El Gobierno griego estudia la posibilidad de extender el plazo para que sus acreedores privados se adhieran al programa de reestructuración de su deuda pública, que implica una quita de entre el 60% y el 70% y cuya fecha límite esta fijada para la tarde de este viernes, según informa el diario Kathimerini.En este sentido, el periódico apunta al juego de estrategia planteado entre hedge funds y el Ministerio de Finanzas, señalando que los inversores internacionales procurarán esperar hasta el último momento hasta ver qué decisión toman los bancos griegos, principales acreedores del país, con el fin de reducir al mínimo posible su participación en el programa para contener las pérdidas que acarrea la reestructuración.