Argentina se dirige a corte de apelaciones EEUU en lucha sobre bonos


Argentina buscará el miércoles convencer a una corte de apelaciones estadounidense de que revierta una orden que obligaría a Buenos Aires a pagar 1.300 millones de dólares a un grupo de tenedores de bonos disidentes, un enfrentamiento que podría tener un fuerte impacto en los mercados mundiales de deuda.
Los argumentos en la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York están siendo vigilados de cerca en medio de los temores de una nueva crisis de deuda para Argentina si el país debe pagar los llamados inversores "holdout".
Por años, los holdouts han exigido el pago completo después de rechazar dos canjes de deuda. Los inversores, liderados por NML Capital Ltd -afiliado al fondo de cobertura Elliott Management- y por el fondo Aurelius Capital Management afirman que sólo buscan que Argentina cumpla con sus obligaciones y que el país cuenta con abundantes reservas para pagarles.
Buenos Aires, sin embargo, llama a estos inversores "buitres" y ha prometido que no les pagará. Una victoria de los holdouts, sostiene Argentina, perjudicaría a los inversores que aceptaron las reestructuraciones de la deuda y los bancos que manejan sus pagos.
El país también se dice que tal decisión podría hacer que las futuras crisis de deuda sean "irresolubles" y estimular más litigios de inversores.
Una decisión en contra de Argentina supondría un duro golpe a la presidenta Cristina Fernández. Como muestra de la importancia de la audiencia, el ministro de Economía de Argentina, Hernán Lorenzino, tiene previsto asistir a ella, dijo su portavoz el martes.
Un panel de tres jueces escuchará los argumentos de los abogados de Argentina y de los holdouts, así como de otras partes.
Argentina cayó en cesación de pagos hace 12 años sobre alrededor de 100.000 millones de dólares en deuda soberana. Cerca del 92 por ciento de sus bonos fueron reestructurados en el 2005 y el 2010.
Si se le ordena pagar el pequeño grupo de acreedores excluidos, existe el temor de que pueda caer nuevamente en default sobre 24.000 millones de dólares en deuda previamente reestructurada.
En octubre, la Corte de Apelaciones ratificó el fallo de un tribunal menor que determinó que Argentina debería pagar 1.330 millones de dólares a los holdouts debido a que el país violó los términos "pari passu" de sus contratos de bonos, que demandaban igualdad en el trato a los inversores.
Por ahora, la corte de apelaciones ha congelado esa orden de pago, mientras vuelve a revisar el caso. Los jueces están analizando la fórmula específica de pago que aplicó el juez de distrito Thomas Griesa, y cómo terceras partes, como Bank of New York Mellon -agente intermediario para los bonistas que ingresaron al canje- podrían ser afectados.
En su apelación, los abogados de Argentina han sostenido que los tribunales estadounidenses no tienen la autoridad para ordenar a un gobierno soberano que entregue activos a los tenedores de bonos.
Pero Henry Weisburg, abogado de Shearman & Sterling, que ha seguido el caso, dijo que Argentina presentó argumentos similares durante su última audiencia ante la corte de apelaciones. Y él también hizo notar que la apelación será escuchada por el mismo panel que emitió el fallo en octubre que respaldó la decisión de Griesa.
"Uno tiene que preguntarse qué tracción tendrá la segunda vez", dijo refiriéndose a Argentina.
En documentos de la corte, los abogados de Argentina han dicho que el país estaría dispuesto a reabrir su oferta de reestructuración. Esta medida, sin embargo, requeriría permiso legislativo y es probable que sea rechazada por los holdouts.
Argentina, por separado, también espera de una decisión sobre si el tribunal le concede una nueva vista de la decisión de octubre que exigía el trato igualitario de los inversores excluidos.
El Gobierno estadounidense ha apoyado esa apelación, diciendo que si se confirma la decisión, podría socavar la capacidad de otros gobiernos para negociar reestructuraciones futuras de deuda.
La decisión final de la corte de apelaciones después de la audiencia del miércoles podría ser la última palabra sobre el asunto. Aunque el tribunal podría llegar a una nueva audiencia del caso o la Corte Suprema podría ver el caso en última instancia, estas revisiones son inusuales.

reuters