramente con toda mi experiencia, no solamente con las autoridades judiciales europeas sino sobre todo con las primeras interesadas, las autoridades suizas, las luxemburguesas u otras todavía más opacas" dijo, hablando en francés y traducido al español por una intérprete.
Falciani dijo a los jueces en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, a las afueras de Madrid, que no había recibido remuneración por facilitar los datos al Gobierno francés y otros.
El sector bancario 'offshore' suizo de dos billones de dólares, cimentado en las estrictas leyes de secreto bancario, se ha visto presionado mientras los gobiernos de todo el mundo tratan de luchar contra la evasión fiscal a raíz de la crisis financiera de 2008.
El viernes los seis mayores países de la Unión europea acordaron cooperar en la lucha contra los paraísos fiscales, aumentando la presión sobre Austria para que siga los pasos de Luxemburgo y ponga fin al secreto bancario. La evasión fiscal priva a los Gobiernos de la UE de casi un billón de euros al año.
Falciani, que trabajó como técnico informático para el HSBC, recopiló datos sobre los titulares de las cuentas entre 2006 y 2008, cuando huyó a Francia mientras era investigado por el banco.
Falciani dijo a los jueces el lunes que colaboró totalmente con las autoridades francesas para que pudieran usar los datos encriptados para perseguir a los evasores fiscales.
El HSBC dice que se vieron afectadas 24.000 cuentas de clientes. Las autoridades francesas han dicho que había más del cuádruple.
El ex secretario de Estado de Hacienda Carlos Ocaña dijo en la vista que su departamento usó los datos de Falciani, que había recibido de Francia, para perseguir a cientos de evasores.
Falciani viajó a España por barco en julio de 2012 y fue detenido en Barcelona por una orden internacional que buscaba su extradición a Suiza.
Estuvo en prisión provisional hasta diciembre de 2012, cuando se le dejó en libertad provisional a la espera del proceso de extradición.
reuters
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